?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
- Eclo 4,12-22
- Sal 118
- Mc 9, 38-40
Hoy encontramos en las lecturas dos actitudes a meditar y que podemos asumir en nuestra vida; la del hombre que expulsaba demonios en nombre del Señor, o la de los que se lo prohibían porque “no era de los nuestros”
Y la primera lectura nos ilumina en qué radica la diferencia. La sabiduría, esa que “instruye y guía a quienes la buscan”, esa que viene de Dios y supone un esfuerzo de parte del hombre para encontrarla, para someterse a ella y para permitir que le guíe en todos los campos de su vida.
Y ante esta sabiduría se mantienen las mismas actitudes que hay que mantener ante Dios: buscarla, amarla, servirla, escucharla, obedecerla, confiar en ella. Y una vez que el hombre se deja guiar por ese don divino, es que el hombre gozará de todas las bendiciones que Dios le da.
O podríamos tomar la actitud de no aceptarla y, entonces “ella lo abandonara”, y caeremos en comportamientos negativos como los que querían impedirle al hombre actuar en nombre de Dios porque “no es de los nuestros”.
El Papa Francisco hoy nos catequiza: ” En este caso los discípulos eran un poco intolerantes, pero Jesús amplía el horizonte y podemos pensar que dice: Si este puede hacer el bien, todos pueden hacer el bien. Incluso aquellos que no son de los nuestros.
Pero, ¿cuál es la raíz de esta posibilidad que pertenece a todos los hombres? Pienso que sea precisamente la creación. El Señor nos creó a su imagen, y si Él hace el bien, todos nosotros tenemos en el corazón este mandamiento: Haz el bien y no hagas el mal. Todos.
Y ante quien dice: “Pero padre, este no es católico, no puede hacer el bien”, respondamos:
“Sí puede hacerlo, debe hacerlo; no puede sino que debe, porque lleva este mandato dentro, en su corazón”.
Entonces podremos cantar con el Salmo “Quienes aman tus leyes de inmensa paz disfrutan”.
Mes de febrero.
Acercar una persona a la Fe
Trata de llevar, al menos, a una persona de poca fe a la Iglesia y ayúdale en su proceso de conversión y ¿por qué no?, a lo mejor estarías ayudando también a tu propia conversión.
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
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Recopilado por Rosa Otárola D, /
Febrero 2019
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo me sale bien”
Sor Evelia 08/01/2013.