- Heb 10, 19-25
- Sal 23
- Mc 4, 21-25
La liturgia de la Palabra nos exhorta a ser Luz y para ello debemos mantenernos firmes en la fe y la esperanza que profesamos porque quien hizo la promesa no conoce la infidelidad, ni defrauda ni decepciona, ni tampoco abandona a quienes en Él confían.
El autor de la carta a los hebreos nos invita a aproximarnos a Dios con un corazón sincero y lleno de fe porque por Jesucristo fuimos salvados. Se trata de asumir en la propia vida la autenticidad del Evangelio que voy viviendo. Y este camino de crecimiento en el discipulado me compromete en la participación de los encuentros comunitarios, parroquiales, pastorales. El autor de la Carta insiste en no dejar de participar de estos encuentros porque necesitamos fortalecernos y estimularnos en la caridad y en las buenas obras. Vivir desde la fe es asumir un camino muy diferente al que se promueve en los días de hoy y necesitamos apoyarnos y sostenernos unos a otros en Cristo Jesús.
El Salmo nos motiva para no perder nunca de vista la majestad del Señor, ni olvidar su cariño. El recuerdo del Sinaí, nos recuerda la cercanía de Belén, Dios ha llegado hasta su pueblo; acerquémonos nosotros con corazón sinceros y llenos de fe, como nos dice el texto a los Hebreos.
En el texto del evangelio, el Señor nos recuerda hoy, y con razón, que las acciones humanas en las que Dios se cuela hay que contarlas, y poner el celemín bien alto para que todo el mundo lo vea. No, tengamos, entonces, oculta la luz del Evangelio con vidas tristes y apagadas; la vida en la fe tiene mucha luz, por eso la tenemos que ofrecer para que ilumine lo cotidiano en la complejidad de tantas realidades que vivimos. Y así, lo que está oculto, puede salir y mostrar la autenticidad que lo caracteriza.
Nos explica el Papa Francisco, “Jesús «nos habla de la lámpara», que no se pone debajo del celemín, sino en el candelero. Ella «es luz —explicó—, y el evangelio de Juan nos dice que el misterio de Dios es luz y que la luz vino al mundo y las tinieblas no la acogieron». Una luz, añadió, que no puede esconderse, sino que sirve «para iluminar».
He aquí, pues, «uno de los rasgos del cristiano, que ha recibido la luz del Bautismo y debe darla». El cristiano, dijo el Papa, «es un testigo». Y precisamente la palabra «testimonio» encierra «una de las peculiaridades de las actitudes cristianas». En efecto, «un cristiano que lleva esta luz, debe hacerla ver porque él es un testigo». Y si un cristiano «prefiere no hacer ver la luz de Dios y prefiere las propias tinieblas», entonces «le falta algo y no es un cristiano completo». Una parte de él está ocupada, las tinieblas «le entraron en el corazón, porque tiene miedo de la luz» y prefiere «los ídolos». Pero el cristiano «es un testigo», testigo «de Jesucristo, luz de Dios. Y deber poner esta luz en el candelabro de su vida»
Meditemos: ¿con mi testimonio, ilumino la vida de los demás?
Tomado de:
- Folleto La Misa de Cada Día
- Diario Bíblico 2025. Misioneros Claretianos
- Libro Busco Tu Rosro, autor Carlos G. Vallés
- https://www.vatican.va/content/francesco/es/cotidie/2016/documents/papa-francesco-cotidie_20160128_sin-medida.html
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/30-1-2025/
Palabra de Vida Mes Enero “¿Crees esto?” (Juan 11, 26) https://ciudadnueva.com.ar/enero-2025/
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Enero 2025.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.