- Hch 19, 1-8
- Sal 67
- Jn 16, 29-33
Hoy la liturgia nos invita a los creyentes a tener una vida habitada, a tener valor y esperanza.
La presencia del Espíritu del Señor resucitado es la compañía que desde el inicio del día nos va animando e inspirando para adecuar nuestra vida a la voluntad de Dios Creer es ir en busca de la confianza interior; estar convencidos de la experiencia vivida con Jesús Resucitado. Aunque no siempre esa confianza está llena de valor, pues a veces, el miedo, la persecución, las injusticias y los momentos en que el desasosiego está presente, parecen hacer mella en nuestro espíritu y no nos permite ver claro cuando la confusión se apodera de nosotros; es momento de tener esperanza de que todo lo que tenga un valor eterno en esta vida y en la eternidad viene a través de la obra del Espíritu Santo en nuestras vidas.
En la primera lectura, hemos podido constatar por el discurso de San Pablo que hablar la verdad con denuedo: es una función del Espíritu; es algo que Él hace por medio de Su llenura. El Espíritu de Dios nos permite hablar con valor en medio de la oposición, las amenazas, los riesgos, etc. El texto dice que Pablo estuvo en la sinagoga por tres meses, no solo hablando con franqueza, sino debatiendo. Para debatir o discutir en defensa de la Palabra, necesitamos el discernimiento de Espíritu para separar la verdad del error, para no dejarnos confundir y dejarnos engañar. Pablo también estuvo persuadiendo a aquellos que le escuchaban y nos dice el texto que “les impuso las manos y descendió el Espíritu Santo”
En el Evangelio, Jesús nos anuncia una gran noticia, quiere que tengamos su misma paz, la que el mundo no es capaz de dar. Su paz que no significa ausencia de conflictos, sino que en medio de las circunstancias que vivimos cada día podamos encontrar el sentido y su presencia que lo envuelve todo. La fe nos abre la mirada a cómo la providencia de Dios se manifiesta en medio de la historia y de los acontecimientos.
La paz de Dios es necesaria en nuestros días cuando encontramos tantos espacios de confrontación, de polarización, de violencia verbal y física. La Iglesia en medio del mundo está llamada a ser hogar, a ser encuentro familiar entre las personas, creadoras de fraternidad. Que la paz del Señor nos evite ser creadores de conflictos y de tensiones. Cada persona expresa hacia fuera lo que llena su corazón. Si se instala la paz en nuestras vidas, nos convertimos en testigos de paz y de resurrección.
Con el significativo título, tomado de Rm 5,5: “la esperanza no defrauda”, el Papa ha publicado la bula de convocación del jubileo del año 2025. El mensaje central de este año jubilar es la esperanza, una esperanza que no engaña ni defrauda porque está fundada en la certeza de que nada ni nadie podrá separarnos nunca del amor de Dios.
Hoy el Salmo 67 nos habla también de esperanza: “el Señor desde su templo santo, a huérfanos y viudas da su auxilio; El fue quien dio a los desvalidos casa, libertad y riqueza riqueza a los cautivos.” Mi vida también va, con tu pueblo, de la montaña al Templo, de la promesa a la realidad, de la esperanza a la gloria.
Textos Consutados:
- Folleto La Misa de Cada Día
- Busco Tu Rostro. Autor Carlos G. Vallés
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
- https://cristianismoactivo.org/que-es-lo-que-el-espiritu-santo-hace-por-nosotros-2
- https://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/index.php?i=13-05-2024
- https://laibi.org/el-ministerio-del-espiritu-santo/
- https://oracionyliturgia.archimadrid.org/2024/05/13/no-estoy-solo/
Palabra de Vida Mes de Mayo 2024. “Quien no ama, no ha conocido a Dios porque Dios es Amor.” 1Jn 4, 8
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Mayo 2024.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.