?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
- Jon 4,1-11
- Sal 85
- Lc 11,1-4
La liturgia nos ilumina hoy sobre un sentimiento que aun los cristianos estamos tentados de experimentar: el coraje contra un Dios que es INFINITAMENTE BUENO Y MISERICORDIOSO. Nos gustaría (cuando no somos nosotros o algún ser querido los que están involucrados), que todos aquellos que violan, asaltan, que todos aquellos que hacen el mal, pasaran el resto de su vida en la tierra de la manera más miserable posible y que finalmente fueran expulsados al infierno para que ahí sufrieran por toda la eternidad en pago por lo que hicieron, pero nosotros sus discípulos, estamos llamados, más bien, a orar por todos ellos para que abran su corazón y se conviertan, para que dejen que el amor de Dios toque su corazón, para que su vida se transforme. Ellos, como nosotros, fueron llamados a la Vida y es difícil juzgar las situaciones de su vida que les ha impedido conocer el amor de Dios, por lo cual, han sido lo que han sido! recordemos que Jesús nos dijo: “Sean misericordiosos como su Padre es misericordioso.
Con el evangelio el Señor nos indica cómo orar. En nuestra realidad de vida encontramos obstáculos para llegar a orar como Jesus, nos dice el padre Yepes en el audio: demasiado ruido exterior e interior; la superficialidad en que la sociedad nos atrapa que nos impide llegar a la mirada más profunda de nuestra existencia; la prisa y afanes que nos marcan el diario vivir que chocan con la lógica de la oración que implican tiempo, sosiego y equilibrio en el alma y la mentalidad tecnocrata de la eficacia que no lleva a la inmediatez y nos agobia.
“Aquí reside la singularidad de la oración cristiana, nos dice el Papa Francisco. Es un diálogo entre personas que se aman, un diálogo basado en la confianza, respaldado por la escucha y abierto al compromiso mutuo. Es un diálogo de un hijo con su padre, un diálogo entre los niños y su padre. Esta es la oración cristiana…
Lo que pedimos en el Padrenuestro ya se realizó y nos fue dado en el hijo unigénito: la santificación del nombre de Dios, la venida del Reino, el don del pan, el perdón y la liberación del mal.
Cuando pedimos, abrimos nuestros corazones para recibir. Para recibir los regalos que el Padre nos mostró en su hijo…”
Oremos al Señor con el Salmo, “Dios entrañablemente compasivo, todo amor y lealtad, ten compasión de mí…”
Mes de octubre
Lee y estudia la Biblia
/Planifica leer la Biblia en un Año, pero léela en la profundidad del amor, no para juzgar ni para condenar. La Palabra de Dios alimenta los sueños y esperanzas, es el motor de tu alegría y ayuda a avivar la compasión.
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
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Recopilado por Rosa Otárola D, /
Abril 2019
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.