Juan 10:14:16 “Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen… Mis ovejas oyen mi voz…y me siguen”
Si somos seguidoras de Cristo, hemos escuchado Su voz, hemos sentido que El habla a nuestro corazón o en nuestra mente, sino es así, entonces hay serios indicios de no ser una seguidora de Él porque Jesús dijo: : “Los que son míos, me conocen y me escuchan”.
Es necesario aprender a escuchar la voz de Dios, porque:
-Me asegura de que soy Su hijo: Se que tu reconoces rápidamente la voz de mi padre, o tus hijos cuando tu llamas a casa te reconocen inmediatamente. El deseo más íntimo de Dios es que seamos parte de una familia con el dónde hay una relación, donde yo le escucho a Él y el me escucha a mí.
-Me advierte de mis Errores: Si escuchamos a Dios, él nos da una alerta de lo que vendrá más adelante para no meternos en líos. Si realmente escuchamos nos da revelación y nos libra de peligros o situaciones difíciles.
Dios le dijo a Job: “Dios habla al oído de los hombres…para apartarlos de sus malas obras y prevenirlos contra el orgullo” (Job 33.16-17).
-Nos conduce a prosperar: Dios no solo quiere ser “el que te libra del mal” para sacarte cada vez de líos, Dios quiere ser tu “protector” y tu “consejero” para bendecirte
Mayor dependencia de Dios será mayor el éxito, conocer a Dios es estar en una relación permanente e íntima con El
¡Aprender a oír la voz de Dios, es la solución a mil problemas! También es la clave para descubrir nuestro destino y alcanzar potencial.
Su Voz es Amor, poder, sanidad, sabiduría, gozo.
Vivimos en una cultura en la que todos queremos hacernos oír, aunque tengamos poco que decir. Y eso se debe a que no nos dedicamos a escuchar, sobre todo a Dios.
Cada una de nosotras necesita encontrar su propia voz. Y por voz me refiero a ese mensaje único que Dios quiere hablar a través de nuestras vidas. Pero para encontrar nuestra voz ¡primero tenemos que escuchar Su Voz!
En 1 Sam 3, 9, nos dice: “Habla Señor, que tu siervo escucha” La Voz de Dios es poderosa, pero su voz es también todo-amorosa. Te aseguro que el Padre celestial está pronunciando sobre nosotros lo mismo que expresó sobre Jesús en el Bautismo: “Este es mi Hijo amado; yo estoy complacido con él “.
Dios te ama de manera especial. Solo tienes que escucharlo y dejarte amar.
La voz humana sirve bastante bien a un propósito: la comunicación verbal . Por eso solemos pensar en la voz de Dios siguiendo la misma pauta. Pero su voz es mucho más que palabras audibles comunicadas en lenguaje humano. Dios usa su voz para hablar, pero también para sanar y revelar; para dar convicción y crear; para otorgar gracia. Para poder apreciar del todo solo hay que compararla y contrastarla con la voz humana.
¿Habla Dios de manera audible? ¡Claro que sí ! Pero eso es solo la fracción más pequeña de su rango vocal. Dios habla miles de millones de dialectos, incluído el tuyo. No siempre oímos lo que en realidad nos está diciendo. ¿Por qué sucede esto? Porque todo lo oímos pasándolo por el filtro de nuestras propias historias, personalidades, etnias u tecnologías.
Su capacidad para hablar sobrepasa en mucho a la nuestra para oír lo audible. Lo que hoy vemos son sus palabras. Su voz nos rodea por todas partes, ¡en todo momento!
Dios es lo suficientemente grande como para hablar a través de puertas, sueños y personas. Está lo suficientemente cerca como para hablar a través de los deseos, invitaciones sutiles y del dolor.
Es impórtenla aprender a escuchar la voz de Dios y luego haz lo que te diga. Tal vez se trate de algo diferente. O quizá se trate de hacer exactamente lo que estas haciendo, pero con una actitud distinta.
En ocasiones, un mínimo cambio en la escena es una gran ayuda para que podamos oír a Dios de forma novedosa. Lo mismo sucede cuando hacemos algo que nunca antes hicimos.
Tienes que atreverte a ser diferente, lo que incluye escuchar de manera diferente, vamos a aprender algunos lenguajes por los que Dios nos habla.
Primer lenguaje .
Lenguaje de las Escrituras . Leer la Biblia constituye una de las mejores prácticas espirituales y no hay mejor forma de aprender a distinguir la voz de Dios y responder a ella para que nuestra relación con El sea cada vez más íntima.
La capacidad de Dios para hablar en señas o señales no tiene límites . El Espíritu Santo,les dará vida en su momento. Esta es una de las formas en que Dios susurra; a veces es un pensamiento que se te cruza por la mente. O una sutil invitación a dar el paso (a entrar o salir de algo) en fe. En ocasiones será diciendo la palabra correcta en el momento correcto. Puede tratarse de algo tan obvio como un arbusto en llamas (Ex 3, 1 ss) Los estudiosos se han preguntado ¿por qué Dios escogió para hablar con Moisés un espino en el desierto? Y han concluído que la razón es que el espino, nunca fue usado o maltratado como objeto de culto, era puro e inmaculado, y las naciones del mundo no lo utilizarían como idlolatría.
Algo tan sutil como un susurro. Nos dice el libro de Reyes que Elías estaba esperando escuchar la voz de Dios. Pasó un gran viento huracanado pero el Señor no estaba en el viento; luego vino un terremoto, pero el Señor no estaba en el terremoto; vino un gran fuego, pero el Señor no estaba en el fuego. De repente se escuchó una suave brisa, casi imperceptible y sólo allí es que estaba el Señor (1 Rey 19:11-13). Dios nos habla en el silencio, ese es su idioma, pero le tenemos miedo al silencio.
Pero en general, Dios habla a través de encuentros divinos y momentos designados por El.
La palabra de Dios es más extensa que la memoria, más eficaz y es más fuerte que la imaginación más dinámica.
El profeta Isaías dijo que la Palabra de Dios no vuelve vacía (Is 55, 11)) Que sea nuestro fundamento. Y mejor aún que sea nuestra vida activa. Oír la Voz de Dios comienza con el don de vida. Si quieres oír la quieta y dulce voz de Dios, la clave es permanecer y la clave final para oir es el hacer. Oír sin hacer es, en el mejor de los casos, vivir de oídas . Y en el peor de los caso, es hijpocrecía. Podemos hacer más que eso. Tenemos que hacer más que eso. Cuando los que oyen la Palabra se convierten en hacedores , vendría el Reino de Dios y se haría su Voluntad. Solo hazlo. Luego ¡ve lo que Dios hace!
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Agosto 2024.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.