Categoría: Liturgias Diarias

El Señor nos pide hacer brillar su fuerza resucitada y resucitadora, el interruptor para que se prenda esa luz es la fe. Somos llamados a ser luz del mundo y a darle sazón bueno para que se realice la transformación de esta sociedad.

“Ahí tienes a tu madre”. Es una invitación que se extiende a todos los creyentes. ¿Cuál ha de ser nuestra respuesta a esa propuesta de Jesús?

Salvando las distancias, Jesús nos dice algo parecido a cualquiera de nosotros: Tú sígueme y que nada, ni nadie, ni la situación de otras personas, te impidan seguirme: “Tú sígueme”
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Simón, hijo de Juan, ¿me amas?” Una pregunta sencilla y muy difícil de responder, auque sabemos que si seguimos fieles, con una fe sólida, bien asentada, escucharemos su invitación: SÍGUEME.

Tres enseñanzas que el texto de hoy nos brinda, nos dice el Padre Yepes en el audio, Unidad, Comunidad y Amor entre todos y así obtendremos la Vida Eterna.

Jesus intercede por sus discípulos, sabe que del mundo, encontraremos odio, y es que la vida espiritual se contrapone con la vid del mundo, por eso pide que nos libre del mal y pide que nos santifique en la Verdad, su Palabra es la verdad.

“Ahora conocen que todo lo que me has dado viene de ti, porque yo les he comunicado las palabras que tú me diste; ellos la han recibido y ahora reconocen que yo salí de ti y creen que tú me has enviado…”

Jesus yo confío en ti. La vida cristiana puede considerarse una milicia. Pero es una lucha bellísima, porque nos da esa alegría de que el Señor ha vencido en nosotros, con su gratuidad de salvación.

Jesus sube al filo luego de cumplir fielmente la voluntad del Padre y por ello alcanzó para nosotros la salvación