- 1 Jn 2, 18-21
- Sal 95
- Jn 1, 1-18
Alégrense el cielo, goce la tierra nos invita el Salmista hoy en que la liturgia nos motiva a meditar en Cristo, la verdad y definitiva Palabra que Dios nos ha enviado en la figura de Jesús desde la eternidad y puso su morada entre nosotros.
En este último día del año se nos pide estar atentos a todo lo que hemos vivido. Lo bueno y agradable para agradecerlo. Ver con gratitud los éxitos personales, familiares, de la gente a la que queremos, nos hace proclamar con alabanza las grandes acciones que Dios ha tenido con nosotros. Lo negativo y doloroso también lo podemos agradecer como oportunidad para practicar la confianza y la esperanza en el Dios que nunca nos deja solos.
En el texto de la primera lectura, el apóstol San Juan, pone en guardia a la comunidad acerca de los “falsos profetas”, de los anticristos, es decir, de todos aquellos que niegan a Jesús y que se apartan de la santa doctrina arrastrando con ellos, a otros hermanos. Esto que pasaba en aquellos tiempos continúa hoy, ya que aún hoy, estamos en “la última hora” y por ello, no es extraño el ver cómo de los mismos grupos cristianos se van desprendiendo diferentes sectas y confesiones, muchas de ellas, no solo diferentes sino contrarias al mismo cristianismo católico.
Debemos nosotros también estar en guardia, pues, en medio de toda la confusión de este mundo, y dado que no todos nuestros hermanos han tenido la suficiente formación doctrinal y evangélica, es fácil que éstos se vean arrastrados a las sectas y confesiones extrañas al cristianismo. Recuerda que la fuente de agua limpia surge de las Escrituras discernidas y explicadas diligentemente, por nuestra Iglesia. No nos dejemos arrastrar, permanezcamos fieles al Señor.
El Evangelio del prólogo de Juan nos introduce en el deseo de Dios de estar cerca de sus hijos.
Recibimos por medio de Jesucristo la luz de la vida y el conocimiento de la ternura de Dios. En un diálogo eterno y divino se nos manifiesta el amor que Dios nos tiene, la esencia de su verdad y la esencia de su gracia hacia la humanidad.
Dios permanece a la espera de una respuesta libre y afirmativa al requerimiento de su amor. Nos espera en el camino de la vida y nos espera para ofrecernos su ternura, reflejado a modo humano en la sencillez y fragilidad de un recién nacido.
Lo propio de un último día del año es despedirnos de todo lo que haya sido soledad, esterilidad, confrontación, egoísmo. Y de las resistencias que ponemos los humanos para acoger la voluntad de Dios como camino de plenitud y santidad. Y disponernos con agilidad, como los corredores, a adquirir en nuestra forma de vivir la alegría, la compasión y la misericordia como compañeras de camino.
El Papa Francisco expresó en su mensaje de Navidad diez deseos para todos en este jubileo:
1. Dios perdona todo: Dejémonos perdonar por Él. “Hermanos y hermanas, la puerta del corazón de Dios está siempre abierta, regresemos a Él. Volvamos al corazón que nos ama y nos perdona. Dejémonos perdonar por Él, dejémonos reconciliar con Él. Dios perdona siempre, Dios todo, dejémonos perdonar por Él.
La Puerta Santa del Jubileo, que ayer por la noche abrí aquí en San Pedro: representa a Jesús, Puerta de salvación abierta a todos. Jesús es la Puerta que el Padre misericordioso ha abierto en medio del mundo, en medio de la historia, para que todos podamos volver a Él”, agregó.
“Hermanos y hermanas, no tengan miedo. La Puerta está abierta, abierta de par en par. No es necesario tocar”, sólo hace falta cruzar, exhortó el Papa Francisco.
2. El Papa Francisco anima a ser peregrinos de la esperanza.
Invito a todas las personas, a todos los pueblos y naciones a armarse de valor para cruzar la Puerta, a hacerse peregrinos de esperanza, a silenciar las armas, ¡hacer silenciar las armas! y superar las divisiones”, instó el Papa.
Del 3 al 9. Hace referencia sobre este tema, al que se ha referido muchas veces siempre alentando el cese al fuego y La Paz. Tras resaltar que Jesús espera a todos: los más frágiles, los niños que sufren la guerra y el hambre, los ancianos, los desempleados, los presos o los muchos que son perseguidos a causa de su fe, el Papa Francisco manifestó su anhelo de que “el Jubileo sea la ocasión para perdonar las deudas, especialmente aquellas que gravan sobre los países más pobres.
1o. Que cada uno perdone las ofensas recibidas, porque el Hijo de Dios, que nació en la fría oscuridad de la noche, perdona todas nuestras ofensas. Él ha venido a curarnos y perdonarnos”, subrayó el Pontífice.
”Vosotros estáis ungidos por el Santo, y todos vosotros lo conocéis”, nos dice San Juan. En este último día del año, es bueno elevar la mirada a ese Dios que viene a nuestro encuentro. En El se encuentra la vida y la dicha que anhelamos, que se manifiesta siempre iluminando el camino y el tránsito de nuestro devenir. No sólo hemos de elevar la mirada a Dios, sino también hemos de procurar que esta vida sea testimonio de su amor y su creación. Permitamos que Dios nos ame, que se manifieste en Jesús como ese hálito de vida que requerimos como fortaleza para nuestra esperanza.
Feliz Navidad y que este año que termina deje paso a la vida próspera en el Dios que nos habita con su ternura.
Tomad de:
- Folleto La Misa de Cada Día
- https://www.aciprensa.com/noticias/109441/navidad-2024-y-jubileo-2025-10-deseos-del-papa-francisco-uno-para-haiti-venezuela-colombia-y-nicaragua
- https://oracionyliturgia.archimadrid.org/2024/12/31/es-quien-lo-ha-dado-a-conocer/
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
- https://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/index.php?i=31-12-2024
Palabra de Vida Mes Diciembre: “ No hay nada imposible para Dios” (Lucas 1, 37) https://ciudadnueva.com.ar/diciembre-2024/
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Diciembre 2024.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.