La liturgia de hoy nos indica la importancia de la Palabra de Dios para reflexionar y alimentar nuestra fe y así anuciar el Evangelio con la palabra y, antes aún, con la vida, es la finalidad principal de cada uno.
Hoy les invito a que reflexionemos sobre como el cuerpo se expresa por sintomatología por la que nos dice claramente que está pasando a nivel emocional y cómo solucionarlo.
La liturgia de hoy nos invita a no desanimarnos en nuestras luchas por mantener viva nuestra fe en Cristo y a fortalecernos para dar siempre lo mejor de nosotros dondequiera que El lo necesite.