https://youtu.be/lbJvkIFfsYs?si=KPaD27wqYaMy1zAj
- 1 Jn 5, 5-13
- Sal 147
- M
- Mc 1, 7-11
La liturgia de hoy nos hace meditar en nuestra fe y nos presenta el Misterio de la Santísima Trinidad.
“Dios nos ha dado la vida eterna… quien tiene al Hijo tiene vida”. Nuestra fe está sustentada en el hecho de que Jesucristo es el ungido de Dios, su enviado, el mesías quien se hizo hombre y vivió para cumplir la voluntad divina.
Somos hijos nacidos en la familia de Dios por fe en Jesucristo, pues todo aquel que cree en su testimonio ha nacido de Dios, y como ha nacido de Dios percibe su amor y con ese mismo amor se ama así mismo, a su familia y a todo lo que le rodea. La fe ayuda a hacer de lo espiritual una realidad, nos hace comprender la obra redentora de Cristo, la fe surge desde el interior como una certeza.
¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?» nos dice San Juan en la primera lectura, sin duda alguna Jesús que nos trae salvación, restauración, que nos protege; somos salvos por la fe; andamos por fe.somos victoriosos, vencedores por medio de la fe en Jesucristo el hijo de Dios quien nos reconcilia con el Padre, fe en la obra redentora de Jesús; su sacrificio en la cruz, su muerte y resurrección nos son reveladas a través del Espíritu Santo. La palabra de Dios en cada vida se vuelve más real por la acción del Espíritu santo.
Este Espíritu, nos hace llamar como Jesús a sus Padre, “Abba” papito, pero no sólo eso, sino que nos da la fuerza como se la dio a Jesús para realizar su misión. Cada uno de nosotros, igual que Cristo, tiene una misión y para realizarla es enviado por el Padre con la fuerza del Espíritu Santo, por lo que no tenemos excusa, pues Dios nos ha equipado con poder para ser padres de familia, sacerdotes, trabajadores honestos, gobernantes preocupados de sus ciudadanos, etc.
San Marcos, nos presenta una maravillosa teofanía en la que Dios YHVH el Eterno, el Todopoderoso, el Señor, se revela como una Trinidad de personas anunciando que Jesucristo es su Hijo, al cual confirma con poder mediante el mismo Espíritu, vínculo de unidad entre el Padre y el Hijo. Este misterio trinitario no sólo se revela sino que en el bautismo cristiano infunde en nosotros el mismo misterio. El cristiano, según la promesa de Cristo es habitado por la Trinidad mediante el Espíritu Santo, que se derrama en nuestros corazones. Hay que empezar a escuchar pues puede que aquello que necesitamos sea escuchar: “Tú eres mi hijo amado en quien me complazco”.
Aunque no seamos conscientes muchas veces, aunque estemos distraídos…, esto es verdad, pues como afirma el Papa Francisco, “Todos somos hijos de Dios. Esto es lo que el Santo Niño nos dice. Nos recuerda nuestra identidad más profunda. Todos somos hijos de Dios, miembros de la familia de Dios.”
Y todos hemos recibido el mismo Espíritu que recibió Jesús desde el momento que nos bautizaron. El Espíritu nos ayudará en todas nuestras responsabilidades basta que lo alimentemos continuamente con la oración y la fuerza de los sacramentos y así podremos llegar al final de la vida, como Jesús y decir: “todo está cumplido”.
Con el Salmista, bendigamos y alabemos; rindámosle honores.
Fuentes:
- Folleto La Misa de Cada Día
- https://es.catholic.net/op/articulos/67924/cat/330/es-dificil-de-creer-sin-embargo-es-asi.html#modal
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/11-1-2014/
- https://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/index.php?i=06-01-2024
Palabra de Vida Mes de Enero 2024. Amarás al Señor, tu Dios… y a tu prójimo como a ti mismo.” (Lucas 10, 27) https://www.focolare.org/conosur/news/2023/12/31/palabra-de-vida-enero-2024/
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Enero 2024.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.