El Señor es mi refugio, lo invoqué y me libró. Me salvó porque me ama. Sal 17.
Pete Wilson en el libro Plan B afirma que “la Todos hemos tenido sueños, metas y expectativas que, por diversa razones, se han hecho realidad. Los planes fracasan. Las expectativas quedan en nada. Las personas en quienes confiamos nos defraudan, o nos sentimos defraudados con nosotros mismos. Los sueños se hacen trizas o se escabullen…
Algunas veces, nuestras desilusiones son, con toda claridad nuestra culpa: tomamos una mala decisión o seguimos el camino equivocado. A veces, la culpa recae en las malas decisiones de otra persona. Otras veces francamente, es un poco de ambas.
Y entonces, están las veces cuando, la vida simplemente: parece hacerse pedazos sin ninguna explicación. Parece realmente al azar…
Lo que sea que hayas deseado para tu vida, si eres cristiano, tal vez también asumiste que Dios lo quería para ti…El problema es que lo que asumiste no es necesariamente lo que ocurrió… estas frustrado. O herido. O furioso. O todo lo anterior…
La mayor lucha para mi es que Dios sí existe, sin embargo, también existe mucho dolor y sufrimiento.
¿Qué haces cuando Dios no se revela de la forma en que pensaste que lo haría?
Voy a pedirte que no emitas juicios. Te pido que mantengas tu mente abierta… es posible que te sorprenda dónde terminas…
En una ocasión leí una aseveración que realmente me impactó: “Si no cambias tus creencias, tu vida será siempre como es ahora. ¿Es esa una buena noticia?
Probablemente estas en una encrucijada crítica en tu vida, en la que estas tratando de responder la pregunta ¿y ahora qué?, o la interrogante ¿por qué esta pasando esto? Una cosa de la que sí te has dado cuenta es que algo tiene que cambiar. Necesitas respuestas. Necesitas cambiar algunos patrones. Tu esperanza necesita ser renovada.
2 Cor 4, nos habla que por tanto no desfallecemos, antes bien, aunque nuestro hombre exterior va decayendo, sin embargo nuestro hombre interior se renueva de día en día. Pues esta aflicción leve y pasajera nos produce un eterno peso de gloria que sobrepasa toda comparación, al no poner nuestra vista en las cosas que se ven, sino en las que no se ven; porque las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.
Es este, entonces el momento de orar: Amado Padre que estás en el cielo, te damos gracias porque podemos ser tus hijos. Te agradecemos que por medio de tu Espíritu nuestros corazones pueden entender que somos tus hijos.
Aun cuando todo a nuestro alrededor se vuelve difícil y somos asediados por la oscuridad, seguimos siendo tus hijos. Aun cuando a menudo no vemos cómo continuar y parece que nos despojan de todo, no dejamos de ser tus hijos. Incluso cuando el pecado y la muerte nos rodean y nos acusan de estar equivocados, todavía somos tus hijos. Como hijos tuyos nos encomendamos en tus manos. En toda nuestra vida, en todo nuestro trabajo y actividades, vivimos de lo que recibimos de ti y nos regocijamos en Cristo nuestro Salvador. Amén.
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Mayo 2021
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.
Bibliografía:
Primera referencia
Segunda referencia
Tercera Referencia