La Liturgia nos invita a recordar que somos Templo del Espíritu Santo, lo recibimos en el Bautismo y lo ratificamos en la Confirma. Y que el Espírtu Santo nos guía para ser comunidad.
Terminamos el Tiempo de Pascua; la Gracia de Dios se ha derramado sobre cada uno de nosotros y eso nos da nuevas fuerzas para caminar en la verdad y evangelizar en todo momento,
La liturgia nos invita para que desde nuestra fragilidad confesemos nuestro Amor al Señor y reafirmemos nuestro compromiso con la misión que nos ha encomendado.
Hoy que recordamos a San Isidro Labrador, la liturgia nos invita practicar la justicia, la lealtad y la humildad y a construir nuestra vida espiritual sobre la seguridad de su Palabra