- 1 Jn 3, 22- 4, 6
- Sal 2
- Mt 4, 12-17, 23-25
A un día de haber celebrado la Eipifanía, la liturgia nos invita, a partir de esa Luz que viene de Dios, que nuestras comunidades den continuidad a esta misión humanizadora que trajo Jesús, haciendo presente a Dios y su Reino de Amor y Justicia.
En la primera lectura san Juan no habla del conocimiento del amor, y nos indica que no puede consistir únicamente en que sepamos del amor de Cristo, sino que ha de incluir también el conocimiento de nuestra propia obligación con respecto al amor fraterno (la obligación que tenemos de entregar la vida, según la norma de la entrega que Jesús hizo de su vida). Por eso, afirma puede concluir que cómo puede permanecer el amor de Dios en aquel que cierra su corazón ante el hermano. Porque, en sentido joánico, no se «conoce» el amor de Dios sin que ese amor «permanezca» en nosotros y concluye que
“porque guardamos sus mandamientos y hacemos lo que le agrada».
Y continua “…nosotros somos de Dios”, esto nos abre una ventana a una verdad sorprendente, la cual es que pertenecemos a Él. Esta afirmación se basa en la Creación, pues Dios nos hizo a su imagen y semejanza, y también en la redención, ya que hemos sido comprados con precio. Como hijos de Dios, debemos tener en cuenta nuestro origen divino y vivir de acuerdo a los principios y valores que Él nos ha mostrado a través de su Palabra.
Y nos habla sobre cómo podemos diferenciar entre el espíritu de verdad y el espíritu de error. El espíritu de verdad se refiere al Espíritu Santo, quien nos guía en nuestro camino espiritual y nos muestra la verdad. Por otro lado, el espíritu de error se refiere al mal, quien intenta alejarnos de la verdad y hacernos creer mentiras.
Esta afirmación nos anima a examinar todo lo que escuchamos y creemos, a la luz de la verdad de la Palabra de Dios; debemos tener cuidado de no dejar que nuestras emociones, opiniones, o las de otras personas influyan en nuestra fe. En cambio, debemos estar en constante comunión con Dios y depender de Él para discernir la verdad.
En el Salmo, el Señor nos reafirma que El es nuestro Padre: “Tu eres mi hijo; yo te he engendrado hoy” y es lo que deseamos todos llegar a sentirnos verdaderamente engendrados por Dios cada día. Este sería un excelente propósito de principio de año, por eso pidámosle que nos ayude a seguir recreando la novedad del nacer día a día para no nos quedemos atascados, sino que aprendamos del Señor, la refrescante y liberadora lección de vivir la novedad del hoy en su presencia.
El texto del Evangelio, nos dice el Papa Francisco, viene providencialmente a despertarnos, a sacudirnos de la apatía, del riesgo de seguir adelante por inercia… La exhortación que el Señor nos dirige “Convertíos, porque está cerca el Reino de los cielos”, …nos dirige su llamamiento profético, para recordarnos que es posible realizar algo nuevo en nosotros mismos y a nuestro alrededor, sencillamente porque Dios es fiel, es siempre fiel, porque no puede negarse a sí mismo, sigue siendo rico en bondad y misericordia, y está siempre dispuesto a perdonar y recomenzar de nuevo. Con esa confianza filial, pongámonos en camino.
Confiemos en que Jesús es la verdadera luz que nos traerá aquella felicidad que buscamos en las cosas de este mundo. Porque sólo Cristo llenará las ansias de felicidad que buscamos.
Tomado de:
- Folleto La Misa de Cada Día
- Libro, Busco Tu Rostro, autor Carlos G. Vallés
- Diario Bíblico 2025. Misioneros Claretiarnos
- https://es.catholic.net/op/articulos/11778/cat/504/jesus-proclama-la-buena-nueva-del-reino-.html#modal
- https://bibliabendita.com/1-juan/1-juan-4-6
- https://es.zenit.org/2012/05/04/quien-guarda-sus-mandamientos-permanece-en-dios-y-dios-en-el-pascua-5-ciclo-b/
Palabra de Vida Mes Enero “¿Crees esto?” (Juan 11, 26) https://ciudadnueva.com.ar/enero-2025/
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Enero 2025.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.