Buenos días Padre Santo, Dios Todopoderoso y lleno de Misericordia. Te alabamos y te bendecimos a Ti Dios Rey Celestial, Dios Hijo redentor del mundo, Dios Espíritu Santo. Gracias por el don de la vida, gracias por tantas bendiciones que derramas sobre nosotros y tantas veces no somos conscientes de ellas: por el amanecer de cada día, por el silencio que nos permite meditar y percibir Tu presencia dentro de nosotros, pero también en el canto de los pajaritos, por la brisa sobre nuestro rostro que nos recuerda como te le manifestaste a Elias en el desierto, por las montañas, los árboles, las flores y los frutos, por los ríos, lagos y mares, por tanto te doy gracias Señor.
Conscientes dé nuestros pecados, te pedimos, a Ti que siempre nos esperas y nos acoges cuando arrepentidos acudimos a Ti. Tu que “proteges el camino de los justos, pero el camino de los impíos acaba mal. Sal 1”; míranos como tus hijos, y concédenos el perdón por nuestros pecados y ayúdanos a poder sentirnos guiados por ti el bien supremo del tiempo y la eternidad, aun si tenemos que negarnos a nosotros mismos y hacer grandes sacrificios, y tener la esperanza de que tú sigues siendo nuestro tesoro, nuestro amor y nuestra alegría, pues nos prometes en Tu Palabra de hoy: “Esto dice el Señor, tu libertador, el Santo de Israel: «Yo, el Señor, tu Dios, te instruyo por tu bien, te marco el camino a seguir.” Is 48…
Danos fuerza para que como un pueblo reunido en Tu nombre y listo para servirte sólo a ti, nos dejemos guiar por tu Espíritu y confiemos enteramente en Ti cada vez que no entendamos lo que debemos hacer, como Maria, pronunciar el “Hágase’.
Abríganos siempre con tu ayuda y permítenos verte en cada acto que realizamos, en cada palabra que salga de nuestra boca y en cada pensamiento que alberguemos en nuestra mente.
Porque tú eres nuestro Dios, el Todopoderoso y tú encuentras la manera de ayudarnos en todo lo que te pedimos, te presentamos nuestra vida para que tu nos bendigas, nuestra familia para que siempre hagamos Tu Voluntad, nuestro trabajo de este día para que todo lo que hagamos sea para Gloria y honra Tuya. A nuestro país, para que nuestros funcionarios públicos tengan conciencia de que son nombrados para regir con sabiduria y guiados por Ti el destino de tantos que están necesitados de estabilidad económica, política y social. Te presentamos a nuestra Iglesia, muy especialmente al Papa para que lo sigas bendiciendo y protegiendo cada dia; y a todos aquellos que nos han pedido oremos por su salud física, espiritual y/o emocional, por aquellos que están sin trabajo y por aquellos que se han alejado de Ti, para que nuestras oraciones en este Adviento sean escuchadas por esos corazones que se han cerrado y sean transformados para la Gloria Tuya. Todo esto te lo pedimos en el nombre de Jesucristo, el que vive y reino contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos
Amén.
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Diciembre2020
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.