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Jesús nos hace esa invitación: ¿Qué quieres tú plantar en esta vida con tus palabras, gestos, acciones?

Hoy que celebramos la Solemnidad de Juan el Bautista, la liturgia nos invita a asumir nosotros la misión de ser servidores suyos.

La liturgia  nos confronta, una vez más, con el Misterio que se encierra en Dios y en su Hijo Jesucristo.

Hoy la liturgia nos invita a poner nuestra confianza solo en Dios, no podemos servir a dos señores.

Hoy la liturgia nos invita a fijar nuestra mirada en el Cielo que es la meta final de la que nos da fiel testimonio San Luis Gonzaga a quien recordamos hoy.

Hoy la liturgia, nos presentan a dos grandes ejemplares de compromiso y entrega: Elias y Eliseo. Y culmina con la oración de todos los cristianos. El Padrenuestro. 

La liturgia de hoy nos lleva a reflexionar sobre la intención que hay detrás de nuestras acciones. 

Hoy la liturgia nos invita a practicar la Misericordia, el distintivo de los cristianos, lo que más nos acerca a comportarnos como Sus Hijos.

La liturgia de hoy, nos ilumina y ayuda a discernir, de modo que no caigamos en la tentación de revestir de religiosidad y justicia, criterios y comportamientos, alejados del evangelio.