https://youtu.be/TNIUaymynYs
- Jer 17,5-8
- Sal 1
- 1 Cor 15,12. 16-20
- Lc 7, 17. 20-26
La palabra de Dios de este domingo, cuando aún está muy reciente la conmemoración de los fieles difuntos, sigue insistiendo en el misterio de la vida después de la muerte: «esperamos la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro». Estas palabras del Credo nos recuerdan que no estamos destinados a la nada, sino que, por don de Dios, nuestro horizonte se abre a la promesa de una vida plena después de esta existencia terrena.
Es una invitación a meditar sobre este gran misterio de la vida cristiana, sobre el sentido del vivir y del morir, que de alguna manera siempre ha inquietado al ser humano. La fe en un Dios quenos ha creado para la vida y no para la muerte fue creciendo poco a poco en el Pueblo de Israel hasta culminar en la persona de Jesús. Con el don de su vida, muerte y resurrección él nos ha enseñado a vivir el presente con un significado nuevo, abriéndonos a un horizonte de eternidad insospechado.
Sin embargo, como nos dice la segunda lectura, “no todos aceptan la fe”, pues vemos como un porcentaje notable de la sociedad muestra poco interés por la eternidad; se preocupa, justamente, de alargar y mejorar la calidad de la vida aquí en la tierra. Pero es de lamentar la pérdida, o el olvido, de ese horizonte de eternidad, esencial para la plena realización de la vida humana. Como creyentes en Cristo ¿aceptamos el reto de dar testimonio de nuestra esperanza cristiana, en un mundo que siente un vacío de esperanza en el presente y en el futuro? En este sentido son muy oportunas las palabras de San Pablo en este texto a los Tesalonicenses, parte de la liturgia de este domingo: “Que Dios nuestro Padre, que nos amó y nos dio gratuitamente un consuelo eterno y una feliz esperanza, os reconforte y fortalezca en toda obra y en toda palabra buena”
En la primera lectura que hemos leído, vemos como el Rey Antioco Epifania, hace azotar a los siete hermanos para que sigan las tradiciones de su pueblo, los macabeos no creían en la Resurrección, sien embargo, estos como muchos judíos se mantuvieron fieles a las leyes de Dios hasta las últimas consecuencias: “Vale la pena morirían a manos de los hombres, cuando se tiene la firme esperanza de que Dios nos resucitará:
Para nosotros los cristianos la meta es ese Encuentro con el Señor, entonces nuestra vida debe enfocarse siempre hacia ello, para experimentar lo que nos el Salmo de hoy: “al despertarme Señor contemplaré tu rostro”
En el texto del evangelio de hoy el Señor nos dice que Dios no es Dios de muertos sino de vivos, pues para El todos viven”, entonces debemos, confiar en este Dios quiere decir darnos cuenta de que estamos hechos para la vida. Y la vida consiste en estar con Él de manera ininterrumpida, para siempre. Además, «para Él todos viven» (Lc 20,38): Dios es la fuente de la vida. El creyente, sumergido en Dios por el bautismo, ha sido arrancado para siempre del dominio de la muerte. «El amor se convierte en una realidad cumplida si se incluye en un amor que proporcione realmente eternidad, como comentó el Benemérito Benedicto XVI y concluyó con las palabras del Papa Francisco: “Dios no es el Dios de los muertos, sino de los vivos, porque para Él todos están vivos. Aquí está la sabiduría que ninguna ciencia puede dar. Aquí se revela el misterio de la resurrección. Porque se revela el misterio de la vida. La vida existe donde hay vínculo, comunión y fraternidad; y es una vida más fuerte que la muerte cuando se construye sobre relaciones verdaderas y vínculos de fidelidad. Por el contrario, no hay vida donde se tiene la pretensión de pertenecer solo a uno mismo y de vivir como una isla: en estas actitudes prevalece la muerte. Es el egoísmo. Si vivo para mí mismo, estoy sembrando la muerte en mi corazón. La vida eterna es nuestro destino.”
Tal vez llevemos años sin acercarnos a Dios, viviendo como muertos, pero Él es capaz de devolvernos la vida. “El Señor que es fiel os dará fuerzas y os librará del malo,” aunque nosotros seamos infieles, Dios permanece fiel y puede decirnos, como en el Evangelio: “Talita cumi” (¡Levántate y anda!).
Nuestra Madre la Virgen acoge nuestro cuerpo muerto como “acunó” el de su hijo al pie de la cruz, con la seguridad de la Vida que puede volver al cuerpo muerto … si queremos vivir sólo lo haremos con Dios, “Dios de vivos y no de muertos.”
Pidamos con el Salmista y la Oracion Colecta: Protégeme, Señor, como a las niñas de tus ojos, bajo la sombra de tus alas escóndeme. Aparta de mi todos los males, para que con el alma y cuerpo bien dispuestos, podamos con libertad de espíritu, cumplir lo que es de tu agrado, pues yo, por serte fiel, contemplaré tu rostro.
Bibliografia:
- Folleto La Misa de Cada Día
- PildorasdeFe.com
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/pautas/
- https://oracionyliturgia.archimadrid.org/category/comentario-a-las-lecturas/
- http://webcatolicodejavier.org/evangeliodeldia.html
Palabra de Vida Mes de Noviembre 2022
“Felices los misericordiosos, porque obtendrán misericordia.” (Mateo 5, 7) https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida/
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Noviembre 2022.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.