En aquel tiempo, Zacarías, padre de Juan, se llenó de Espíritu Santo y profetizó diciendo:
«“Bendito sea el Señor, Dios de Israel”, porque ha visitado y “redimido a su pueblo”, suscitándonos una fuerza de salvación en la casa de David, su siervo, según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas.
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos y de la mano de todos los que nos odian; realizando la “misericordia que tuvo con nuestros padres, recordando su santa alianza” y “el juramento que juró a nuestro padre Abrahán” para concedernos que, libres de temor, arrancados de la mano de los enemigos, le sirvamos con santidad y justicia, en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo…Lc 1
Señor Dios, Padre nuestro que estás en el cielo, tú nos has enviado al Salvador, quien ha nacido para traer gran alegría a todos los pueblos. Pedimos que tu nombre sea bendito, alabado y glorificado. Tu que te hiciste hombre en la persona de Jesucristo, te damos gloria y honor, te adoraramos y te damos gracias por venir a nuestro mundo a llenar nuestras vidas.
Bendícenos en este día tan especial en el que esperamos con gran alegria y esperanza el nacimiento de tu Hijo. Ayúdanos a preparar nuestros corazones para recibir al Niño Jesús con amor, con alegría y esperanza.
Dale al mundo la paz que solo tú puedes dar, paz que se inicie desde nuestros corazones y contagie a los que nos rodean. Permite que tu favor se apoye sobre nosotros, para poder aguantar nuestros sufrimientos en la tierra. Nosotros y cada uno de los que nos han pedido intercedamos por sus necesidades que tu ya conoces, necesitamos tu amorosa ayuda para permanecer firmes interiormente hasta que todo el mundo pueda ser alcanzado por el mensaje: “Ten fuerza en la gracia de Cristo Jesús”
Amén.
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Diciembre2020
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.