Hemos estado reflexionando acerca de cómo obtener La Paz que el mundo no da. Hoy 16 de junio 2022 el texto de evangelio de San Mateo nos enseña acerca de cómo relacionarnos con el Señor como nuestro Padre, a cómo comunicarnos con El y a través de esta comunicación tener La Paz de un hijito que habla con su Papá.
Orar es hablar con Dios. Es conversar con Él, es contarle nuestras alegrías y penas, nuestras preocupaciones y deseos, nuestros éxitos y fracasos. Pero hablar es siempre cosa de dos. Si uno sólo habla y el otro sólo escucha, no estamos ante una conversación, sino ante un monólogo… Por eso, Jesús hoy nos advierte de la tentación de aquellos «que se imaginan que por hablar mucho les harán caso».
El tipo de relación que tengo con una persona determina la manera en la que le pido las cosas, y también aquello que puedo esperar de ella. De un padre, y especialmente del Padre celestial, lo puedo esperar todo y sé que tiene cuidado de mi vida. Por eso Jesús, que vive siempre como un auténtico hijo, nos dice «no estéis preocupados por vuestra vida: qué vais a comer» (Mt 6,25). ¿Realmente tengo esta conciencia de hijo? ¿Me dirijo a Dios con la misma familiaridad con que lo hago con mi padre o mi madre?
Y es que veces pensamos que todos los cristianos, por el hecho de creer en Jesús y Su Evangelio, estamos hablando el mismo idioma y nos comunicamos muy bien entre nosotros, pero al acercarnos y compartir la fe nos damos cuenta que somos muy distintos. Nos separan las doctrinas, las interpretaciones, el modo de ver y vivir el cristianismo; a veces nos separan hasta las palabras. Hablamos idiomas distintos, o tal vez debería llamarlos dialectos; así como hay diversas formas de hablar el español, es muy distinto cómo se hace en San José, a como se da en Guanacaste, en Puntarenas o en Limón, o en cada país y región de Latinoamérica tiene modos de hablar diferente y palabras con significado propio.
La iglesia de Corinto ya sufría este problema: “Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer. Porque he sido informado acerca de vosotros, hermanos míos, por los de Cloé, que hay entre vosotros contiendas. Quiero decir, que cada uno de vosotros dice: Yo soy de Pablo; y yo de Apolos; y yo de Cefas; y yo de Cristo. ¿Acaso está dividido Cristo? ¿Fue crucificado Pablo por vosotros? ¿O fuisteis bautizados en el nombre de Pablo?” (1 Corintios 1:10-13)
Definitivamente, creo que un alto porcentaje de los problemas interpersonales se debe a las malas e insanas comunicaciones – entre esposos, entre padres e hijos, entre familiares y entre hermanos de la familia de Dios. Cuando hablamos de los problemas de comunicaciones tenemos que entender que éstas se tratan de lo que uno dice y no dice, cómo lo dice (volumen, tono, gestos, muecas, o sea, lenguaje no verbal), en fin, la comunicación total..
Quisiera iniciar este tema con algunas aclaraciones técnicas necesarias para llegar a comprender mejor la comunicabilidad de Jesús.
Primero hablaremos acerca de la gran ironía con la que nos cruzamos en esta mundo de la comunicación; los problemas de comunicación tales como:
- Oír o escuchar
- Decir lo que uno piensa sin tener en cuenta la opinión de los demás
- Comunicar con interés.
- Falta de confianza
- Falta de empatía y credibilidad
- Lenguaje verbal y no verbal pobre
También el hecho de que todos a menudo nos topamos con personas que tienen desequilibrios emocionales a causa de no tener controladas o desarrolladas en plenitud sus habilidades sociales o de comunicación.
El no desarrollar la asertividad o la capacidad de conocer gente nueva, por poner dos ejemplos relacionados con la comunicación, pueden ser motivo de una insatisfacción personal que desencadene en ansiedad, fobias, depresiones, etc…
Y es que será complicado desarrollar una buena autoestima o conseguir metas vitales si mi forma de comunicarme juega en mi contra o no me ayuda a crecer.
Otra realidad es que aunque sea una tristeza, pero en esta vida, todos nos relacionamos con al menos una persona agresiva, la mayoría cuentan con varias de estas relaciones y no necesariamente por elección propia. Muchos de ellos pudieran ser familiares cercanos, incluso padres o hijos.
Las malas comunicaciones se describen en las Escrituras como maldiciones, pleitos, disputas, ofensas, insultos, mentiras, críticas, juicios, contiendas, gritería, maledicencia, lenguaje soez o abusivo. ¿Por qué no debe el cristiano practicar estas cosas? ¿Puedes imaginar a Jesús usando estas formas de comunicar algo? Pero sí podemos ver a Pedro maldiciendo cuando estaba negando que conocía a Jesús (Mateo 27:74). Aprendemos de su experiencia que cuando uno no anda en comunión con Dios es cuando salen de la boca la basura que hemos guardado allí de los tiempos de la vida anterior a nuestra conversión a Cristo. Nuestra carne es débil aunque el espíritu está muy dispuesto a no pecar. En el momento de prueba o tentación la carne domina la lengua fácilmente.
Hoy veremos algunos consejos para comunicarnos con este tipo de personas, en caso de que sea imprescindible que lo hagas.
En el caso de padres o hijos, cónyuge o compañeros de trabajo inevitables son delicados, ya que no podemos solamente distanciarnos o establecer límites firmes.
Un ejemplo de personas agresivas son aquellos que te critican, atacan o hacen falsas acusaciones. Esto usualmente sucede en el entorno familiar que es difícil desasociarse por completo.
Que hacer en estos casos:
1.- Escucha solo lo que conviene. Hacerse del oido sordo, o más bien ser selectivo con la escucha puede ser un mecanismo muy eficiente. Esto es, escuchar solo lo que es conveniente dejando de lado los comentarios que no edifican o que van en detrimento de la relación.
2.- Tómalo de quien lo dice. Cuando escuchas un comentario este debe de dársele la importancia que se merece dependiendo de quién viene.
- -Interpreta el cómo lo dice. Este punto también es importante, ya que el tono de voz, la connotación y el contexto son sumamente importantes y pueden cambiar totalmente
- -Interprétalo desde cómo te sientes tú. Nuestro estado emocional también influye drásticamente en la afectación causada por los comentarios y críticas de otros. Aunque la critica no solicitada rara vez es constructiva. No es la crítica en sí la que nos hace daño, sino nuestra manera de escucharla. Nosotros escuchamos lo que se nos dice dependiendo de nuestros estado de ánimo.
- -Interprétalo desde la habilidad comunicacional de quien te critica. Hay muchas personas con un léxico bastante limitado, y también su capacidad para identificar y distinguir sus emociones es corta., Esto impide que se expresen de una manera propia y precisa, causando una serie de confusiones que tienden a complicar las relaciones.
Es importante definir qué es comunicación: La comunicación es un proceso que consiste en la transmisión e intercambio de mensajes entre un emisor y un receptor.
El proceso comunicativo es esencial para la vida en sociedad: permite que los seres humanos se expresen y compartan información entre sí, establezcan relaciones, lleguen a acuerdos y sean capaces de organizarse.
La comunicación, además, puede llevarse a cabo de diferentes maneras: verbal, utilizando un lenguaje o idioma, o no verbal, valiéndose de gestos, lenguaje corporal o signos no lingüísticos.
La palabra comunicación deriva del latín communicatĭo que significa compartir, participar en algo o poner en común.
Los elementos que componen el proceso de la comunicación son:
Emisor: es quien transmite el mensaje
Receptor: es el que recibe el mensaje.
Código: es el conjunto de signos que serán utilizados para crear el mensaje (palabras, gestos, símbolos).
Mensaje: es la información o conjunto de datos que se transmiten.
Canal de comunicación: es el medio físico que se utilizará para enviar el mensaje, como carta, teléfono, televisión, internet, el propio aire, etc.
Ruido: son todas las distorsiones que pueden influir en la recepción del mensaje original, y pueden ser tanto del emisor, como del canal o del receptor.
Retroalimentación: en una primera instancia, es la respuesta del receptor hacia el mensaje recibido. Si posteriormente el emisor responde a lo enviado por el receptor, también se considera retroalimentación.
Contexto: son las circunstancias en las que se desarrolla el proceso de comunicación. Tienen influencia directa en la interpretación del mensaje (espacio físico, marco de referencia cultural del emisor y el receptor, contexto social, etc.
Para que la comunicación ocurra, son necesarios algunos pasos básicos que caracterizan a este proceso:
La intención de comunicar: se requiere de uno o varios emisores que quieran enviar a un mensaje.
La codificación del mensaje: el emisor prepara el mensaje según el tipo de comunicación que vaya a emplear (verbal, no verbal, escrita o visual).
La transmisión del mensaje: implica la utilización de medios o canales adecuados al código empleado en el mensaje (un correo electrónico o un mensaje instantáneo para enviar un mensaje escrito, una llamada o charla para una comunicación verbal, etc.)
La recepción del mensaje: para que el mensaje pueda ser recibido, el receptor debe conocer el código en el cual le fue enviada la información. Por ejemplo, si se le envía una carta a una persona que no sabe leer, el proceso de comunicación no tendrá lugar.
La interpretación del mensaje: aquí entra en juego el contexto del receptor, ya que dependiendo de factores biológicos, psicológicos, emocionales o socio culturales, el mensaje puede ser interpretado de múltiples formas que no necesariamente tienen que coincidir con la intención que tenía el emisor al momento de comunicar.
Es imposible que no se lleve a cabo: la comunicación es un proceso que ocurre de forma continua y en diferentes niveles. Esto se describe en los cinco axiomas de la comunicación establecidos por el psicólogo Paul Wazlawick. El primer axioma estipula que es imposible no comunicarse.
Funciones de la comunicación
Dentro del proceso de comunicación se distinguen cinco funciones básicas:
1-Función informativa. El mensaje transmite una información objetiva y sustentada con datos verificables. Las noticias televisivas y de la prensa escrita tienen esta función.
2-Función persuasiva? Se trata de convencer al receptor del mensaje o de modificar su conducta con un fin específico. La propaganda política y la publicidad responden a esta función comunicacional.
3-Función formativa? La intención es transmitir mensajes que generen conocimiento novedoso en el receptor, y que este los incorpore a su sistema de creencias. Los procesos de comunicaciones en entornos educativos, como la escuela, sirven para eso.
4-Función de entretenimiento? Se trata de la creación de mensajes pensados para el disfrute del receptor. La música, las películas y las series generalmente cumplen esta función.
La comunicación se puede dividir en dos grandes tipos:
1- Comunicación verbal: hace referencia a un tipo de comunicación que implica el uso de signos lingüísticos (grafías y fonemas). Esto quiere decir que requiere, necesariamente, el uso de palabras o expresiones escritas u orales.
La comunicación verbal, junto a la comunicación no verbal son los dos grandes tipos de comunicación. Sin embargo, la comunicación verbal es exclusiva de los seres humanos porque implica el uso de la palabra; puede ser escrita u oral.
2-Comunicación no verbal: se refiere a la acción de comunicar sin hablar y se asocia a la inteligencia emocional. La comunicación no verbal es una realidad que revela los pensamientos. Cualquiera pueda discernir cuando estás realmente interesado en lo que otro está diciendo, si le crees, o si estás ofendido, enojado o triste. Los ojos son la ventana del alma. Estamos comunicando constantemente con la mirada cosas que queremos comunicar y cosas que no quisiéramos decir pero que sentimos profundamente. La única manera de comunicar con toda franqueza y verdad es con todo el cuerpo, no sólo la boca. Conversaciones por teléfono, chats o mensajes por el correo electrónico no son completos y a veces se pierde algo realmente importante.
La inteligencia emocional, pues, se expresa a través de la comunicación no verbal y ésta, mediante gestos, proximidad y sonidos sin palabras, logra comunicar asertivamente.
La asertividad es una de las habilidades blandas más complejas de adquirir.
Esto se debe a que vivimos en una sociedad, en que como hablamos anteriormente nos relacionamos con al menos una persona agresivaque se ofende fácilmente, pero en la que todos reclaman transparencia.
O seguramente te has encontrado en una situación en la cual temes expresar lo que piensas por miedo a ofender a alguien. Quizá por el contrario, hablas sin pensar y terminas teniendo un momento incómodo, hiriendo a alguien con tus palabras o siendo incomprendido. Entonces es importante aclarar que ser asertivo, no es ser agresivo o lograr que todo el mundo haga lo que yo quiero.
Tampoco es culpar a otros por mis problemas o responder de manera evasiva.
Ser asertivo es saber hablar a cada cual de la mejor manera.
Sin embargo es posible que todos en algún momento usemos el estilo agresivo y el pasivo, pero no debe ser nuestra base de comunicación. Para ello sería necesario dominarse a uno mismo con dominio propio (2 Pedro 1) para hacer como Jesús cuando respondió a escribas y fariseos, o al entrar en el Templo cuando lo habían convertido en “cueva de ladrones”. O de forma pasiva cuando escribía en tierra cuando acusaban a la adultera, con una sola pregunta que hizo que todos dejaran la piedra: “el que esté libre de pecado, sea el primero en tirar la piedra contra ella” (Juan 8:7), la muer no fue apedreada, y Jesús le pidió que no pecase más y que fuera en paz.
A veces tendremos que usar un estilo más pasivo — agresivo, para ciertas situaciones. Pero nunca faltándole el respeto a alguien o incluso a nosotros mismos.
Encontrar la empatía suficiente para preocuparme por el otro, sin pasar sobre mis propios derechos o principios no es fácil.
Sin embargo, en la Biblia encontramos algunos consejos que nos pueden ayudar en la comunicación con otros:
1- Escoge cómo hablar de acuerdo a tu interlocutor. Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno. Col 4, 6.
Este consejo es interesante porque nos ayuda a comprender que en la comunicación no se debe generalizar a las personas, cada una recibe el mensaje que le estamos dando de manera diferente.
Tal vez con mis amigos de confianza puedo expresarme y hablar de cierta forma que para ellos no es ofensiva u orgullosa.
Si me expreso de igual manera con alguien que no es de mi círculo de confianza, simplemente puedo dar un mensaje totalmente opuesto al que deseaba dar.
Quizás mientras lees estas líneas estás recordando una situación en la que terminaste en un problema, asumiendo una responsabilidad que no debías aceptar, o simplemente haciendo algo que no querías. Si bien no podemos encontrar el estilo exacto para hablarle a cada persona, podemos poner unos lineamientos generales que nos ayudarán a ser más asertivos.
2- Sé humilde y reconoce tu valor propio. Uno de los primeros principio lo encontramos en este versículo: Rom 12, 3 “Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno.” A medida que contemplamos más a Jesús nuestro entendimiento se va transformando a su semejanza hasta que podamos comprender más claramente su voluntad.
Para ser buenos comunicadores necesitamos ser humildes y al mismo tiempo tener buena autoestima, es decir saber el valor que tenemos, pero no creernos mejores que otros.
Esto nos permitirá, escuchar más, ser respetuosos con todos sin importar su rango, edad o profesión; ser cordiales y decir lo que pensamos sin necesidad de entrar a descalificar al otro. En otras palabras saber como responder a cada uno de manera asertiva.
3-Asertividad es aprender a decir no. “Cuando ustedes digan “sí”, que sea realmente sí; y, cuando digan “no”, que sea no. Cualquier cosa de más, proviene del maligno. Mt 5, 37
Si bien el versículo no se refiere a cuando estamos tratando de conversar con alguien, ya que sería bastante aburrido tener una conversación donde solo se responda si o no, nos recuerda algo importante y es que tenemos que aprender a decir no.
Con frecuencia podemos sentirnos mal al negarnos a hacer algo, pero es importante aprender a usar esta palabra para así establecer límites claros y mantener nuestros principios sin importar la situación.
Decir no al jefe o tal vez al esposo(a), al hijo o hija, al nieto o nieta, etc, puede tener consecuencias indeseadas; pero si sabemos que la respuesta correcta en esa situación es no, debemos mantenernos en paz y tratar de ser claros de porque respondemos de esa manera.
De este modo, tal vez la otra persona entienda tu punto de vista y también lo acepte. Es por eso que si no estamos muy acostumbrados a decir no, podemos empezar a practicar con situaciones simples.
Por ejemplo, si alguien te pide que lo acompañes a una diligencia entre semana, o a que vayan de compras; puedes responder tranquilamente “no puedo porque estaré cansada el siguiente día y debo ocuparme de…”, o “realmente no tengo tiempo para ir de compras contigo, pero espero que lo disfrutes”.
Es una manera cordial y sincera de decir no, y si no quieres dar una explicación también puedes dar un simple no con una sonrisa y si deseas podrías proponer una segunda opción.
Lo mismo se aplica para decir sí, que cuando digamos si a una propuesta o una pregunta es porque estamos seguros de que es lo que queremos hacer y no simplemente para complacer a alguien más.
4- Asertividad es tener autocontrol. “Mejor es el lento para la ira que el poderoso, y el que domina su espíritu que el que toma una ciudad.” Prov 16, 32. Este versículo resulta interesante porque muchas veces creemos que las acciones heroicas se limitan a grandes logros, como ganar un proyecto, salvar a alguien de la muerte, alcanzar un título etc.
Pero proverbios nos recuerda que controlar nuestras emociones es tan heroico como conquistar una gran ciudad.
Así que para ser asertivos debemos aprender a ser emocionalmente inteligentes. Si estamos en una situación en la que nuestra mente está nublada por las emociones y no sabemos que hacer, es importante tomarnos un momento para calmarnos antes de responder o actuar, hasta que nuestra mente esté más clara.
Canción
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Junio 2022.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.