https://youtu.be/xcmfluCmDXA?si=txe5D2LiS8WrEKwJ
- 1 Re 8, 22-23. 27-30
- Sal 83
- Mc 7, 1-13
La lectura atenta de los pasajes bíblicos de la liturgia de hoy parece invitarnos a formularnos esta pregunta con que titulamos esta reflexión.
El texto de la primera lectura, abre el camino a las posibles respuestas, a saber, una morada construida por manos humana (bien la llamada tienda del encuentro o Tabernáculo, bien un santuario de piedra); una densa nube que opaca su presencia; un arca de madera portada por sacerdotes. Por su parte, del que se nos ofrece un fragmento y que canta la alianza entre Yahvé y David y la promesa de este último de edificar una morada a Yahvé (que realizaría su sucesor Salomón) – la refiere a Belén (Efratá). Por lo que respecta al pasaje de Marcos, la mención de lugar es, en este caso, el espacio público por excelencia: la plaza, pues la presencia de Dios en medio del pueblo sigue manifestándose en sus potencias, en su obra de salvación; pero ya no se oculta ni en densa nube ni tras muros de piedra, vetado a la vista del pueblo, sino que su lugar de presencia y acción es la plaza pública, su lugar es allí donde se reúne el pueblo.
De hecho, ya no cabe afirmar que Dios mora en lugar concreto alguno, sino que su presencia es una itinerancia en el espacio y en el tiempo: su lugar, su ser, es el itinerar con la humanidad; allí donde marche el rebaño, allí acude el pastor en su busca.
Afirma el Papa Francisco: “El pecado nos aleja de Dios e interrumpe el vínculo entre la tierra y el cielo, determinando así nuestra miseria y el fracaso de nuestra vida. Los cielos abiertos indican que Dios ha donado su gracia para que la tierra dé su fruto (cf. Sal 85, 13). Así, la tierra se convirtió en la morada de Dios entre los hombres y cada uno de nosotros tiene la posibilidad de encontrar al Hijo de Dios, experimentando, de este modo, todo el amor y la infinita misericordia. Lo podemos encontrar realmente presente en los Sacramentos, especialmente en la Eucaristía. Lo podemos reconocer en el rostro de nuestros hermanos, en especial en los pobres, enfermos, presos y refugiados: ellos son carne viva del Cristo que sufre e imagen visible del Dios invisible.
¿Cuándo comenzó Dios a morar en nosotros? Cuando le dimos nuestro corazón a Jesús por primera vez. En ese momento, la presencia de Cristo llenó nuestro ser. Además, Jesús nos trajo la plenitud de Dios – el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Él testifica: “Yo estoy en mi Padre… El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y vendremos a él, y haremos con él morada.” (Juan 14:20-23).
El cristianismo siempre pasará por el encuentro de dos libertades: la de Dios y la del hombre. Por eso, Dios se pone al alcance del hombre, porque quiere, pero sin forzar nada. Está ahí. Mantener esa presencia es obra de la Iglesia, que continuamente atraca la barca en nuevas tierras donde no faltan hombres deseosos de encontrarse con el Señor. Y esos son los que aparentemente menos posibilidades tienen. Lo señala el evangelio al decir que le llevaban a los enfermos. Porque el hombre está enfermo es el médico quien tiene que acercarse a él.
Al leer este evangelio de hoy se nos abren perspectivas absolutamente nuevas. No podemos limitarnos a lamentar una situación, que en sí misma puede parecer triste y desoladora. Hay que ir con Cristo a buscar a aquel que quiere encontrase con Él.
Acompañados de la Virgen María, siempre encontraremos a Cristo, que es a quien necesitamos.
Fuentes:
- Folleto La Misa de Cada Día
- https://oracionyliturgia.archimadrid.org/2024/02/05/jesus-es-el-medico-de-nuestras-almas/
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
- https://www.vatican.va/content/francesco/es/angelus/2015/documents/papa-francesco_angelus_20150111.html
- https://www.worldchallenge.org/es/una-morada-de-dios#:~:text=La%20palabra%20en%20griego%20para,los%20cuerpos%20de%20su%20pueblo.
Palabra de Vida Mes de Febrero 2024. “Hagan todo con Amor” (1 Cor 16, 14) https://www.focolare.org
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Febrero 2024.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.