- 1 Cor 5, 1-8
- Sal 5
- Lc 6, 6-11
Uno de los grandes peligros y retos a la vez que tenemos que enfrentar hoy en día es la: Permisividad. Nos hemos acostumbrado a ver con “normalidad” muchas situaciones, sobre todo de tipo inmoral, que las consideramos o corremos el grave riesgo de considerarlas normales e incluso buenas.
San Pablo, nos revela que esto no es nuevo, ya sucedía en Corinto, a quienes él, celoso de la salvación de todos aquellos a los que había iniciado en el camino del Evangelio, los reprende con fuerza, y con intolerancia.
La invitación es a “no aceptar tales situaciones” a que sea manifiesta nuestra posición contra todo lo que impide la salvación del hombre y que está al margen de la moral cristiana. Es la invitación a orar por tales personas, incluso por aquellas de quien depende que esto se siga tolerando y propagando, a fin de que ellos también cambien su “levadura de vicio y de maldad por una de sinceridad y de verdad”.
Señor, guíame con tu justicia. Eso suplicamos a Dios, con el salmista. Le pedimos a él que nos guíe con su justicia. Pues teniendo que ser imitadores de Dios como hijos queridos, la justicia de Dios ligada a su santidad, a su bondad, a su misericordia, se convierten en el núcleo del estilo de existencia y vida que brotan del encuentro con el Señor. Dios no aprueba los procedimientos que alejan de él, sino que invita a actuar como él. Dios detesta la maldad por omisión o comisión, pero quiere la salvación de todos y por todos y para todos envió a su Hijo al mundo, para que se salve por medio de él.
El relato de Lucas, nos explica el Papa Francisco, sitúa ante los ojos una doble esclavitud: la del hombre «con la mano paralizada, esclavo de su enfermedad» y la «de los fariseos, los escribas, esclavos de sus actitudes rígidas, legalistas». Jesús «libera a ambos: hace ver a los rígidos que aquella no es la vía de la libertad; y al hombre de la mano paralizada le libera de la enfermedad». ¿Qué quiere demostrar? Que «libertad y esperanza van juntas: donde no hay esperanza, no puede haber libertad».
La obediencia de la fe manifiesta la fuerza de la palabra. Hizo lo que Jesús le pidió y quedó su mano restablecida. La fe en Jesús es la que sana, salva y devuelve al buen camino.
Textos Consultados:
- Folleto La Misa de Cada Día
- https://www.vatican.va/content/francesco/es/cotidie/2013/documents/papa-francesco_20130909_jesus-esperanza.html#:~:text=«No%20se%20trataría%20de%20esperanza,al%20tema%20de%20la%20libertad.
- https://www.dominicos.org
- https://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/index.php?i=09-09-2024
Palabra de Vida Mes de Setiembre. “Pongan en práctica la Palabra y no se contenten sólo con oírla, de manera que se engañen a ustedes mismos” (Santiago 1,22) https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida/
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Setiembre 2024.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.