Respétense unos a otros, por reverencia a Cristo, nos dice la liturgia de hoy. El respeto es una virtud y, como tal, debe adquirirse como parte del desarrollo de la personalidad de todo ser humano. Pero además, el respeto es una llave que puede abrir muchas puertas a lo largo de la vida.
La verdad última en la que se fundamenta toda forma de respeto nos remite al Autor de esta obra de arte que es el ser humano. Hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios. Cuando respetamos a la persona -al vecino, al aún no nacido, a los hijos, a los padres, a nosotros mismos-, podemos escuchar lo que Cristo dice en el Evangelio: “A mí me lo hiciste”.
El nexo entre respeto y caridad es fuerte y profundo. El respeto, a fin de cuentas, no es sino una manifestación del amor. Del amor que Dios nos ha tenido. Y del amor que nos llama a reflejar.
El pasaje de la primera lectura, san Pablo nos exhorta a vivir en clave del amor que Cristo nos dio al entregar si vida en la cruz. En el desarrollo de la carta el apóstol nos ayudará a hacer vida ese amor en nuestras relaciones: en el ámbito social, personal y doméstico; poniendo nuestra mirada en amor de pareja.
Y es que en la pequeñes de lo cotidiano Dios actúa. Cuantas cosas en nuestra vida son posible gracias a lo pequeño que nos impulsa a obrar; En cada gesto, palabra, opciones y acciones se va generando la utopía del Reino. Así Jesús nos invita hoy a visualizar el Reino como la semilla de mostaza, pequeña; el Reino de los cielos empieza con una pequeña esperanza, no una esperanza pequeña.
La esperanza es muy pequeña, como un grano de mostaza, como una pizca de levadura. Que la esperanza sea pequeña no quiere decir que nuestras esperanzas tengan que ser pequeñas. La esperanza tiene que ser en algo grande. El Cielo es para nosotros.
Afirma el Papa Francisco que “la semilla es dócil para ser fecunda, y pierde su entidad de semilla y se convierte en otra cosa, mucho más grande: se transforma». Por este motivo el reino de Dios «es como la ley: en camino». «Está en camino hacia la esperanza, está en camino hacia la plenitud» y, sobre todo, «se hace todos los días, con la docilidad ante el Espíritu Santo, que es el que une nuestra pequeña levadura o la pequeña semilla a la fuerza, y los transforma para crecer».
Nuestra vida cristiana está llamada a ser fermento en la masa. Por eso transformar toda la masa, convirtiéndola en un espacio propicio para que todos los seres humanos tengan una vida digna, siempre es nuestro compromiso.
”Dichoso el que teme al Señor y sigue sus caminos, hemos proclamado en el Salmo. Y el Pontifice nos explica «¿Qué es el reino de Dios?» Alguien, supuso el Papa, podría pensar que sea «una estructura bien hecha», con «todo en orden» y «organigramas bien hechos», y que aquello que no entre en esta organización no pertenezca al reino de Dios. Pero pensar de esa manera significaría caer en el mismo error en el cual se puede caer respecto a la ley: «la “fijeza”, la rigidez».
Sin embargo, explicó Francisco utilizando un insólito cuanto eficaz verbo transitivo, «la ley está para caminarla». E incluso «el reino de Dios está en camino». Y no sólo el reino «no está parado», es más, «el reino de Dios “se hace” todos los días».
Tomado de:
- Folleto La Misa de Cada Día
- https://www.vatican.va/content/francesco/es/cotidie/2016/documents/papa-francesco-cotidie_20161025_harina-levadura.html#:~:text=Tomó%20como%20referencia%20el%20pasaje,el%20reino%20está%20en%20camino».
- https://oracionyliturgia.archimadrid.org/2024/10/29/la-pequena-esperanza/
- https://es.catholic.net/op/articulos/24662/cat/706/respeto-dar-su-lugar-a-cada-persona.html#modal
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
- https://es.catholic.net/op/articulos/7953/cat/187/respeto-al-respeto.html#modal
- https://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/index.php?i=29-10-2024
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Octubre 2024.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.