?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
https://youtu.be/v5lePa2LVMQ
- Núm 11, 25-29
- Sal 18
- Stgo 5, 1-6
- Mc 9. 38-43. 45. 47-48
La liturgia de la palabra en este día nos invita a la «cultura del nosotros». La humanidad no es un conjunto de individuos aislados». Toda la persona es mi «prójimo» que necesita de una mano amiga y solidaria.
Por tanto, en este domingo, el Maestro de Nazaret, nos propone a vivir como Él al servicio del reino de Dios, haciendo la vida de las personas más humana, más digna y dichosa, para seguir construyendo una Iglesia verdaderamente fraterna y empática, movido por su espíritu que busca el bien de todos sus hijos, en especial de los más necesitados, nos comenta, Fray Felipe Santiago Lugen Olmedo O.P.
Jesús, nos explica el Papa Francisco, nos hace esta advertencia: ¡Tengan cuidado con ustedes mismos! Tengan cuidado de no escandalizar ya que el escándalo es muy dañoso porque hiere la vulnerabilidad del pueblo de Dios, hiere la debilidad del pueblo de Dios, y muchas veces estas heridas se arrastran durante toda la vida. […] Cuántos cristianos con su mal ejemplo alejan a la gente, con su propia incoherencia: la incoherencia de los cristianos es una de las armas más fáciles que tiene el diablo para debilitar al pueblo de Dios y alejar al pueblo de Dios del Señor. Decir una cosa y hacer otra. […] Hoy puede ser un buen día para hacer un examen de conciencia sobre esto: ¿escandalizo o no y cómo?. De este modo podremos responder al Señor y acercarnos un poco más a él”
Así, como nos indica el comentario del folleto de la Misa de cada día, la primera lectura, muestra como la dureza del pueblo desanimó tanto a Moisés que quiere morir.
Y Santiago, en la segunda lectura, nos indica como el mal uso de la riqueza, es un elemento que fácilmente ha sido pie para caer en el pecado.
Posiblemente, este Evangelio nos lleva a reflexionar para descubrir qué tenemos, por muy nuestro que sea, que no nos permite ir hacia Dios, —y todavía más— qué nos aleja de Él.
El mismo Jesús nos orienta para saber cuál es el pecado en el que nos hacen caer nuestras cosas, “si tu mano te induce a pecar, córtatela: más te vale entrar manco en la vida, que ir con las dos manos a la gehena, al fuego que no se apaga. Y, si tu pie te hace pecar, córtatelo: más te vale entrar cojo en la vida, que ser echado con los dos pies a la gehena”. No hay término medio ni componendas que valgan. Y esto es así porque las consecuencias del pecado son muy graves. Hoy hemos desvinculado el pecado de Dios, ya sólo es un error, un descuido, una limitación… Por ello no hay más que pecados contra el prójimo, los tres primeros de la Tabla no existen. La secularización del pecado – reducido al ámbito de la conciencia individual, entendida en clave subjetivista -, lleva a la pérdida del sentido del pecado, reducido a sentimiento subjetivo de culpa– “no siento que esté en pecado” -. Y no calibramos su seriedad.
Uno solo es muy grave. Cuesta la Cruz de Nuestro Señor. Miremos a Cristo en la Cruz y ponerla en relación con mis pecados ¿Me atrevería a decirle a Cristo en esa situación que su respuesta a mi pecado es algo exagerada? ¿No será más bien, mi ceguera la que me oculte su seriedad? En la octava estación del Vía crucis en el viernes santo de 2005, el Cardenal Ratzinger decía en la meditación: el Señor “nos muestra la gravedad del pecado y la seriedad del juicio ¿No estamos tal vez demasiado inclinados a dar escasa importancia al misterio del mal? ¿Cómo podrá Dios -pensamos- hacer de nuestra debilidad un drama? ¡Somos solamente hombres! Pero ante los sufrimientos del Hijo vemos toda la gravedad del pecado y cómo debe ser expiado del todo para poder superarlo. No se puede seguir trivializando el mal al contemplar la imagen del Señor que sufre. También a nosotros él nos dice: No lloréis por mí; llorad más bien por vosotros… porque si así tratan al leño verde, ¿qué pasará con el seco?”.
El pecado no es una falta de ortografía. Sus consecuencias son dramáticas. Nos separan radicalmente de la fuente de la felicidad y el gozo perdurable, de Dios, de lo que quiere hacer para nosotros. No quitarle importancia ¡No es así como se supera el pecado, no es así como se conduce a la paz, sino reconociéndolo y acogiendo la misericordia de Dios!
Palabra de Vida Mes de Setiembre 2021
“El que quiere ser el primero, debe hacerse el último de todos y el servidor de todos” (Marcos 9, 35) https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
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Recopilado por Rosa Otárola D, /
Setiembre 2021
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.