Terminamos la reflexión anterior diciendo que tenemos la responsabilidad de manejar las emociones que experimentamos y comentamos sobre como la inteligencia emocional nos permite tener la capacidad de identificar y manejar nuestras emociones y las de los demás y desarrollar la autoconciencia para reconocer nuestros estados de ánimo, limitaciones etc que nos ayuden para trabajar esas áreas. También comentamos de la importancia de evitar el diálogo interior que tenemos con nosotros mismos.
Ese diálogo interior puede influir significativamente en la conversión a la que somos llamados en este tiempo que estamos viviendo.
Hoy estaremos reflexionando entre otros elementos de una capacidad importante en inteligencia emocional que se llama autorregulación; ella nos permite controlar las emociones, tranquilizarse, desembarazarse de ansiedad, la tristeza y irritabilidad exageradas.
En la biblia encontramos una palabra que se refiere al control emocional; se encuentra en la lista de los frutos del espíritu Santo en Gal 5, 22 23: “En cambio, el fruto del Espíritu es caridad, alegría, paz, comprensión de los demás, generosidad, bondad, fidelidad, mansedumbre y dominio de sí mismo. Estas son cosas que no condena ninguna Ley.”
Ese fruto es el dominio de sí mismo entendido según Daniel Goleman, como la capacidad de mantener un equilibrio emocional .
Hay una frase popular que dice: el problema en sí no es el problema, es mi reacción al problema, lo que me causa problema.
Augusto Cury afirma de igual forma: No importa el tamaño de nuestro problema sino la forma en la que lo vemos y enfrentamos.
El ejemplo es Jesús: Jesús en las situaciones más estresantes, no se intimidaba ni se preocupa por tener reacciones inmediatas. Pensaba antes de reaccionar y no actuaba antes de pensar . De hecho se sumergía dentro de sí mismo y abría las ventanas de su mente para encontrar las respuestas más lúcidas a una determinada pregunta, una dificultad o una situación.
Vamos a comentar algunos principios importantes para la autoregulación en el manejo de emociones.
-El que reacciona pierde: Cuando reaccionamos impulsivamente, somos nosotros los que quedamos en desventaja porque nadie tiene el poder de hacernos sentir enojados, a no ser no ser que nosotros mismos se lo permitamos.
-La carga sobre los hombros. Sin duda alguna todos de una manera u otra, nos hemos encontrado con personas que llevan carga muy pesada y quizá anden buscando donde dejar el gran peso que llevan sobre sus hombros.
El principio de la carga sobre los hombros, en psicología, se trata de poner un freno y establecer un límite claro cuando alguna persona tenga la intención de vaciar su basura emocional sobre nosotros. Es importante aclarar que no debemos ponernos en contra de los demás, si no entender que la persona no carga basura sólo porque así lo ha querido sino porque en algún momento de su vida, alguien la vació sobre ellos o ellos mismos la recogieron por sus propias manos; entonces debemos tener una mirada de compasión y empatía con las personas que tienen alguna dificultad en su vida.
Es importante señalar que Jesús no nos prometió una vida perfecta, pero sí poder tener su mentalidad en nosotros para enfrentar las dificultades que tendríamos. Así lo afirma Jn 16, 33: “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción. Pero confiad; yo he vencido al mundo.”
-Las palabras que ofenden: Éste principio es fundamental para entender la cabida que damos muchas veces a las ofensas. Nos enseña que las palabras pasan por el filtro de nuestra aprobación. Salomón utilizó las palabras idóneas para explicar este principio al decir que “la cordura del hombre calma su furor sombra es pasar por alto la ofensa”.
(Prov 19.11)
Existen generalmente dos estilos que como las emociones pueden ser canalizados: reprensión o expresión
Eln el Salmo 32, 3 , vemos que el salmista experimentó las consecuencias de la represensión emocional cuando dijo: “Mientras callé se envejecieron mis huesos en mí gemir todo el día.”
Se ha demostrado que reprimir las emociones es un factor de riesgo que estimula la aparición de enfermedades.
Por ejemplo el exceso de ira está relacionado a problemas del hígado y también problemas cardiacos. El exceso de miedo puede dañar los riñones. El exceso de tristeza daña los pulmones. El exceso de ansiedad se relaciona con enfermedades del estómago y el páncreas. El exceso de dominio y autoridad puede afectar en intestino.
El dominio propio y la autodisciplina han sido considerados como los estudios indispensables para alcanzar cualquier meta en la vida.
La disciplina es el camino que lleva al éxito y para eso se requiere dominio propio.
El dominio propio de la capacidad que tenemos para establecer límites personales y conocer cuáles son nuestras debilidades. Es una forma de de humildad para reconocer cuáles son fronteras que no debemos cruzar. Tiene que ver con la sinceridad de identificar cuáles lugares debemos frecuentar, cuáles conversaciones debemos evitar,que decisiones debemos tomar con respecto a los peligros que existen a nuestro alrededor.
Para Dios las personas más famosas en su catálogo Celestial, son sino aquellas que logran conquistarse para así mismas. Prove 16, 3 lo explica así: “Mejor ser paciente que poderoso; más vale tener control propio que conquistar una ciudad.”
Entonces el momento en que nos unimos al Señor formamos un solo ser espiritual con El. (1 Cor 6, 17), Recibimos sus cualidades intrínsecas: poder, amor y dominio propio (2 Tim 1,7 )
Tener dominio propio, quiere decir, que debemos partir del hecho de que Dios nos cree capaces para poder hacer cualquier cosa. Y en ese proceso, tenemos ya el dominio propio que necesitamos para atravesar todas las etapas del camino. Es por eso que Dios aspira a que cada uno de nosotros podamos experimentar un estado pleno de paz , independientemente de las circunstancias que ocurran en nuestro alrededor. Entonces la paz es considerado uno de los obsequios que Jesús nos dejó a través de nuestra relación con el Espíritu Santo, según afirma Jn 14, 27.
Para facilitar nuestro proceso en alcanzar el dominio propio vamos a hablar de la técnico R I E, Una forma de expresar nuestras emociones ágilmente que propone tres pasos básicos y sencillos:
R: Reconocer y ponerle nombre a la emoción que estamos experimentado.
Es de suma importancia que logremos verbalizar el momento emocional. En ese momento nuestro diálogo interior, e inmediatamente podemos decir me siento…
I: Identificar el evento que causó la emoción, pues al no hacerlo, pasamos por alto lo que nos generó la emoción.
Cuando nos centramos en la emoción y no en aquello que la ocasiionó, le damos rienda suelta para que se quede con nosotros el tiempo que la emoción desee, por eso, debemos aprender a buscar las causas de lo que sentimos.
E: La expresión emocional tiene que ver con la forma en la que exteriorizamos la misma. Debemos buscar la manera en la que las personas salgan menos afectadas. Recuerda Que la expresión emocional debe convertirse en un proceso racional, al punto que podemos pensar antes de reaccionar y no viceversa,.
Las personas con alta inteligencia emocional buscan formas y tienen conversaciones que permiten a los demás se eficientes en expresar lo que sienten.
A veces, nos puede pasar, que nos vemos sumergidos en el desánimo, el cansancio y la desmotivación. Este ecenario, no excluye a las personas que profesan algún tipo de fe. Todos, absolutamente todos los seres humanos, atraviesan valle de sombra en algún instante de sus vidas, Pero es importante mencionar que hay una herramienta sumamente útil , llamada automotivación. En otras palabras ,la fuerza y el proceso que inicia, guía y mantiene las conductas orientadas a lograr un objetivo, o a satisfacer una necesidad.
Un verdadero ejercicio de motivación se inicia cuando logramos cambiar nuestra actitud hacia los pequeños detalles de la vida, por ejemplo en investigaciones recientes se ha encontrado que el efecto de la gratitud es casi tan alto como el de muchos medicamentos para mejorar el estado emocional. Así también es interesante observar como las ciencias avanzado en el descubrimiento de los efectos en nuestros pensamientos en el cerebro incluso algunos estudiosos se han encargado a enumerar algunos efectos positivos de la fe en el cerebro. Por ejemplo se ha descubierto que la fe restaura nuestra capacidad cerebral nos permite crearnos una idea de Dios y podemos visualizar escenarios que ignorábamos.
Es así como la fe se convierte en un arma poderosa para activar nuestro cerebro en función de las promesas que Dios ha establecido para nosotros.
En Heb 11, vemos como la fe s e convierta en un arma poderosa para activar nuestro cerebro en función de las promesas que Dios ha establecido para nosotros. Fue por la fe mencionadas en este capítulo hicieron hazañas impresionantes históricas dignas de recordar de recordarla siempre.
El positivismo es asimlado por el hemisferio derecho del cerebro, ligado a las emociones, por lo tanto van generar placer sorpresa y alegría.
La fe y el realismo no son enemigos, pero no viven en la misma casa. El realismo nos permite ver la actualidad y un panorama general de cómo está nuestra vida, objetivos y metas. Sirve para permitirnos abrir los ojos de nuestra fe , como nos dice Rom 1,17, y observar lo que aún no ha ocurrido. Inmediatamente, se activa nuestra capacidad de visualizar experiencias placenteras.
En conclusión, podemos decir , que la fe es una fuente para generar emociones satisfactorias.
Concluímos esta reflexión hablando sobre la empatía, para ello nos podremos preguntar. ¿Qué tenía el buen samaritano, del que nos habla Lc 10, 25-37, que lo hizo acercarse a aquel hombre golpeado? La respuesta es, empatía.
La empatía se ha definido como la capacidad que tienen las personas para ponerse en los zapatos de los demás. Es poder evaluar e identificarse con la situación que atraviesan las personas, sin que sea necesariamente relaciones cercanas.
La empatía, no es exclusivo para las personas que amamos, sino para todas las personas en general.
Un principio fundamental de la empatía es que la persona a la que estamos extendiendo no necesariamente merece nuestro buen trato. Es algo mucho más honroso, es una persona sirviendo a alguien que no lo merece. Es lo que nos dice Mt 5, 46: “Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué mérito tiene? También los cobradores de impuestos lo hacen.”
La empatía es el cuarto pilar de la inteligencia emocional; definida como la capacidad de comprender la situación del otro. Ello no significa que la pena de empatía es pensar igual o obligarnos a unir nuestras opiniones todo lo contrario, la empatía es la capacidad de escuchar activamente y estar ahí para otros cuando lo necesitan. Las personas con empatía, tratan de identificarse con el dolor ajeno y buscan entender cuáles son las razones que motivan a las personas para actuar como lo hacen.
Tienen mucha más facilidad para forjar relaciones sólidas que perduran a lo largo del tiempo.
Por ejemplo, Jesús tuvo una conversación, con la mujer Samaritana, en el pozo de Jacob. Incluso se menciona que a Jesús le era necesario pasar por ahí. (Jn 4, 4.).
Más adelante, el Maestro de las Emociones, Le ofrece a la mujer, beber del agua de vida que saciará su sed para siempre. Una conversación y la escucha activa de la situación de vida de la Samaritana provocó que ella cambiara su vida y trajera a muchos más a compartir su experiencia (Jn 4, 28).
Seguidamente estaremos reflexionando acerca de habilidades sociales y los temperamentos.
Canción: https://youtu.be/q_N8sNU9EOA?si=2v8z4Tjlb7OvSnRN
Tomado de:
Libro ¿Que tiene que ver Dios con mis emociones? Autor Daniel Retana
Biblia Latinoamericana
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Abril 2025.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.