Señor, te agradezco por tener paciencia conmigo, por confiarme muchos talentos y por las muchas muestras de amor que has puesto en mi camino. Tú vigilas mis pasos, atiendes mis ruegos en la necesidad y vienes a fortalecerme en el momento de la prueba cuando se me gastan las fuerzas.
Los que vivimos tu Palabra, debemos de vivir confiado en tu providencia y no podemos elegir otros caminos que no sea el de tu perdón y reconciliación. Ayúdame a ser coherente, a ser testimonio vivo de tu verdad, aunque signifique que deba sufrir rechazos y habladurías hasta de los míos.
Aunque sea odiado a causa de tu Nombre, Tú me consuelas y me aseguras que si persevero hasta al final gozaré Contigo la salvación. Creo en tus promesas, por ello proclamaré siempre tu Nombre y tus obras. Aunque habite como oveja en medio de lobos, sé que tu gracia me respalda. Dame la fuerza para resistir y perseverar, para aprender a perdonar y pedir perdón a aquellos que me persiguen a causa de mi fe en ti.
Guía mi corazón con el Espíritu Santo para ser decidido y valiente. Aunque camine por valles oscuras no temeré, porque me cubren tu fuerza y poder. Que tu presencia me inunde de alegría y esperanzas y me impulse a vivir abierto a las nuevas oportunidades y manifestaciones de tu amor. Amén
Propósito para hoy
Rezaré un misterio del Santo Rosario pidiendo por el arrepentimiento de las personas que ofenden a Dios (Yo también me cuento) Finalizar profesando la fe con el Credo de Nicea
Frase de reflexión.
“La fe o es misionera, o no es fe. La fe siempre te lleva a salir de ti mismo. La fe debe ser transmitida; no para convencer, sino para ofrecer un tesoro. Pidamos al Señor que nos ayude a vivir nuestra fe de este modo: una fe de puertas abiertas, una fe transparente”. (Papa Francisco, 9.07.2020).
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Julio 2020
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.