https://youtu.be/1akMlK71taY?si=KrZm1od2EktV7iVs
- Ne 2, 1-8
- Sal 136
- Lc 9, 57-72
Hoy que celebramos la memoria de San Francisco de Asís, por eso Jesús en la liturgia, nos desafía profundamente cuando afirma que quien se pone en camino y sigue mirando hacia atrás, hacia las seguridades que dejó, no sirve para el Reino de Dios. Un desafío que nos lanza a recorrer el camino que nos aguarda y, así, responder a la experiencia de Dios y al compromiso al cual nos envía.nos invita a como este gran santo, seguir al Señor sin poner excusas.
San Francisco dejó todo por el Señor, vivió su vida siguiendo los pasos del Maestro, movido por el Amor, practicando la Caridad y viendo la mano de Dios en toda la Creación.
Nos explica el Papa Francisco. “ ¿Cuál es el testimonio que nos da hoy Francisco? ¿Qué nos dice, no con las palabras –esto es fácil– sino con la vida?
1. La primera cosa que nos dice, la realidad fundamental que nos atestigua es ésta: ser cristianos es una relación viva con la Persona de Jesús, es revestirse de él, es asimilarse a él.
¿Dónde inicia el camino de Francisco hacia Cristo? Comienza con la mirada de Jesús en la cruz. Dejarse mirar por él en el momento en el que da la vida por nosotros y nos atrae a sí.
El que se deja mirar por Jesús crucificado es re-creado, llega a ser una «nueva criatura». De aquí comienza todo: es la experiencia de la Gracia que transforma, el ser amados sin méritos, aun siendo pecadores. Por eso Francisco puede decir, como san Pablo: «En cuanto a mí, Dios me libre de gloriarme si no es en la cruz de nuestro Señor Jesucristo» (Ga 6,14).
Nos dirigimos a ti, Francisco, y te pedimos: enséñanos a permanecer ante el Crucificado, a dejarnos mirar por él, a dejarnos perdonar, recrear por su amor.
2. En el texto del evangelio Mt 11, 28-29 nos dice: «Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón».
Ésta es la segunda cosa que san Francisco nos atestigua: quien sigue a Cristo, recibe la verdadera paz, aquella que sólo él, y no el mundo, nos puede dar. Muchos asocian a san Francisco con la paz, pero pocos profundizan. ¿Cuál es la paz que Francisco acogió y vivió y nos transmite? La de Cristo, que pasa a través del amor más grande, el de la Cruz. Es la paz que Jesús resucitado dio a los discípulos cuando se apareció en medio de ellos (cf. Jn 20,19.20).
. La paz de san Francisco es la de Cristo, y la encuentra el que «carga» con su «yugo», es decir su mandamiento: Amaos los unos a los otros como yo os he amado (cf. Jn 13,34; 15,12). Y este yugo no se puede llevar con arrogancia, con presunción, con soberbia, sino sólo se puede llevar con mansedumbre y humildad de corazón.
Nos dirigimos a ti, Francisco, y te pedimos: enséñanos a ser «instrumentos de la paz», de la paz que tiene su fuente en Dios, la paz que nos ha traído el Señor Jesús.
3. San Francisco inicia el Cántico así: «Altísimo, omnipotente y buen Señor… Alabado seas… con todas las criaturas» (FF, 1820). El amor por toda la creación, por su armonía. El Santo de Asís da testimonio del respeto hacia todo lo que Dios ha creado y como Él lo ha creado, sin experimentar con la creación para destruirla; ayudarla a crecer, a ser más hermosa y más parecida a lo que Dios ha creado. Y sobre todo san Francisco es testigo del respeto por todo, de que el hombre está llamado a custodiar al hombre, de que el hombre está en el centro de la creación, en el puesto en el que Dios – el Creador – lo ha querido, sin ser instrumento de los ídolos que nos creamos. ¡La armonía y la paz! San Francisco fue hombre de armonía, un hombre de paz.
Desde aquí repito con la fuerza y mansedumbre del amor: respetemos la creación, no seamos instrumentos de destrucción. Respetemos todo ser humano: que cesen los conflictos armados que ensangrientan la tierra, que callen las armas y en todas partes el odio ceda el puesto al amor, la ofensa al perdón y la discordia a la unión. Escuchemos el grito de los que lloran, sufren y mueren por la violencia, el terrorismo o la guerra, en Tierra Santa, tan amada por san Francisco, en Siria, en todo el Oriente Medio, en todo el mundo.
Nos dirigimos a ti, san Francisco, y te pedimos: Alcánzanos de Dios para nuestro mundo el don de la armonía, la paz y el respeto por la creación.”
El Profeta Nehemias, en la primera lectura nos presenta una vida de fe y un compromiso coherente con la experiencia de Dios. Él va a liderar un proyecto de reconstrucción del pueblo y del templo. En realidad, más que el templo como edificio (que también) se trata de un proceso de volver a las fuentes de la fe: la experiencia de Dios para vivir en fidelidad.
Este texto, nos deja ver con claridad que la palabra de Dios siempre es digna de confianza y que lo que él nos dice siempre será verdad. Basta con que confiemos y venzamos nuestros miedos. Muchas veces no obtenemos lo que queremos, incluso lo que necesitamos porque nuestros miedos nos paralizan y no nos dejan actuar, y si a esto le agregamos que nuestra fe en el Señor no es completa, las cosas se dificultan y no caminan.
Nehemias nos presenta una vida de fe y un compromiso coherente con la experiencia de Dios.
Y el texto del evangelio, nos lanza un cambio radical y un compromiso responsable, pues seguir a Cristo es seguirlo sin condiciones. Como San Francisco se despojó de todo, cuando demos nuestro sí al Señor no es un sí con condiciones: “Viviré más cómodo” “Todo será más fácil” ni tan siquiera “seré más feliz humanamente”.
No caminamos como un rebaño sin pastor, sino que seguimos al Buen Pastor y como oveja no voy a indicarle al Pastor dónde están los buenos pastos. Podría intentar vivir toda mi vida mirando hacia atrás, recordando lo cómodo que estaba en mi pecado y que el arado de vueltas y más vueltas haciendo surcos inútiles sin llegar a ningún lado y siendo completamente inútiles. El seguir a Cristo requiere la conversión del corazón y de la vida, y si Cristo se recostó en un leño no voy a exigirle llevarme una almohada.
Da igual que el rebaño tenga cinco ovejas o cincuenta mil, si llegan tres lobos y no están con el pastor harán un gran estrago. Sin embargo, el Buen Pastor ahuyentará a los lobos. En situaciones complicadas no busque el aplauso de la gente, que al final son tan débiles como nosotros, sino aferrarte a Cristo, seguirle y no perderlo de vista.
Hoy en el aleluya diremos con San Pablo: “Por él lo perdí todo, y todo lo considero basura con tal de ganar a Cristo y ser hallado en él”. Tal vez perdamos la admiración del mundo, cuando perdemos eso no sabemos lo que ganamos si no perdemos las huellas del Pastor.
¿Quieres seguir a Cristo? Deshazte de las excusas y ponte a caminar detrás de Él.
Fuentes:
- Folleto La Misa de Cada Día
- https://oracionyliturgia.archimadrid.org/2023/10/04/sin-condiciones/
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
- https://www.vatican.va/content/francesco/es/homilies/2013/documents/papa-francesco_20131004_omelia-visita-assisi.html
- https://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/index.php?i=04-10-2023
Palabra de Vida Mes de Octubre 2023
“Pues lo del César devuélvanse lo al César y lo de Dios a Dios.” Mt22, 21 https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida. Octubre 2023
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Octubre 2023.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.