La liturgia de hoy nos enseña que no es la permisividad de los Corintios, ni la rigurosidad de los escribas y fariseos, sino la fe es la que nos devuelve al buen camino.
Hoy el Señor nos invita nuevamente a considerarnos sus servidores y administradores fieles y justos, para ello nos insta a disfrutar de su presencia, “mientras el esposo está…”
Jesús nos anuncia en la liturgia que ha sido enviado a anunciar el Reino d Dios y esta misión, como sus servidores, debemos continuarla cada uno de nosotros, como El nos lo encomendó.