https://youtu.be/bcMlSyFsoL0
- Gen 3, 9-15. 20; o bien Hch 1, 12-14
- Sal 86
- Jn 19, 25-34
Hoy celebramos la memora de Santa María Virgen, Madre de la Iglesia, la cual entró en el calendario romano el 21 de mayo de 2018 por voluntad del Papa Francisco. En el Decreto “Ecclesia Mater” de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, fechado el 11 de febrero de 2018 y dado a conocer el 3 de marzo siguiente, se establece que el conmemoración se celebre el lunes después de Pentecostés con el fin de “incrementar el sentido materno de la Iglesia en los Pastores, en los religiosos y en los fieles, así como la genuina piedad mariana”. Además, se lee en el Decreto: “Esta celebración nos ayudará a recordar que el crecimiento de la vida cristiana, debe fundamentarse en el misterio de la Cruz, en la ofrenda de Cristo en el banquete eucarístico, y en la Virgen oferente, Madre del Redentor y de los redimidos”
por eso, entre las diversas escenas en las que aparece María a lo largo de los evangelios, la liturgia de hoy, nos presenta dos, bien significativas:
- En el texto del Génesis, se inicia la historia de la salvación de Dios. Una historia muy abierta, pues el pueblo de Israel siempre mirará al futuro, sabiendo que Dios tiene que intervenir. Una historia de desobediencia abierta por una mujer, Eva, que será cerrada por la obediencia de otra mujer (María). No estamos ante un capítulo de la historia de la salvación que se «cierra» sin remedio; es el primer cuadro de una historia que se lanza adelante, que se abre al futuro. La palabra definitiva no la tendrá Eva, sino María, la nueva Eva. La lectura del Génesis es necesaria porque forma parte de la historia real de la humanidad; pero no se puede entender sin el ‘sí’ de María.
- En el texto del Evangelio, “Jesús, al ver a su madre y junto a ella al discípulo al que amaba, dijo a su madre: Mujer, ahí tienes a tu hijo. Luego, dijo al discípulo: Ahí tienes a tu madre”. En el momento en que cumple hasta el final el designio de Dios y dar su vida en rescate por nosotros (cf. 1 Tm 2, 6), nos entrega a su Madre y le pide que cuide de nosotros como cuidó de Él. Siendo Madre de todos los redimidos por su Hijo, es decir todos los hombres, es Madre de la Iglesia. Y a cada uno nos invita a acogerla como tal. La filiación a la Santísima Virgen María es un don que Cristo mismo hace personalmente a cada hombre; y es también una tarea, que San Juan condensa en pocas palabras: “Y desde aquella hora la acogió en su casa». Acogerla en nuestra casa es acogerla en nuestro corazón, en nuestra vida, especialmente en los momentos de incertidumbre y de dificultad.
Cuando parece que, con la muerte de su Hijo, todo haya terminado y que todo ha sido un monumental fracaso, el Espíritu Santo va “obrando” en las almas y sin que sepan muy bien cómo, les va llevando a buscar el refugio en la Madre. Esta es tantas veces nuestra historia. En este momento de oscuridad y confusión es la “hora” de María. Es su “hora” porque Cristo la ha ido incorporado definitivamente a su redención al encargarle que se convierta en la Madre de todos los hijos de Dios. María empieza desde el mismo momento en que deja a su Hijo en el sepulcro a realizar su encargo ¡El amor no sabe de demoras!
Termino con la Aclamación del Evangelio: “Aleluya, aleluya. ¡Oh dichosa Virgen, que diste a luz al Señor, oh dichosa Madre de la Iglesia que avivas en nosotros el Espíritu de tu Hijo Jesucristo!
Bibliografía:
- Folleto La Misa de Cada Día
- https://oracionyliturgia.archimadrid.org/2023/05/29/madre-de-la-iglesia-madre-nuestra/
- https://alforjasdepastoral.wordpress.com/2013/12/02/gen-3-9-15-20/
- https://www.vaticannews.va/es/papa/news/2020-06/el-sentido-de-la-madre-en-la-iglesia.html
Palabra de Vida Mes de Mayo 2023
“ Ámense cordialmente con amor fraterno, estimando a los otros como más dignos.” (Romanos 12, 10) https://ciudadnueva.com.ar/wp-content/uploads/2023/04/PV-05-2023_doble.docx
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Mayo 2023.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.