- Gen 18, 16-33
- Sal 102
- Mt 8, 18-22
La liturgia nos dos enseñanzas concretas: la importancia de la intercesión y saber discernir el llamado que hace el Maestro
En la primera lectura, Abraham, media ante el Señor, por las gentes de Sodoma y Gomorra. Y media precisamente, porque conoce las entrañas de compasión del que lo ha llamado. Dios es amor, y en su infinito amor, cave el perdón. Siempre y cuando, seamos capaces de descubrir el tesoro de su misericordia para cada uno de nuestros pecados y errores.
El Salmo nos presenta un canto a la Misericordia del Señor, esa que no está siempre acusando, ni guarda rencor perpetuo, aunque conoce nuestras flaquezas y perdona nuestros pecados.
En el texto del Evangelio, Jesús lanza una llamada en clave personal: «Tú, sígueme». Lo que sucede que no es tan fácil, pues plantea a las personas que desean seguirle las condiciones esenciales para ser sus discípulos; criterios que se salen de la comprensión establecida por la sociedad del momento y que se convierten en signos de contradicción y de un estilo de vida alternativo. La libertad y el discernimiento profundos, son claves para ir tras las huellas del Maestro de Nazareth.
El Papa Francisco nos explicaba: “Para anunciar hay que renunciar. Solo una Iglesia que renuncia al mundo anuncia bien al Señor. Solo una Iglesia liberada del poder y del dinero, libre de triunfalismos y clericalismos testimonia de manera creíble que Cristo libera al hombre. Y quien, por su amor, aprende a renunciar a las cosas que pasan, abraza este gran tesoro: la libertad. No se queda enredado en sus apegos, que cada vez le piden algo más, pero nunca dan paz, y siente que el corazón se expande, sin inquietudes, disponible para Dios y para los hermanos.”
Como entonces, algo parecido pasa en nuestro mundo de hoy día: todos —más o menos conscientemente— tenemos la necesidad de Dios, de saciar el corazón de los bienes verdaderos, como son el conocimiento y el amor a Jesucristo y una vida de amistad con Él. Sino caemos en la trampa de querer llenar nuestro corazón de otros “dioses” que no pueden dar sentido a nuestra vida.
Pidamos por el Jubileo 2025, Peregrinos de Esperanza, con la Oración que este Pontífice nos dejó:
Señor, Padre que estás en el cielo, la fe que nos has donado en tu Hijo Jesucristo, nuestro hermano, y la llama de caridad infundida en nuestros corazones por el Espíritu Santo, despierten en nosotros la bienaventurada esperanza en la venida de tu Reino.
Tu gracia nos transforme en dedicados cultivadores de las semillas del Evangelio que fermenten la humanidad y el cosmos, en espera confiada de los cielos nuevos y de la tierra nueva, cuando vencidas las fuerzas del mal, se manifestará para siempre tu gloria.
La gracia del Jubileo reavive en nosotros, Peregrinos de Esperanza, el anhelo de los bienes celestiales y derrame en el mundo entero la alegría y La Paz de nuestro Redentor.
A ti, Dios bendito eternamente, sea la alabanza y la gloria por los siglos.
Amén.
Tomado de:
- Folleto La Misa de Cada Día.
- Diario Bíblico 2025. Misioneros Claretianos.
- Libro Busco Tu Rostro, autor Carlos G. Vallés.
- https://www.iubilaeum2025.va/es/giubileo-2025/preghiera.html
- https://es.catholic.net/op/articulos/70112/cat/331/alegria-generosa.html#google_vignette
- https://evangeli.net/evangelio/dia/2025-06-30
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
- https://oracionyliturgia.archimadrid.org/2025/06/30/el-texto-del-millon-de-excusas/
Palabra de Vida Mes Junio “Denles de comer ustedes mismos” (Lc 9, 13) https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida/
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Junio2025.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.