https://youtu.be/quwzwDnpD-o?si=Vi66QdMCrnKaCOxe
- Is 1, 10. 16-20
- Sal 49
- Mt 23, 1-12
El tiempo cuaresmal es momento propicio para dejarnos interpelar por Dios abriéndonos a la oración, la reflexión y la profundización: Deseamos que se abra paso la solidaridad, que sepamos vernos todos como hermanos y hermanas, que sepamos comprendernos y querernos. Pedimos que nos cambies el corazón, que sea compasivo y misericordioso, como el tuyo; Renueva nuestro corazón, Señor, es la petición que debe salir de nuestra meditación de la liturgia de hoy, es la que hacemos en la Oración de los Fieles. Es claro que hoy el Señor nos invita a tener coherencia de vida, y es que si somos sinceros, la denuncia del Señor a los escribas y fariseos, por lo menos en mi modo de proceder, muchas veces tiene mi nombre, por eso como a ellos siento que el Señor me dice, por boca de Isaías en la primera lectura: “lávense, purifíquense; aprendan a hacer el bien, busquen la justicia. Y para complementarlo con el Salmista nos saca a la cara la desobediencia y el echar en saco roto los mandamientos.
Dios no nos pide cambios que están fuera de nuestras posibilidades, pero nos pide disposición y cooperación a su gracia; seamos dóciles y así evitaremos que el mal nos domine.
Como señala el papa Francisco, uno de los peligros de la Iglesia es la mundanización y concretamente la autorreferencialidad (EG 95). Consiste en vivir la vocación cristiana no para servir sino para ser servidos y medrar. Esa es la advertencia que Jesús hace en el Evangelio de hoy. Los escribas y fariseos se sabían elegidos, entre todo el pueblo judío, para dedicar sus vidas al servicio de la Toráh (la Ley) y del culto en el templo. Pero esa llamada la convirtieron sutilmente en una concentración de autoridad, de poder, de dominio. Y desde su superioridad moral se sentían jueces de los demás. Su vida y su fe estaban divorciadas. No vivían lo que exigían a los demás. Y esa es la hipocresía que denuncia Jesús.
Por ello, hoy nos invita a entrar a la escuela del amor para “aprender a hacer el bien”. Y es que en esta escuela, el maestro y director es el Espíritu Santo. Asistir a sus clases es irle dando espacio en nuestra vida por medio de la oración y de los sacramentos. Quienes participan de esta escuela notarán cómo día con día, el pecado va desapareciendo de su vida y la caridad se va haciendo cada vez más manifiesta y operante.
“Purifíquense de todas sus inisquidades; renueven su corazón y su espíritu.” Ez 18, 31. La Cuaresma nos permite renovarnos en nuestra actitud de servicio haciendo nuestra la novedad del Evangelio en nuestros gestos, palabras y acciones.
Fuentes:
- Folleto La Misa de Cada Día
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
- https://oracionyliturgia.archimadrid.org/2024/02/27/todos-vosotros-sois-hermanos/
- https://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/index.php?i=27-02-2024
Palabra de Vida Mes de Febrero 2024. “Hagan todo con Amor” (1 Cor 16, 14) https://www.focolare.org
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Febrero 2024.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.