- Hch 13, 44-52
- Sal 97
- Jn 14, 7-14
La liturgia de hoy nos lleva a reflexionar sobre la importancia del conocimiento de Dios y la eficacia de la fe.
En la primera lectura nos habla del rechazo de los judíos ante la predicación por parte de Pablo. Pablo, como buen judío y con el corazón dolorido, anuncia, junto con Bernabé, a sus hermanos judíos que como les rechazan se dedicarán a evangelizar a los gentiles. Yo te haré luz de los gentiles, para que lleves la salvación hasta el extremo de la tierra”. Cuando tratamos las cosas de Dios, es importante diferenciarlas de las cosas de los hombre.
Pablo recrimina a los judíos su actitud por volver la espalda a sus palabras, les recuerda que el mandato recibido es de Dios, no un empeño suyo. Y si somos sinceros ante el mundo que vivimos, descubriríamos que muchos males que nos azotan son motivados por haber olvidado lo esencial: sólo Dios conoce el corazón del hombre y, por tanto, lo que éste necesita.
El evangelio nos habla acerca de como la apertura hacia el Padre está condicionada al conocimiento de Jesús porque –como atinadamente y muy poco antes lo acaba de afirmar– Él es «el camino, la verdad y la vida» (Jn 14, 6). Si anteriormente fue Tomás quien pregunta, ahora es Felipe el que pide: «Señor, muéstranos al Padre y eso nos basta». No es posible “ver” a Jesús en su íntima y real identidad sino por medio de los ojos del corazón. Sólo a través de ellos podremos alcanzar una auténtica y más profunda comprensión de su inseparable condición humana y divina.
También encontramos en este texto de San Juan que es en la oración donde realmente encontramos la mejor de las maneras para tomar la iniciativa. “Lo que pidáis en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si me pedís algo en mi nombre, yo lo haré”. Si rezamos, y rezamos bien, nos iremos identificando cada vez más con el querer de Dios. Y es en la Eucaristía donde nuestras plegarias se “materializarán” en el sacrificio de Cristo por la salvación de todos nosotros.
Nos explica San Juan Pablo II que el Salmo de hoy, “se abre con la proclamación de la intervención divina dentro de la historia de Israel. Leído en la perspectiva del Antiguo Testamento, el Salmo proclama que Dios salva a su pueblo y que todas las naciones, al verlo, quedan admiradas. Sin embargo, en la perspectiva cristiana, Dios realiza la salvación en Cristo, hijo de Israel; todas las naciones lo ven y son invitadas a aprovecharse de esta salvación, dado que el Evangelio «es potencia de Dios para la salvación de todo el que cree: del judío primeramente y también del griego», es decir el pagano.”
Textos Consultados:
- Folleto La Misa de Cada Día
- https://arquidiocesisgdl.org/lectura_dia27.php
- https://www.aciprensa.com/Biblia/salmos/salmo97.htm
- https://oracionyliturgia.archimadrid.org/2024/04/27/pedir-en-nombre-de-cristo/
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
Palabra de Vida Mes de Abril 2024. “Los Apóstoles daban testimonio con mucho poder de la resurrección del Señor Jesús y gozaban de gran estima” (Hechos de los Apóstoles, 4,33)
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Marzo 2024.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.