- Hch 25, 13b-21
- Sal 102
- Jn 21, 15-29
En estos últimos días del tiempo Pascual, la liturgia nos invita a revisar cómo está nuestro amor por Jesucristo, porque de él depende la medida de nuestra entrega o la reserva o recelo que nos acompaña.
San Pablo como vemos, toda la pasión que antes había puesto en atacar, ahora la pone en dar testimonio y no se avergüenza, al contrario, de la fe en el Resucitado. Su conversión, su descubrimiento de la Luz de Jesús, le había dado una fuerza inusitada, una convicción honda, no solo de sus derechos como ciudadano romano, sino como nuevo creyente en Jesús.
El mundo de hoy, aunque en cierta medida aprecie a Jesús de Nazaret por su doctrina y su testimonio, llega pocas veces a la convicción de su divinidad o de su resurrección. No se deja animar por la presencia, también hoy y aquí, de ese Jesús, ahora el Señor Resucitado, que comunica vida a su comunidad, y quiere transformar la sociedad y todo el universo.
De cada uno de nosotros se tendría que poder decir que sí creemos en ese Jesús Resucitado, y que es él quien da sentido a nuestra existencia y a nuestra actividad. Si no, ¿de qué habrán servido estas siete semanas de celebración pascual?
En este tiempo pascual, hay que saber alabar a Dios con el salmista exultante y gozoso con el Señor, quien está por encima de todas las naciones, pero que si engreimiento alguno, sabe abajarse para mirar al pobre y desvalido y reconocerle todos sus derechos. Por eso el salmo es toda una aclamación de alegría ¡aleluya! y de alabanza merecida a nuestro Dios.
El evangelio nos habla de la segunda llamada de Jesús a Pedro. La primera al inicio de la vida pública de Jesús. La llamada que le dirigió Jesús hacía referencia a su profesión, a partir de ahora tendría una dimensión trascendente: “pescador de hombres”. El mar sería el mundo; sus redes, la Palabra; su pesca, los hombres. Jesús se subió a la barca de Pedro y le regaló unas redes llenas de peces, evidencia de la abundancia de vida que Jesús nos ofrece cuando se une a nuestra vida. Pedro es el impulsivo amigo de Jesús, que le prestó su barca para que iniciara su predicación pública y la gente no pudiera aplastarlo. Después de recoger las redes repletas de peces, tras la pesca milagrosa, se arrodilla delante de Jesús reconociéndose profundamente pecador. Es importante recordar que fue Jesús el maestro el que llamó a Pedro y no al revés.
Pedro es el que primero se tira al agua cuando es Jesús el que caminando sobre ella se acerca la barca. Y mientras fija sus ojos en Jesús logra caminar sobre las aguas, pero en cuanto deja de mirarlo se hunde. Pedro es el discípulo que protagonizó el amargo relato de las negaciones tan dolorosas para Jesús y para sí mismo. Jesús le cambió el nombre a Pedro, de Simón a Pedro: «Tú eres Simón, el hijo de Jonás, tú te llamaras Cefas que quiere decir Pedro (Jn 1,40-42)». Fue el primer encuentro de Pedro con el Maestro, quien anunció ya su cambio de nombre, un gesto que presagiaba un destino nuevo. Pero toda esa historia de amor compartido se diluye cuando a Jesús le tomas preso en el huerto de los olivos. Una doncella se acerca a Pedro y le pregunta si es de los discípulos. Pedro niega esa vinculación, niega se amistad. Destroza el vínculo y el amor.
Esta segunda llamada nace de la misericordia infinita de Jesús que restaura a Pedro en todas sus funciones de Piedra, de roca de la comunidad. A veces creemos que nuestros pecados alejan a Jesús de nosotros. Como si nuestra respuesta fuera lo que modula el amor que Dios nos tiene. Y no es así. Jesús y su amor incondicional por cada ser humano no cambian su mirada cargada de amor y de compromiso. Pedro cruzo su mirada con los ojos de Jesús y descubrió en ellos su mirada misericordiosa. Y eso le permitió volver a escuchar la llamada de Jesús. Todo se basa en el amor. Si me amas, apacienta, cuida de aquellos que pongo en tus manos. Y esa llamada continúa siendo vigente para nosotros. Cuidemos a los que Dios nos confía, para que juntos lleguemos al amor de aquel que nos da la vida y nos la mantiene.
Para llegar a ser sus pastores, Jesucristo exige la siguiente característica básica del amor misionero: amarle más que a nadie. Finalmente, como discípulos de Jesús, se nos pide hacer operativa la “ley de éxtasis”. Es decir, el amante debe «salir de sí mismo para hallar el crecimiento de su ser en el otro» (Francisco). ¡El amor misionero nos mueve a ir más allá de nosotros mismos!
El Papa León XIV, dirigió ayer en la reunión con la Secretaría de Estado una exhortación, citando, una vez más, a san Pablo VI, en su Discurso a la Curia Romana del 21 septiembre 1963: “Que este lugar no sea contaminado por las ambiciones y antagonismos, al contrario, sean una verdadera comunidad de fe y de caridad, «de hermanos y de hijos del Papa», que se desviven generosamente por el bien de la Iglesia”
Este es el llamado para cada uno de nosotros y por ello apoyemos con la oración que nos dejó el Papa Francisco, al Jubileo 2025, Peregrinos de Esperanza: Señor, Padre que estás en el cielo, la fe que nos has donado en tu Hijo Jesucristo, nuestro hermano, y la llama de caridad infundida en nuestros corazones por el Espíritu Santo, despierten en nosotros la bienaventurada esperanza en la venida de tu Reino.
Tu gracia nos transforme en dedicados cultivadores de las semillas del Evangelio que fermenten la humanidad y el cosmos, en espera confiada de los cielos nuevos y de la tierra nueva, cuando vencidas las fuerzas del mal, se manifestará para siempre tu gloria.
La gracia del Jubileo reavive en nosotros, Peregrinos de Esperanza, el anhelo de los bienes celestiales y derrame en el mundo entero la alegría y La Paz de nuestro Redentor.
A ti, Dios bendito eternamente, sea la alabanza y la gloria por los siglos.
Amén.
Tomado de:
- Folleto La Misa de Cada Día.
- Diario Bíblico 2025. Misioneros Claretianos.
- https://www.iubilaeum2025.va/es/giubileo-2025/preghiera.html
- https://www.vaticannews.va/es/papa/news/2025-06/papa-leone-xiv-audiencia-secretaria-de-estado.html
- https://evangeli.net/evangelio/dia/2025-06-06
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/21-5-2021/
- https://oracionyliturgia.archimadrid.org/2025/06/06/si-senor-tu-sabes-que-te-quiero/
- https://www.mercaba.org/FERIAS/PAS/07semana_5viernes.htm
Palabra de Vida Mes Junio: “Denles de comer ustedes mismos” (Lc 9, 13)
https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida/
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Mayo2025.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.