- 1 Re 18, 20-39
- Sal 15
- Mt 5, 17-19
Hoy la liturgia nos habla de la indecisión. Me parece que la pregunta de Elías al Pueblo de Dios es tan válida hoy como lo fue entonces: “¿Hasta cuándo van a andar indecisos? Si el Señor es el verdadero Dios, síganlo; y si lo es Baal, sigan a Baal”. Hoy nos encontramos con un pueblo cristiano que se ha ido tras los nuevos “Baales. El miedo, especialmente el miedo al hombre, nos abre a la manipulación de los demás y puede hacernos innecesariamente faltos de determinación. Pilato es un ejemplo muy claro y espantoso de indecisión porque sabía lo que había que hacer. “Él sabía”, nos dice Mateo 27:18, “que fue por envidia que le habían entregado”. Al menos dos veces declara: “No hallo en él ningún delito” (Juan 18:38; 19: 4). Sin embargo, Pilato se tardó, dudó, se escondió, quiso desviar la culpa y, finalmente, lo mató de todos modos. La raíz de la indecisión de Pilato es la raíz de la indecisión más pecaminosa: “Pilato, queriendo satisfacer al pueblo… lo entregó para ser crucificado” (Marcos 15:15). El miedo al hombre hizo que Pilato se inclinara ante la turba.
El profeta nos invita a tener la certeza de quien nos fiamos, el Dios verdadera que puede cambiar corazones. La prueba de que el Señor es Dios para nosotros ya no es el fuego que consume los sacrificios. La prueba de que el Señor es Dios la hemos visto en nuestras vidas. Nuestra historia está plagada de evidencias de su Misericordia y Providencia que nos hicieron exclamar: ¡El Señor es Dios! Del mismo modo que también hemos experimentado en multitud de ocasiones la vacuidad de los dioses de este mundo a los que hemos adorado sin que lograran hacernos felices.
Es bello ver como Jesús dice en el Evangelio de hoy que no se quitará ni una sola tilde de la ley.y es porque a Dios le gusta el desarrollo, no la demolición. No el borrón y cuenta nueva, que nos decían en la infancia, sino un nuevo paso adelante, “no eran que he venido a abolir la ley o los profetas: no he venido a abolirlos, sino a darles plenitud”. El revolucionario es aquel que atenta contra lo establecido, porque en el fondo tiene alma puritana que no admite que haya habido errores en el pasado. Jesús no era un revolucionario, el Dios encarnado conoce al ser humano muy bien, sabe que su trayectoria deja mucho que desear, pero no nos suelta de la mano. Cuando leemos el pasaje de la genealogía humana de Jesús, caemos en la cuenta de que muchos de sus antepasados habían sido prostitutas y gente violenta. Nuestro Dios no nace de un nenúfar (flor de loto) en medio de un lago, sino de las extrañas de Nuestra Madre. Pero detrás de su pureza, está una humanidad muy herida por el pecado original. Y el Señor cargará con todo ello.
La vocación divina del Señor es la de restaurar al ser humano, darle plenitud. El Señor vuelve una y otra vez a poner sus manos sobre nosotros para devolver la imagen y semejanza que hemos desfigurado con nuestras elecciones. Y así vivimos, de dejarnos hacer por el Restaurador.
Había quien decía que Jesús «cambiaba esta ley», nos explica el Papa Francisco, Él, en cambio, buscaba hacer entender que se trataba de un camino que conduciría «al crecimiento», es más, a la «plena madurez de esa ley. Y decía: Yo vengo a dar cumplimiento. Así como el brote que “despunta” y nace la flor, así es la continuidad de la ley hacia su madurez. Y Jesús es la expresión de la madurez de la ley».
Terminamos con el Salmista pidiéndole al Señor que nos exnseñe el camino de la vida, ue nos sacie de gozo en su presencia y de alegría perpetua junto a El.
Textos Consultados:
- Folleto La Misa de Cada Día
- https://www.vatican.va/content/francesco/es/cotidie/2013/documents/papa-francesco_20130612_progresismo-adolescente.html
- https://oracionyliturgia.archimadrid.org/2024/06/12/nada-de-abolir-a-dar-plenitud/
- https://volvamosalevangelio.org/como-el-miedo-al-hombre-nos-paraliza-y-nos-lleva-a-la-indecision/
- https://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/index.php?i=12-06-2024
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
Palabra de Vida Mes de junio “El Reino de Dios es como un hombre que echa la semilla en la tierra: sea que duerma o que se levante, de noche y de día, la semilla germina y va creciendo” (Marcos 4, 26 – 27)
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Junio 2024.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.