- Hch14, 1-18
- Sal 113
- Jn 14, 21-26
Estamos ya inmersos de pleno en el recorrido del primer viaje misionero de Pablo, y en él aparece con fuerza “aquello” que Jesús había anunciado a sus discípulos en el discurso de despedida. Jn16
Podríamos afirmar como sugiere algún biblista, que estamos ante un libro que podría llevar el subtítulo: “La fuerza del Espíritu en la expansión del Evangelio”. Y encontramos que su contenido es el actuar de ese “Espíritu-Consolador que hará que recuerden lo que Jesús les enseñó y les explicará todo”. La promesa de este consuelo la hemos escuchado en Jn 14 y en los Hch pareciera que tocamos esa realidad, esa vivencia. El Espíritu Santo que dirigió a Jesús a lo largo de toda su vida, ahora es el que dirige a Pablo y Bernabé en la tarea de llevar el Evangelio al mundo gentil. La fuerza de este Espíritu les sostiene, les guía, les fortalece. Solo necesitan: ser dóciles. Y a nosotros cristianos católicos, ¿no se nos hace la misma promesa-exigencia hoy? ¿Se habrá quedado el Espíritu sin voz o estamos nosotros sordos y faltos de confianza en las posibilidades que tenemos.
Pablo y Bernabé dejan actuar al don especial recibido, perciben y entienden que la fe predicada ha penetrado en el corazón de este paralitico que escucha y le dispone a acoger la grandeza del milagro de la sanación. Pablo le ordena levantarse, ni tan siquiera pronuncia el nombre de Jesús. El texto señala que “él se levantó y comenzó a caminar “. Para nosotros es obvio que es por el poder de Dios por el cual este signo se realiza; pero pensemos un momento en tantos ateos, agnósticos e indiferentes que conocemos, ¿qué reacciones tienen cuando oyen hablar de Jesús? No son iguales, pero también están cargadas de idolatrías. ¡A cuántos dioses adoran, y a cuántos adoramos también nosotros!
Reflexionemos también acerca del peligro que tenemos de ser vencidos por la adulación de la gente que, viendo nuestra vida y las obras que Dios realiza por nuestro medio, lleguemos a pensar que somos merecedores de la gloria que sólo pertenece a Dios. Seamos, pues, cautos, y en toda obra buena que realicemos demos siempre la gloria al único que le pertenece: a Dios.
Recordemos que el Espíritu Santo es el que nos enseña todas las cosas y nos recuerda todo lo que Jesús ha dice yo. Afirma el Papa Francisco: Enseñar y recordar. Esta es la tarea del Espíritu Santo.
Nos enseña: nos enseña el misterio de la fe, nos enseña a entrar en el misterio, a entender el misterio un poco más. Nos enseña la doctrina de Jesús y nos enseña cómo desarrollar nuestra fe sin cometer errores, porque la doctrina crece, pero siempre en la misma dirección: crece en la comprensión. Y el Espíritu nos ayuda a crecer en la comprensión de la fe, a comprenderla más, a comprender lo que dice la fe. La fe no es estática; la doctrina no es estática: crece. Crece como crecen los árboles, siempre los mismos, pero más grandes, con fruta, pero siempre igual, en la misma dirección. Y el Espíritu Santo evita que la doctrina cometa errores, evita que permanezca parada, sin crecer en nosotros. Nos enseñará lo que Jesús nos ha enseñado, desarrollará en nosotros la comprensión de lo que Jesús nos ha enseñado, hará que la doctrina del Señor crezca en nosotros hasta la madurez.
Y otra cosa que dice Jesús que hace el Espíritu Santo es recordar: «Os recordará todo lo que yo os he dicho». El Espíritu Santo es como la memoria, nos despierta: “Acuérdate de eso, acuérdate de lo otro”… Nos mantiene despiertos, siempre despiertos en las cosas del Señor y también nos hace recordar nuestra vida: “Piensa en aquel momento, piensa en cuándo encontraste al Señor, piensa en cuándo lo dejaste”.
Con el Salmista alabemos al Señor y pidámosle que nos llene de bendiciones para como el paralítico, levantarnos de lo que nos impide evangelizar, y caminar con gozo a cumplir con la misión que nos ha encomendado, con la certeza de que el Espíritu Santo nos enseñara todas las cosas y nos recordará lo que el Señor nos ha dicho.
Textos Consultados:
- Folleto La Misa de Cada Día
- https://www.vatican.va/content/francesco/es/cotidie/2020/documents/papa-francesco-cotidie_20200511_lospirito-donodidio.html
- https://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/index.php?i=29-04-2024
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/30-4-2018/
Palabra de Vida Mes de Abril 2024. “Los Apóstoles daban testimonio con mucho poder de la resurrección del Señor Jesús y gozaban de gran estima” (Hechos de los Apóstoles, 4,33)
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Marzo 2024.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.