?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
https://youtu.be/qCc9BqzU_rU
- Núm 21, 4-9 o bien Filp 2, 6-11
- Sal 77
- Jn 3, 13-17
Hoy celebramos La Santa Cruz, y nos explica el Papa Francisco, que la Cruz, “nos enseña que en la vida hay fracaso y victoria. Debemos ser capaces de tolerar las derrotas, de soportarlas con paciencia, las derrotas, incluso de nuestros pecados porque Él ha pagado por nosotros. Tolerarlos en Él, pedir perdón en Él, pero no dejarnos seducir nunca por este ‘perro encadenado’. Hoy será bueno que en casa nos tomemos 5, 10, 15 minutos frente al crucifijo, ya sea el que tenemos en casa o delante del crucifijo del rosario: míralo, es nuestro signo de derrota, que provoca las persecuciones, que nos destruyen, pero sobre todo, es nuestro signo de victoria porque allí el amor de Dios ha vencido para siempre a Satanás, al pecado y a la muerte
Parafraseando a D. Félix Garcia O.P., meditamos en esta primera lectura y es que parece que esté escrito para estos días, pues también ahora como el pueblo en aquel entonces, tendemos a hablar mal de Dios y de sus enviados porque las serpientes del momento: pandemias, epidemias, hambre, desastres naturales o provocados, etc, nos están mordiendo constantemente, o al menos nos sentimos mordidos.
Hoy nos quejamos porque los cambios climáticos nos están castigando fuertemente. Reclamamos a Dios porque el calor veraniego no llega, porque el calor que ha llegado nos ahoga o porque no hace ni frío ni calor y la monotonía nos aburre y necesitamos protestar por algo. Todo menos reconocer nuestra aportación a este estado de cosas.
Dios sigue ahí y nos bastaría mirar el estandarte, la gran serpiente de la ambición, del odio, de la envidia, del orgullo y la prepotencia para reconocer nuestro pecado y corregirlo y sanar. Pero, ¿lo hacemos así? ¡Pues no! Preferimos mirar a la Cruz de Cristo y pedirle que nos libre de los males, -pero que lo haga él, que no nos moleste en nuestra acomodada vida-, en lugar de ponernos manos a la obra y quitar del medio en que nos movemos, tantas serpientes venenosas que estamos criando y terminarán acabando con nuestra salud y nuestra propia vida.
Sin embargo, parece que nos cuesta un poco ver a Jesús como salvador, muy fácilmente nos olvidamos que como nos dice San Pablo en la carta a los filipenses, “Cristo se anonadó a sí mismo, tomando la condición de siervo y se hizo semejante a los hombres.”. Qué triste que hoy algunos estemos tan imbuidos de nuestra posesión de la verdad, que somos capaces de juzgar y condenar sin medias tintas. Y que del diálogo de Jesús con Nicodemo que acabamos de leer en el evangelio, parece que se nos empiezan a borrar los últimos versículos y olvidamos que Dios no envió al Hijo para condenar, sino todo lo contrario. Y nosotros, tan fácilmente, salvamos y condenamos de acuerdo con nuestros criterios, nuestras ideas o –peor aún- nuestros prejuicios.
Somos propicios a mandar al infierno a todos los seres humanos que vamos encontrando a lo largo de nuestra vida. Siempre, bueno, casi siempre, encontramos en nosotros mismos el molde para medir y pesar a los demás. Nos miramos a nosotros mismos y, claro, la serpiente de la intolerancia nos muerde y no somos capaces de ver la cruz salvadora revelándose en lo alto. Somos incapaces de ver la cruz como puente de enlace y la miramos como frontera que pocos podremos cruzar. Pensamos que solo los santos tendremos opciones a pasar. Todo menos ver con claridad el mensaje de esperanza salvadora, ¡para todos! de Cristo.
Cristo, el Salvador colgado del madero no está ahí para otra cosa que para salvar. De ninguna manera está para condenar. Tiene los brazos abiertos para abrazar, no para amenazar. A nosotros corresponde verlo y transmitirlo así, predicar que Cristo es vida y salud, no piedra de condenación. Dejemos al Dios juzgador y castigador inmisericorde, que no existe, y veamos siempre al Dios que nos ama y busca nuestra compañía, nuestra salvación y es la fuente del amor que nosotros debemos vivir y repartir/compartir con la creación entera.
Palabra de Vida Mes de Setiembre 2021
“El que quiere ser el primero, debe hacerse el último de todos y el servidor de todos” (Marcos 9, 35) https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
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Recopilado por Rosa Otárola D, /
Setiembre 2021
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.