- Jer 11, 18-20
- Sal 7
- Jn 7, 40-53
La liturgia nos prepara, más cada día, a la celebración de la Semana Santa. Hoy particularmente nos encontramos con la intriga y disensión que se genera hacia Jesús, ante la diversas comprensiones religiosas sobre Dios y aquello que El provoca.
El profeta Jeremías eleva una queja a Dios cuando descubre la conjura que han tramado sus paisanos para quitarle de en medio. Es el precio de proclamar la palabra del Señor a un pueblo que se resiste a su mensaje. Y, como víctima inocente, se compara con el cordero manso llevado al matadero, imagen que utiliza Isaías para describir al Mesías como siervo sufriente que expía el pecado del mundo.
Hoy también, a nosotros nos cuesta abrazar esa imagen del Dios que predica Jesús. El profeta sufre y eleva una oración al Señor, una oración de confianza: “porque a ti he confiado mi causa”. La confianza total en el Dios que no defrauda le hace fuerte. Ni la maldad de sus enemigos podrá con él.
Con el salmista invocamos a Dios, en Él ponemos nuestra confianza ante cualquier situación injusta de persecución o de calumnia, cuando sentimos la ausencia de Dios, cuando queremos reforzar nuestra confianza en el Dios de la justicia, así le decimos: “Señor, Dios mío, a ti me acojo”. Tu no me proteges desde fuera, sino desde dentro. Tu me defiendes identificándote conmigo, y esa es mi fortaleza.
Al comentar el texto del Evangelio el Papa Francisco afirma que ”Esta clase dirigente eran pecadores, como todos, pero estos eran más que pecadores: el corazón de esta gente, de este grupo, con el tiempo se había endurecido tanto, tanto que era imposible escuchar la voz del Señor. Y de pecadores, han resbalado, se han convertido en corruptos. Es tan difícil que un corrupto consiga volver atrás. El pecador sí, porque el Señor es misericordioso y nos acepta a todos. Pero el corrupto está obsesionado con sus cosas, y estos eran corruptos. Y por esto se justificaban porque Jesús, con su sencillez, pero con la fuerza de Dios, les molestaba. Y paso a paso, terminan por convencerse que debían matar a Jesús, y uno de ellos dijo: ‘Es mejor que un hombre muera por su pueblo’.
Éstos han hecho resistencia a la salvación de amor del Señor y así ha resbalado de la fe, de una teología de fe a una teología del deber: ‘tenéis que hacer esto, esto, esto…’ Y en la dialéctica de la libertad está el Señor bueno, que nos ama, ¡nos ama mucho! Sin embargo, en la lógica de la necesidad no hay sitio para Dios: se debe hacer, se debe hacer, se debe hacer… Se han convertido en comportamentales. Hombres de buenas maneras, pero de malas costumbre
Éstos han hecho resistencia a la salvación de amor del Señor y así ha resbalado de la fe, de una teología de fe a una teología del deber: ‘tenéis que hacer esto, esto, esto…’ Y en la dialéctica de la libertad está el Señor bueno, que nos ama, ¡nos ama mucho! Sin embargo, en la lógica de la necesidad no hay sitio para Dios: se debe hacer, se debe hacer, se debe hacer… Se han convertido en comportamentales. Hombres de buenas maneras, pero de malas costumbre
Como sucedió a los dirigentes religiosos, también muchos quisiéramos un Jesús a nuestra medida, y nos olvidamos que ha venido a cambiar corazones y promover nuevas formas de relacionarnos.
Jesús hoy sigue inquietando, atrayendo, cuestionando. Y sus palabras siguen provocando aceptación o rechazo. A veces, sus palabras incomodan porque dice la verdad; otras ponen en crisis al que las escucha. Pero, si se acogen, siempre liberan. Por ello, debemos escuchar la Palabra de Dios con un corazón sencillo, abierto, para que, al acogerla, sea realmente luz que oriente nuestra vida.
Les invito a que oremos con el Papa, por el Jubileo 2025, Peregrinos de Esperanza: Señor, Padre que estás en el cielo, la fe que nos has donado en tu Hijo Jesucristo, nuestro hermano, y la llama de caridad infundida en nuestros corazones por el Espíritu Santo, despierten en nosotros la bienaventurada esperanza en la venida de tu Reino.
Tu gracia nos transforme en dedicados cultivadores de las semillas del Evangelio que fermenten la humanidad y el cosmos, en espera confiada de los cielos nuevos y de la tierra nueva, cuando vencidas las fuerzas del mal, se manifestará para siempre tu gloria.
La gracia del Jubileo reavive en nosotros, Peregrinos de Esperanza, el anhelo de los bienes celestiales y derrame en el mundo entero la alegría y La Paz de nuestro Redentor.
A ti, Dios bendito eternamente, sea la alabanza y la gloria por los siglos.
Amén.
Tomado de:
- Folleto La Misa de Cada Día.
- Diario Bíblico 2025. Misioneros Claretianos.
- Libro Busco Tu Rostro, autor Carlos G. Vallés.
- https://www.iubilaeum2025.va/es/giubileo-2025/preghiera.html .
- https://es.catholic.net/op/articulos/14363/discusiones-sobre-el-origen-de-cristo.html
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
Palabra de Vida Mes Abril: “Yo estoy por hacer algo nuevo: ya está germinando, ¿no se dan cuenta?” (Is 43, 19) https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida/
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Abril 2025.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.