Feliz inicio de semana queridos lectores. Estamos terminando el mes de la Biblia y por todas partes se publican artículos y videos fomentando su lectura y uso en la vida espiritual e incluso en aspectos de la vida que parecen no tan espirituales y más bien domésticos. Como sea, estamos todos de acuerdo que la Palabra de Dios es un recurso fundamental, quizá el más importante, al momento de enfrentar la vida como “Dios manda”.
Pero esto puede conllevar algunos vicios y errores, pues es de acuerdo universal que este no siempre es un texto de fácil comprensión e interpretación y su uso, muchas veces fuera de contexto, puede significar menudos errores tanto teológicos como en la vida práctica.
No se trata de ponernos a escribir un libro sobre un libro (aunque los hay y muchos), sino que dar algunas ideas para que la lectura, estudio y meditación de la Palabra de Dios, sea provechosa para todos y que al mismo tiempo, sean las Sagradas Escrituras nuestro mejor recurso a la hora de hacer apostolado. Por eso quiero compartir algunas máximas al momento de enfrentar el estudio serio, la oración sincera y la meditación de la vida frente a la Biblia. Hoy nos referiremos a la primera:
1. El error de comenzar por el principio
La BIBLIA, no es un simple libro. Es una biblioteca de 73 libros. Son muy diferentes unos de otros, tienen estilos muy distintos, fueron escritos en épocas muy distantes y en situaciones muy diferentes.
Imagínate llegando a una biblioteca como esa y empezando a leer el primer libro que encuentras en el estante, pasando al segundo y así en adelante. ¡Esa lectura no puede funcionar!
Parece obvio pero no lo es. Si uno desea disponerse al estudio serio de la Palabra de Dios y su lectura con un corazón orante, no siempre es buena idea comenzar por el libro del “Génesis”.De hecho, muchas veces regalamos Biblias a nuestros amigos que comienzan su camino en la fe e ingenuamente nuestra indicación es llevarlos a las primeras páginas.
Primero, el Génesis no fue de los primeros libros en escribirse, solo está ahí por una cosa pedagógica. Al mismo tiempo el libro del Génesis está lleno de lenguaje simbólico, que incluso muchas veces se contradice. Siendo así, la mayoría de los especialistas recomiendan acercarse a la Biblia desde los Evangelios, las cartas de los apóstoles y lo último que sean los libros del Antiguo Testamento.
Entonces, ¿en qué orden hay que leer los libros de la Biblia?
Es necesario un Plan de lectura. Al principio, hay muchas cosas que no se entienden, lo que es muy natural. También en la lectura de una novela pasa eso. ¡No te pares por eso, prosigue!
Elige un plan de lectura: A medida que se va leyendo, las cosas se van aclarando. Es una regla de oro: la Biblia se explica por sí misma. Por eso, es tan importante un plan de lectura.
Existen varios planes de lectura. Todos ellos son buenos, porque se basan en un principio. Aquí presento un plan concreto. Está destinado a aquellos que desean empezar a leer la Biblia y no tienen otros recursos, que no sean conocer la Biblia a través de ella misma.
Según un artículo extraído del libro ‘A Bíblia no meu dia-a-dia‘ de monseñor Jonas Abib, nos propone a continuación un orden concreto para leer la Biblia, empezando por el Nuevo Testamento.
Plan de lectura del Nuevo Testamento:
1 1ª Carta de San Juan (2 veces)
2 Evangelio de San Juan
3 Evangelio de San Marcos
4 Las pequeñas cartas de San Pablo: Galatas, Efesios, Filipenses, Colosenses, 1ª y 2ª Tesalonicenses, 1ª y 2ª Timoteo, Tito, Filemón
5 Evangelio de San Lucas
6 Hechos de los Apóstoles
7 Carta a los Romanos
8 Evangelio de San Mateo
9 1ª y 2ª Carta a los Corintios
10 Hebreos
11 Carta de Santiago
12 1ª y 2ª Carta de San Pedro
13 2ª y 3ª Carta de San Juan
14 Carta de San Judas
15 Apocalipsis
16 1ª Carta de San Juan (3ª vez)
17 Evangelio de San Juan (2ª vez)
¿Por qué comenzar por la 1ª carta de San Juan?
La primera necesidad de un cristiano es tener la certeza de su salvación. Es saber que Dios le ama y le ha elegido. Gratuitamente, sin ningún merecimiento. Dios te puso en la lista de esos a los que quiere salvar. ¡Fue una elección gratuita! ¡Amorosa! ¡Sin merecimiento! Saber eso nos da la certeza de la salvación. Y todo cristiano la necesita.
De los 73 libros de la Biblia, sólo esa pequeña carta fue escrita con ese propósito: darnos la certeza de la salvación. En la conclusión de su carta, San Juan dice: “Les he escrito estas cosas, a ustedes que creen en el nombre del Hijo de Dios, para que sepan que tienen la Vida eterna” (1 Jn 5, 13). Leyendo y releyendo, te vas convenciendo de esta feliz realidad: ¡Estas salvado! ¡Eres elegido!
Lecturas de los libros del Antiguo Testamento
“Que el libro de esta Ley nunca se aparte de ti: medítalo día y noche, para obrar fielmente en todo conforme a lo que está escrito en él. Así harás prosperar tus empresas y tendrás éxito” (Josué 1,8).
Una recomendación es comenzar la lectura por los tres libros sapienciales: Sabiduría, Eclesiástico y Proverbios. Son libros muy próximos al Nuevo Testamento y fuentes de ricas enseñanzas.
Lee, al mismo tiempo, el libro de los Salmos. La puerta de entrada del Antiguo Testamento son los Salmos. Haz de ellos tu libro de cabecera.
En cualquier caso, lo que quiero acentuar aquí es que tienes que trabajar con los Salmos independientemente de algún orden específica. Siempre que te sientas impelido a ello, lee un Salmo. Haz tu diario sobre él, sin miedo a interrumpir el trabajo que estés haciendo en ese momento.
El Salmo es como la fruta: la comemos a cualquier hora, sin importar las comidas. Y nunca hace mal. Siempre hace bien.
Aparte de ello, los libros del Antiguo Testamento deberían leerse en orden cronológico: desde los orígenes hasta la venida de Cristo.
Plan de lectura del Antiguo Testamento
1 Génesis 24 Esdras
2 Éxodo 25 Nehemías
3 Números 26 Ageo
4 Josué 27 Zacarías
5 Jueces 28 Isaías (56-66)
6 1° Samuel 29 Malaquías
7 2º Samuel 30 Joel
8 1º Reyes 31 Jonás
9 2º Reyes 32 Rut
10 Amós 33 Tobías
11 Oseas 34 Judit
12 Isaías (1-39) 35 Ester
13 Miqueas 36 Eclesiástico
14 Nahúm 37 Cantar de los Cantares
15 Sofonías 38 Job
16 Habacuc 39 Eclesiastés
17 Jeremías 40 1º Macabeos
18 Lamentaciones 41 2º Macabeos
19 Ezequiel 42 Baruc
20 Abdías 43 Daniel
21 Isaías (40-55) 44 Sabiduría
22 1º Crónicas 45 Levítico
23 2º Crónicas 46 Deuteronomio
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Setiembre 2021
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.