- Hch 14, 19-28
- Sal 144
- Jn 14, 27-31
Hoy el Señor nos nos pide que mostremos a los hombres sus proezas, para ello debemos perseverar en la fe y la esperanza, de tal manera que nuestro corazón esté lleno, como el de Pablo, de confianza, fortaleza y valentía, y así vencedores aun en la tribulación, en la persecución o cualquier otra que pasemos por difundir su mensaje, podremos contar a los demás todo lo que el Señor ha hecho por medio de nosotros. Y es que vivir la resurreción en comunidad es: Contar a la Iglesia lo que Dios realiza en nosotros. La propia comunidad es el testimonio vivo del resucitado. No dejes que la palabra comunidad sea una palabra vacía en nuestro vivir cristiano.
Hay que confesar la fe y proclamarla; contar lo que Dios hace por medio de los creyentes.
El Salmista nos dice: “Que todos los fieles te bendigan… y den a conocer sus maravillas… Que muestren a los hombres tus proezas.” Carlos G Vallez, nos dice que los Salmos nos hacen vivir la herencia de siglos en la exactitud del presente. Y este salmo nos motiva en el contexto de la liturgia a dar testimonio vivo y narrar cómo abre la puerta de la fe. Quizás hoy lo necesitamos más que nunca.
Jesús nos ha comunicado en el evangelio de hoy: La Paz: «Os doy la paz, pero no como la da el mundo». La paz de Dios es una paz diferente a la que de ordinario se busca.
Nos explica el Papa Francisco que “la paz que da Jesús es un regalo: es un don del Espíritu Santo». Y «esta paz va en medio de las tribulaciones y va hacia adelante: no es –precisó– una especie de estoicismo, como el que hace el faquir». Es exactamente «otra cosa, es un don que nos hace seguir adelante.”
Es un don divino que produce en el cristiano la certeza de la presencia de Dios y de la ayuda divina. No es una paz artificial producto del no afrontar nuestras responsabilidades y compromisos, paz que muchas veces es cobardía o evasión. Un rostro sereno en medio de una tormenta, de una crisis, es la mejor señal de la presencia de Dios en él.
En la cultura del bienestar actual cada vez son mayores las ofertas para descansar y buscar la paz. Prácticamente todas ellas se reducen a experiencias o a consumir. Sin negar nada de lo bueno que pueda darte un viaje o en comprar algo, es imposible que nada pueda llenar el deseo de paz que late en cada corazón. Y Jesús lo sabe. Por eso nos ha regalado un sacramento, el de que nos reconcilia con Dios y nos da paz en los momentos que más necesitamos. Porque solo Él sabe darnos la paz a la manera que necesitamos: desde dentro y que recorra cada milímetro de cada existencia.
Es llamativo que la paz es lo que el Resucitado ofrece a sus discípulos siempre que se les aparece. Y es algo que sigue ofreciendo a cada bautizado que quiera acercarse a tomar tan preciado regalo. Porque no es que uno experimente la paz a consecuencia de confesar sus culpas en el sacramento, sino que recibimos la Paz de Cristo al reconocernos necesitados de su Presencia y al devolverle el lugar que le corresponde al Creador. Nunca había sido tan fácil recolocar nuestro corazón: basta con abrirse al Resucitado y escuchar como, por medio de los ministros de su Iglesia, nos sigue diciendo: “no pierdan La Paz ni se acobarden. Me han oído decir: Me voy, pero volveré.” Con la oración Colecta, pidámosle que nos conceda perseverar en la fe y la esperanza, para que no dudemos que se han de cumplir las promesas que nos hiciste y nos has dado a conocer.
Textos Consutados:
- Folleto La Misa de Cada Día
- https://oracionyliturgia.archimadrid.org/2024/04/30/el-perdon-y-la-paz/
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
- https://laverdaderalibertad.wordpress.com/2023/05/09/me-voy-pero-volvere-a-su-lado/
- https://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/index.php?i=30-04-2024
Palabra de Vida Mes de Abril 2024. “Los Apóstoles daban testimonio con mucho poder de la resurrección del Señor Jesús y gozaban de gran estima” (Hechos de los Apóstoles, 4,33)
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Marzo 2024.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.