- 1 Pe 1, 3-9
- Sal 110
- Mc 10, 17-27
La liturgia de hoy nos invita a reflexionar en la grandiosidad que poseen los que logran descubrir en Jesucristo, la herencia incorruptible y la contraparte en quienes nos creemos buenos y merecedores de la vida eterna pero nuestro corazón esta apegado a lo terrenal.
En la primera lectura, San Pedro nos dice que tenemos una “herencia reservada en los cielos” hacia la cual caminamos y que se convierte para nosotros en la meta de nuestra esperanza.
La fe nos hace entrar en el ámbito de Dios que protege y anima a los creyentes en ese camino hacia la plena manifestación en su gloria. Cristo nos ha obtenido la salvación, gracia ya lograda, pero su manifestación gloriosa tendrá lugar más adelante cuando Cristo se presente.
Es hermoso leer este mensaje donde Pedro destaca y alaba la fe de los seguidores de Jesús a quien no han visto y, sin embargo, lo aman. Sin verlo creen en Él y todo ello les produce una gran alegría. Ahí estamos todos los que a lo largo de los siglos seguimos proclamando a Jesús como Dios hecho hombre, muerto y resucitado por todos.
En el texto del evangelio, Jesús nos hace ver lo importante que es ser libre, ya que ésta es una condición para poder entrar en el Reino de los cielos.
Comentando este pasaje, afirma el Papa Francisco: …”nuestros corazones pueden apegarse a tesoros verdaderos o falsos, en los que pueden encontrar auténtico reposo o adormecerse, haciéndose perezosos e insensibles.
El bien más precioso que podemos tener en la vida es nuestra relación con Dios. ¿Lo creen así de verdad? ¿Son conscientes del valor inestimable que tienen a los ojos de Dios? ¿Saben que Él los valora y los ama incondicionalmente? Cuando esta convicción desaparece, el ser humano se convierte en un enigma incomprensible, porque precisamente lo que da sentido a nuestra vida es sabernos amados incondicionalmente por Dios. ¿Recuerdan el diálogo de Jesús con el joven rico? El evangelista Marcos dice que Jesús lo miró con cariño, y después lo invitó a seguirle para encontrar el verdadero tesoro.”
¿Qué habrá pasado con aquel joven? No lo sé…pero lo entiendo; lo comprendo. El amor verdadero da vértigo. El abandonarse en Dios es sencillo pero no es fácil. La cima es muy alta y no se sabe dónde se caerá. La libertad escoge quedarse y no lanzarse hacia el amor. Este abandono en ti no lo puedo hacer sin ti; es imposible para mí.
El Salmista nos invita a alabar a Dios de corazón, pues sus obras son grandiosas, es piadoso y clemente y su gloria perdura eternamente.
Textos Consultados:
- Folleto La Misa de Cada Día
- https://es.catholic.net/op/articulos/76328/cat/1036/cuando-las-riquezas-resultan-ser-un-obstaculo.html#modal
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
- https://es.catholic.net/op/articulos/17688/cat/331/el-joven-rico-se-marcho-entristecido.html#modal
- https://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/index.php?i=27-05-2024
Palabra de Vida Mes de Mayo 2024. “Quien no ama, no ha conocido a Dios porque Dios es Amor.” 1Jn 4, 8
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Mayo 2024.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.