https://youtu.be/OJ9v_1Ciz2w?si=kKX8H-oMtD2Sd1-G
- Mi 5, 1-4, o bien Rom 8, 28-30
- Sal 12
- Mt 1, 1-16. 18-23
De acuerdo con el portal de información de la Santa Sede, la Natividad de la Virgen es una de las fiestas marianas más antiguas y se cree que su origen está ligado a la fiesta de la dedicación, en el siglo IV, de una antigua basílica mariana de Jerusalén, sobre cuyas ruinas fue construida en el s. XII la actual iglesia de Santa Ana.
Tres sentimientos llenan hoy nuestro corazón: Tres sentimientos que llenan de amor el alma de un creyente al contemplar el nacimiento de María. Fiesta de familia… Hay que acercarse a felicitarla, y… a felicitarnos todos con ella. Es día de regocijo íntimo. «Tu natividad, Virgen Madre de Dios, es anuncio de gozo para el universo mundo», canta la Iglesia. El Salmista nos lo dice: “Me llenaré de alegría en el Señor…, mi corazón se alegra con tu salvación.
También se alegran los cielos. Con María, la tierra empezó a parecer hermosa a sus moradores. Dios no tenía dónde fijar su mirada. Tinieblas de pecado envolvían al mundo. Pero ahora brilla una estrella luminosa. Es María recién nacida. Un alma enteramente intacta, limpia, inmaculada… Y la mirada de las tres divinas personas se complace por primera vez al mirar la tierra. Momento inefable. Algo insólito. La fragancia de una ofrenda, el sacrificio de un corazón enamorado de Dios, subía por primera vez desde el mundo. Padre, Hijo, Espíritu Santo, con amor indecible, contemplan y miran a esa niña, bendita ya entre todas las mujeres… Y se deleitan y extasían…
El texto de Miqueas nos hace reflexionar cómo la esperanza de un salvador en el pueblo de Israel sostuvo la fe del pueblo a lo largo de todas las generaciones.
Este salvador anunciado por todos los profetas, y visto en muchas de las figuras de reyes sacerdotes y profetas del Antiguo Testamento, va siendo una realidad en el proyecto salvífico de Dios con el nacimiento de la Santísima Virgen María. Por ello su nacimiento nos hace reflexionar que este proyecto salvífico se va construyendo en la historia en donde todos nosotros tenemos una participación muy importante. Dios que había preparado desde toda la eternidad a María Santísima para ser la Madre de su Hijo, fue recibida con alegría en el hogar de Joaquín y Ana, quienes la prepararon y la educaron para que el proyecto de Dios continuara adelante.
Este pasaje del evangelio, de la historia de José y María, nos presenta el desarrollo final de un proyecto maravilloso pensado por Dios, después del pecado de nuestros primeros padres. Dios no estaba dispuesto a dejar que su proyecto de amor para el hombre se arruinara por culpa del pecado y del intruso que había llevado a la muerte a sus creaturas.
Así que fue desarrollando un maravilloso plan que entra en su última etapa con el nacimiento de nuestra Madre Santísima, la purísima Virgen María. Su nacimiento marca el momento en que dicho proyecto inicia su fase de desarrollo. Qué lejos estaban los padres de nuestra Madre santísima de conocer los divinos planes que Dios tenía para su hija, la cual llegaría a ser la madre del Emmanuel, como nos lo indica nuestro texto evangélico.
Hoy, la genealogía de Jesús, el Salvador que tenía que venir y nacer de María, nos muestra cómo la obra de Dios está entretejida en la historia humana, y cómo Dios actúa en el secreto y en el silencio de cada día. Al mismo tiempo, vemos su seriedad en cumplir sus promesas. Incluso Rut y Rahab (cf. Mt 1,5), extranjeras convertidas a la fe en el único Dios (¡y Rahab era una prostituta!), son antepasados del Salvador.
El Espíritu Santo, que había de realizar en María la encarnación del Hijo, penetró, pues, en nuestra historia desde muy lejos, desde muy pronto, y trazó una ruta hasta llegar a María de Nazaret y, a través de Ella, a su hijo Jesús. «He aquí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrán por nombre Emmanuel» (Mt 1,23). ¡Cuán espiritualmente delicadas debían ser las entrañas de María, su corazón y su voluntad, hasta el punto de atraer la atención del Padre y convertirla en madre del “Dios-con-los-hombres”!, Él que tenía que llevar la luz y la gracia sobrenaturales para la salvación de todos. Todo, en esta obra, nos lleva a contemplar, admirar y adorar, en la oración, la grandeza, la generosidad y la sencillez de la acción divina, que enaltece y rescatará nuestra estirpe humana implicándose de una manera personal.
Pero este proyecto de salvación aún no termina, pues cada uno de nosotros tiene una participación muy especial. Nuestro nacimiento pone en marcha esa parte del plan que aun continua, en el cual no pueden faltar, a pesar de que en su realización tengamos, momentos de sufrimiento y dificultad, no debemos asustarnos ni angustiarnos, ya que si para superarlos Dios necesitara enviarte un ángel, no dudes que lo hará. Además, no olvidemos que desde el momento de nuestro nacimiento, Dios puso en nosotros, como en María, todos los dones que necesitaríamos para cumplir este plan.
Cada uno, somos parte de un proyecto y Dios no nos dejará solos, como no lo hizo con María, solo déjemonos conducir como ella por el Espíritu Santo, conducir y modelar por Dios, como la Virgen María, para que la salvación sea una realidad en nuestro mundo, gracias a su intercesión y nuestro testimonio.
“A los que aman a Dios todo les sirve para el bien”, nos dice San Pablo en el texto a los romanos. En esta gran fiesta de la Santísima Virgen, en que tantas imágenes marianas son especialmente veneradas en nuestros pueblos y ciudades, San Pablo nos presenta esta consoladora promesa de Salvación por medio del Espíritu Santo. En Cristo todos hemos sido justificados. Ese su gran Amor que manifestó de una vez para siempre en la Cruz, es la esperanza suprema para los que nos reconocemos como cristianos.
La frase que he destacado me parece especialmente significativa porque el Amor es el gran regalo con el que Dios nos obsequia: es al mismo tiempo Gracia y Tarea porque el Espíritu nos suscita continuamente ese deseo, esa esperanza con que el Padre nos acompaña en este mundo y nos predestina para la eternidad. Por eso el que ama, vive especialmente en gracia y “todo le sirve para el bien”. Es esa “fama de santidad” con la que Dios obsequia a esas personas, quizá muy próximas a nosotros, de las que descubrimos que viven porque no lo hacen para sí, sino para el servicio a los que más lo necesitan.
En sus palabras a los fieles, durante la Audiencia General de este miércoles 6 de septiembre, el Pontífice afirmó: “La festividad litúrgica de pasado mañana, la Natividad de la Bienaventurada Virgen María, les exhorta a caminar siempre, como María, por los caminos del Señor”.
“A Ella, mujer de ternura”, nos invita el Papa, “confiamos las penas y tribulaciones de la querida y atribulada Ucrania, que sufre tanto. Les envío a todos mi bendición”.
El Pontífice también dirigió sus pensamientos a los jóvenes, los enfermos, los ancianos y las parejas recién casadas.
La Iglesia pide a Dios en la oración colecta de hoy: «Concede, Señor, a tus hijos el don de tu gracia. Así, cuantos recibimos las primicias de la salvación por la maternidad de la Virgen María, traiga un aumento de paz en la fiesta de su natividad».
”Que la Gracia de Nuestro Señor Jesucristo, el Amor del Padre y la Comunión del Espíritu Santo, estén siempre con ustedes” Ef 13, 13
Fuentes:
- Folleto La Misa de Cada Día
- https://www.aciprensa.com/noticias/89624/natividad-de-maria-formemos-una-familia-con-jesus-y-maria-invita-el-papa
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/natividad-de-nuestra-senora/
- https://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/index.php?i=08-09-2023
- http://webcatolicodejavier.org/evangeliodeldia.html
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Palabra de Vida Mes de Setiembre 2023
“Día tras día te bendeciré, y alabaré tu Nombre sin cesar” (Salmo 145, 2). https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida/#:~:text=Septiembre%202023&text=%E2%80%9CD%C3%ADa%20tras%20d%C3%ADa%20te%20bendecir%C3%A9,(Salmo%20145%2C%202). https://ciudadnueva.com.ar/julio-2023
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Setiembre 2023.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.