https://youtu.be/HoKwvXukw7o?si=CnNIdnQ-3IuIA_MA
- Jer 17,5-8
- Sal 1
- 1 Cor 15,12. 16-20
- Lc 7, 17. 20-26
La liturgia de este día nos invita a revisar en lo profundo de nuestro interior, pues ahí nacen las buenas o malas acciones, es por eso necesario purificar nuestros pensamientos para que nos impulsen a hacer el bien; las palabras para que sean tales que edifiquen y las obras para que contribuyan a la construcción del Reino de Dios.
En el texto de los Reyes, vemos como la reina Saba llega hasta el rey Salomón solo para cerciorarse de su sabiduría y lo pone a prueba con preguntas sutiles, pero ante la transparencia con la que el rey le contesta, se da cuenta de su error y alaba su sabiduría y prosperidad. Salomón no puede decir que lo que tiene le pertenece, pues él sabe bien que todo ha sido un don de Dios, desde su sabiduría hasta el lujo de sus palacios. Es en estos dones del Señor que la Reina descubre la presencia del Dios Altísimo. De igual manera sucede con nosotros, todo cuanto el Señor nos ha dado, no solamente busca nuestro bienestar, sino que es el signo de la presencia de Dios en nuestra vida. Y no debemos entender únicamente los bienes materiales, los cuales son transitorios, sino principalmente los espirituales.
”Pon tu vida en las manos del Señor, en El confía, y hará que tu virtud y tus derechos brillen igual que el sol de mediodía…Rectas y sabias son las palabras del justo. Lleva en su corazón la ley de Dios, sus pasos son seguros”… El salmo responsorial nos da la clave para comprender de dónde procede la sabiduría: “la boca del justo expone la sabiduría, su lengua explica el derecho, porque lleva en el corazón la ley de sus Dios y sus pasos no vacilan”. El hombre justo, que lleva en el corazón la ley de su Dios y, que, por tanto, procura obrar el bien, tendrá palabras sabias y gran confianza en el Señor, porque sabe que Dios salva a los que se acogen a Él.
Los cristianos, en nuestra misión evangelizadora tenemos que tener claro cuáles deben ser nuestras prioridades. De nada valen formidables planes pastorales, si no van acompañados de una vida santa.
En el texto del evangelio, Jesús nos lleva a reflexionar en el cuidado que debemos tener no de lo que entre de fuera, pues como El nos lo dice “nada que entra de afuera daña” Y es una afirmación radicalmente verdadera. Jesús aquí está señalando el valor de la libertad que, nunca, es anulada por ningún agente externo, sino de lo sale de dentro, de su corazón. El destino del hombre se juega en su corazón. La purificación del corazón, que sólo puede llevarse a cabo bajo la asistencia del Espíritu Santo, nos enseña a querer lo bueno y rechazar lo malo. Porque Jesús en esta enseñanza no está diciendo que todo esté bien, sino que más bien indica que muchas cosas que son buenas pueden dejar de serlo por falta de rectitud de intención.
Lo que Dios quiere de nosotros es nuestro amor. Su pedagogía nos enseña a amar. Buscan liberar la libertad. Eso fundamentalmente lo hace la gracia.
La culpa no la tiene lo exterior. Jesús es muy claro: de dentro del corazón sale la malicia, el robo, la fornicación… Dicho de otra manera, en las cosas exteriores nunca encontraremos la causa de una mala acción. Podrá encontrarse la materia, pero la decisión para el bien o el mal, la toma el hombre con su libertad.
Afirma el Papa Francisco: “Del contraste luz-oscuridad, depende nuestro juicio sobre las cosas, como también lo demuestra el hecho de que un corazón de piedra, pegado a un tesoro de la tierra, a un tesoro egoísta -que puede también convertirse en un tesoro del odio, vienen las guerras…. Todos estos pedazos del corazón que están hechos de piedra, el Señor los hace humanos, con aquella inquietud, con aquella ansia buena de ir hacia adelante, ¡buscándolo a Él dejándose buscar por Él!
¡Que el Señor nos cambie el corazón! Y así nos salvará. Nos protegerá de los tesoros que no nos ayuden en el encuentro con Él, en el servicio a los demás, y también nos dará la luz para ver y juzgar de acuerdo con el verdadero tesoro: su verdad. Que el Señor nos cambie el corazón para buscar el verdadero tesoro y así convertirnos en personas luminosas y no ser personas de las tinieblas. “
Es consolador saber que Nuestra Madre la Virgen nos lleva en el corazón, a ella le pedimos que nuestro corazón se amolde al suyo, para que nuestras obras queden hermoseadas por ella.
Fuentes:
- Folleto La Misa de Cada Día
- http://es.catholic.net/op/articulos/48721/enviado48721.html#modal
- https://oracionyliturgia.archimadrid.org/2024/02/07/lo-que-ocupa-el-corazon-es-la-misericordia-de-dios/
- https://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/index.php?i=07-02-2024
- evangelio
Palabra de Vida Mes de Febrero 2024. “Hagan todo con Amor” (1 Cor 16, 14) https://www.focolare.org
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Febrero 2024.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.