- Rom 8, 26-30
- Sal 12
- Lc 13, 22-30
La liturgia nos hace un llamado a confiar en el Señor y así gozarnos con la Salvación que nos ofrece. El escruta nuestros corazones y sabe cuál es el deseo del Espíritu y nos anima para entrar por la puerta estrecha, volviendo a empezar tantas veces como sea necesario, confiados en su misericordia.
Nuestra vida es compleja, muchas veces estamos saturados por el día a día, las circunstancias nos superan (trabajo, familia, problemas…) y no estamos atentos a las cosas del alma, sin darnos cuenta ponemos a Dios en un segundo o tercer plano. Rezamos y nuestra mente está en otro sitio, como dice San Pablo en la primera lectura “no sabemos pedir como conviene” y es entonces cuando el Espíritu viene en nuestro auxilio. Por eso es muy importante ponernos en manos del Espíritu Santo cuando vayamos a rezar, encomendarnos a Él para que nuestra oración de frutos y llegue al Padre.
Dios tiene un plan para cada uno de nosotros, a veces no lo percibimos, o no lo queremos aceptar olvidando que Dios es Padre y siempre querrá lo mejor para nuestra vida. Quiere que seamos imagen de su Hijo para glorificarnos en Él y con Él.
El Espíritu Santo que habita en nosotros, podrá pedir, a través de nosotros, lo que más nos convenga para o detenernos, para no dar marcha atrás, ni abandonar el camino de perfección que El nos ofrece, sino avanzar confiando en su Misericordia, alegrando mi corazón con su auxilio y entonces cantarle por todo el bien que me ha hecho.
En el texto del evangelio, ante la pregunta que alguien le hace a Jesús ¿son pocos los que se salvan? Jesús responde: luchad por entrar por la puerta estrecha, porque, os digo, muchos pretenderán entrar y no podrán. Al hablar Jesús de la puerta estrecha, reconoce que no es un camino fácil. Se trata de un amor maduro, un camino de salvación comunitaria capaz de socorrer, sanar, cuidar de la vida. Una tarea de salir de nuestra comodidad e ir al encuentro de quien nos necesita, sobre todo en estos tiempos donde la indiferencia nos encierra y nos hace personas individualistas.
El Papa Francisco señaló que la respuesta de Jesús, no se enfoca en la “cantidad” sino en la “responsabilidad”, con lo que nos invita a “usar el bien”, en el tiempo presente
Ahondando en la parábola narrada por Jesús a estos hombres, el Santo Padre explicó que hay un “dueño” de una casa que “representa al Señor”, y su casa “simboliza la vida eterna, la salvación”:
«Aquí vuelve la imagen de la puerta. Jesús dice: “En cuanto el dueño de casa se levante y cierre la puerta, ustedes, desde afuera, se pondrán a golpear la puerta, diciendo: ‘Señor, ábrenos’. Y él les responderá: ‘No sé de dónde son ustedes’”.».
Estas personas, “tratarán de ser reconocidas”, recordando al propietario que han comido y bebido con él y que han escuchado sus consejos, sus enseñanzas en público. Pero el Señor repetirá que no los conoce y los llama “agentes de injusticia”. “Este es el problema”, señaló Francisco. Pues, “el Señor nos reconocerá no por nuestros títulos, – mira, Señor, que yo pertenecía a aquella asociación, que era amigo de aquel monseñor, de tal cardenal, de tal sacerdote…’, no. Los títulos no cuentan. El Señor nos por una vida humilde, una vida buena, una vida de fe que se traduce en obras”. Entonces, no importa el orden de procedencia, o los títulos; es la práctica de la fe la que abre las puertas al banquete celestial.
Pidamos al Señor, como nos lo pidió este Pontifice por el Jubileo 2025, Peregrinos de Esperanza:
Señor, Padre que estás en el cielo, la fe que nos has donado en tu Hijo Jesucristo, nuestro hermano, y la llama de caridad infundida en nuestros corazones por el Espíritu Santo, despierten en nosotros la bienaventurada esperanza en la venida de tu Reino.
Tu gracia nos transforme en dedicados cultivadores de las semillas del Evangelio que fermenten la humanidad y el cosmos, en espera confiada de los cielos nuevos y de la tierra nueva, cuando vencidas las fuerzas del mal, se manifestará para siempre tu gloria.
La gracia del Jubileo reavive en nosotros, Peregrinos de Esperanza, el anhelo de los bienes celestiales y derrame en el mundo entero la alegría y La Paz de nuestro Redentor.
A ti, Dios bendito eternamente, sea la alabanza y la gloria por los siglos.
Amén.
Tomado de:
- Folleto La Misa de Cada Día.
- Libro Busco Tu Rostro, autor Carlos G. Vallés
- Diario Bíblico 2025. Misioneros Claretianos.
- https://www.iubilaeum2025.va/es/giubileo-2025/preghiera.html
- https://www.vaticannews.va/es/papa/news/2019-08/papa-angelus-senor-no-reconocera-los-que-obran-injusticia.html
- https://evangeli.net/evangelio/dia/2025-10-29
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
Palabra de Vida Mes Octubre “Mi auxilio me viene del Señor, que hizo el cielo y la tierra” (Sal 121, 2) https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida/
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Octubre 2025 2025.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.