https://youtu.be/Lzq5xBm-mUc
- Sof 3, 14-18; o bien, Rom 12, 9-16
- Iss 12, 2-3; 4 bcd; 5-6
- Lc 1, 39-56
Hoy celebramos la Fiesta de la Visitación de la Santísima Virgen María y la liturgia nos invita a meditar sobre ella, quien siempre tuvo la certeza de que era la humilde sierva del Señor y por eso, al recibir la noticia de que su prima Isabel estaba embarazada, se encaminó presurosa en su ayuda y permaneció con ella unos tres meses.
Verdad que sería perfectamente entendible que María se hubiera quedado en Nazaret contemplando el misterio que se ha realizado en ella o dando vueltas al problema de explicar a San José lo inexplicable. Pero no, ella “con prontitud” se pone en camino para ayudar a su prima, esto porque como sierva del Señor, no piensa en ella misma, sino en los planes de Dios y el lugar que Él tiene reservado para ella, por eso está disponible a dejarlo todo, a salir en ayuda de su prima Santa Isabel.
Esta actitud de servicio requiere un cambio de mentalidad, que nos cuesta, porque experimentamos una inclinación a centrarnos en nosotros mismo.
La primera respuesta al don, es la disposición al servicio; ser para los demás. Y, en la medida en que pongamos en práctica este modo de vida, nos llenaremos de alegría. “En verdad, en verdad os digo: no es más el siervo que su amo, ni el enviado más que el que le envía. Sabiendo esto, dichosos seréis si lo cumplís” (Jn 13, 16-17). “Dichosos vosotros si lo ponéis por obra”.
¿Qué tendrá el servicio, que entenderlo y vivirlo supone la felicidad? De hecho, es el camino de la felicidad porque es el camino del amor como donación, un amor a cuya imagen hemos sido creados y para amar así, y haciéndolo encontrar nuestra realización, nuestra felicidad. Vale la pena hacernos cada día más generosos en el servicio.
Se trata de una actitud general: pensar en los demás, en los otros, siempre. Salir de uno mismo para darse porque sí; de lo contrario es servilismo, si sólo me doy cuando me hacen a mí, cuando me ven, cuando me mandan, cuando espero una ventaja… ¡Y el servilismo incapacita para ser persona!
Debemos saber adelantarnos a las necesidades. Estamos todos muy ocupados, pero hay que saber poner orden y establecer bien las prioridades.
No pensemos, sin embargo, que sea fácil hacer de la vida un servicio. Es necesario traducir en realidades ese buen deseo, porque el reino de Dios no consiste en palabras, sino en la virtud, y la práctica de una ayuda constante a los demás, no es posible sin sacrificio.
Acabamos de leer como Lucas le da gran importancia al saludo que María dirige a Isabel (es mencionado tres veces Lc 1,40.41.44) y las reacciones que provoca: el niño salta de gozo en el seno de Isabel y ella misma queda llena del Espíritu Santo. Lo anunciado se está cumpliendo.
El salto de gozo es para Lucas expresión del gozo de los tiempos mesiánicos. María a su vez, es saludada en su nueva condición: Bendita entre las mujeres y “madre de mi Señor”. Isabel la proclama “bendita entre las mujeres” a causa de su fe en contraste con la incredulidad de su marido, Zacarías. El título de “la madre de mi Señor” hace referencia a aquel a quién Dios ha constituido Señor y Mesías. Y todo esto es en cuanto a creyente, figura de una verdadera discípula. Ser discípula implica servir al Salvador, ponerse al servicio de la palabra de vida, una vida que brota, y que es reconocida en el seno de una estéril.
María es llamada también bienaventurada, dichosa por ser creyente. Ella ha creído como Abraham. La fe le da la palabra y la movilidad. María es discípula y se pone al servicio de su Hijo; su voz, su saludo transforma a Isabel y suscita la alegría de los últimos tiempos. Y es en este momento cuando María proclama su Magníficat.
El Magnificat, nos explica el Papa Francisco, es un “canto de esperanza que también nos quiere despertar e invitarnos a entonar hoy por medio de tres maravillosos elementos que nacen de la contemplación de la primera discípula: María camina, María encuentra, María se alegra”. Y destacó que “María camina, encuentra y se alegra porque llevó algo más grande que ella misma: fue portadora de una bendición” por lo que el Papa, animó a anunciar el Evangelio con alegría y sin miedo.
“Como ella, tampoco nosotros tengamos miedo a ser los portadores de la bendición que se necesita. Sean los promotores de una cultura del encuentro que desmienta la indiferencia y la división y permita a esta tierra cantar con fuerza las misericordias del Señor”, exhortó el Papa.
De gran bendición para la humanidad es que en toda la historia han existido personas que no tienen miedo de ser portadores de la Palabra del Señor, lo vemos hoy en la primera lectura del profeta Sofonías, donde lanza una llamada que es tan ardiente y tan profética como en Pablo a su comunidad. Es una llamada a Jerusalén, la ciudad de la paz, la hija de Sión, porque si quiere ser verdaderamente ciudad de Dios y de paz, tiene que caracterizarse frente a las otras ciudades del mundo como ciudad de alegría. ¿Quién rompe hoy el corazón de Jerusalén? ¿La religión, el fanatismo, el fundamentalismo? Ya en su tiempo, el del rey reformador Josías (640-609 a. C.), el profeta debe hablar contra los que en tiempo de Manasés y Amón habían pervertido al “pueblo humilde”. El profeta no solamente es el defensor, la voz de Dios, sino del pueblo sin rostro y que no puede cambiar el rumbo que los poderosos imponen, como ahora. Fue un tiempo prolongado de luchas, de sometimientos religiosos a ídolos extraños y a los señores sin corazón. El profeta reivindica una Sión nueva donde se pueda estar con Dios y no avergonzarse.
Es necesario que hoy volvamos a encender el fuego del amor a Dios en nuestros corazones, que nos demos tiempo en nuestro agitado día para orar, para visitarlo en los sagrarios, para comulgar con más frecuencia, para reconciliarnos sacramentalmente; en fin, para crecer en nuestra amistad con el Señor. Sólo de esta manera el fuego de Dios en nuestro corazón, como en María, se transformará en caridad.
Pidamos a Nuestra Madre de cuya humildad y pequeñez se prendó Dios, adquirir su actitud de servicio.Y que como nos dice la Oración Colecta, siguiendo las inspiraciones del Espíritu Santo, podamos con María proclamar la grandeza del Señor.
Bibliografía:
- Folleto La Misa de Cada Día
- https://www.dominicos.org/predicacion/homilia/13-12-2015/comentario-biblico/miguel-de-burgos-nunez/
- https://oracionyliturgia.archimadrid.org/2023/05/31/amor-que-sabe-adelantarse-sirviendo/
- https://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/index.php?i=31-05-2023
- https://www.aciprensa.com/noticias/papa-francisco-revela-cual-es-el-secreto-de-la-alegria-de-la-virgen-maria-31331
Palabra de Vida Mes de Mayo 2023
“ Ámense cordialmente con amor fraterno, estimando a los otros como más dignos.” (Romanos 12, 10) https://ciudadnueva.com.ar/wp-content/uploads/2023/04/PV-05-2023_doble.docx
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Mayo 2023.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.