LITURGIA DE LA PALABRA
Introducción
Estamos concluyendo el Año Litúrgico y por eso las lecturas tiene u claro tono de momento final.
La vida cristiana se teje en la constancia diaria, a menudo en gestos sencillos y aparentemente insignificantes. Es en esa constancia del día a día, en el permaneced, es donde germina la semilla del Reino, transformando poco a poco la realidad, construyendo Reino.
Hoy, que mi sí sea sí y mi no sea no. Seamos firmes en nuestras decisiones, en nuestras convicciones y en nuestros valores.
Que digan, como decían de las primeras comunidades cristianas: ¡mirad cómo se aman! Y es eso lo que nos dará una vida plena. Es entonces cuando nuestra vida estará llena. No nos preocupemos el cómo, ni el qué dirán; más bien, preocupémonos de cómo debemos vivir, de qué valor tengo que defender, de qué creencia tengo que reforzar, de qué dirá el Señor de cada uno de nosotros.
Queremos tener la vida, ¡defendamos la vida! Queremos tener la alegría, ¡defendamos la verdadera alegría! Queremos tener fe, ¡defendamos verdaderamente nuestra fe!
Reconocernos como hijos e hijas de Dios, es saberse amado a pesar de las cruces diarias. Es permanecer firmes en el Amor de Dios, y tener la certeza de que en la perseverancia en la fe nos alcanzará la Salvación.
PRIMERA LECTURA de la profecía de Daniel 5, 1-6. 13-14. 16-17. 23-28
El rey Baltasar ofreció un gran banquete a mil de sus dignatarios, y bebió vino en la presencia de esos mil. Estimulado por el vino, Baltasar mandó traer los vasos de oro y plata que Nabucodonosor, su padre, había sacado del Templo de Jerusalén, para que bebieran en ellos el rey y sus dignatarios, sus mujeres y sus concubinas. Entonces trajeron los vasos de oro que habían sido sacados del Templo, de la Casa de Dios en Jerusalén, y bebieron en ellos el rey y sus dignatarios, sus mujeres y sus concubinas. Mientras bebían vino, glorificaban a los dioses de oro y plata, de bronce, hierro, madera y piedra.
De pronto, aparecieron unos dedos de mano humana, que escribían sobre el estuco del muro del palacio real, frente al candelabro, y el rey veía el extremo de esa mano que escribía.
Entonces el rey cambió de color y sus pensamientos lo llenaron de espanto; se le aflojaron todos los miembros y se entrechocaban sus rodillas.
Daniel fue introducido en la presencia del rey, y éste, tomando la palabra, le dijo: “¿Así que tú eres Daniel, uno de los deportados judíos que el rey, mi padre, hizo venir de Judá? Yo he oído decir que en ti reside el espíritu de los dioses, y que se han hallado en ti clarividencia, perspicacia y una sabiduría superior.
Yo he oído de ti que puedes dar interpretaciones y resolver problemas. Si tú ahora puedes leer la inscripción y me haces conocer su interpretación, te vestirás de púrpura, llevarás un collar de oro en tu cuello y ocuparás el tercer puesto en el reino”.
Daniel tomó la palabra y dijo en presencia del rey: “Puedes guardar para ti tus dones y dar a otros tus regalos; de todas maneras, yo leeré al rey la inscripción y le haré conocer su interpretación.
Te has exaltado contra el Señor del cielo: han traído a tu presencia los vasos de su Casa, y han bebido vino en ellos, tú y tus dignatarios, tus mujeres y tus concubinas; has glorificado a los dioses de plata y oro, de bronce, hierro, madera y piedra, que no ven, ni oyen, ni entienden, pero no has celebrado al Dios que tiene en su mano tu aliento y a quien pertenecen todos tus caminos. Por eso ha sido enviada esta mano de parte de Él, y ha sido trazada esta inscripción.
Ésta es la inscripción que ha sido trazada: Mené, Tequel, Parsín. Y ésta es la interpretación de las palabras: Mené: Dios ha contado los días de tu reinado y les ha puesto fin; Tequel: tú has sido pesado en la balanza y hallado falto de peso; Parsín: tu reino ha sido dividido y entregado a los medos y a los persas”.
Reflexión:
Daniel aparece en el texto como figura de sabiduría y esperanza, alguien que no se deja corromper ni seducir por el poder. Su mirada clara y su palabra firme son testimonio de que el Espíritu de Dios habita en quienes permanecen fieles. Daniel recuerda al rey que la vida tiene un peso que no se mide en oro, sino en fidelidad, justicia y misericordia.
En nuestro tiempo, el mensaje de Daniel es una invitación a leer los signos de Dios en los muros de nuestro mundo: frente al vacío del poder sin alma, la esperanza cristiana proclama que la gracia siempre encuentra caminos de salvación. Dios escribe para despertarnos. Y cada palabra suya, incluso las más duras, aunque no lo veamos, están cargadas de esperanza.
SALMO RESPONSORIAL Dn 3, 62-67
R/. ¡Ensalzadlo con himnos por los siglos!
Sol y luna, bendigan al Señor.
Astros del cielo, bendigan al Señor.
Lluvias y rocíos, bendigan al Señor.
Todos los vientos, bendigan al Señor.
Fuego y calor, bendigan al Señor.
Fríos y heladas, bendigan al Señor.
Reflexión
Seguimos con el cántico de los tres jóvenes, el autor, en este textos, hace desfilar ante nuestros ojos una especie de procesión cósmica, Para ofrecernos un poderoso recordatorio de que todos adoramos a algo o a alguien. En un mundo donde la autocomplacencia y las presiones externas son rampantes, estos tres amigos decidieron adorar solo a Dios. Su fe inquebrantable y su unidad nos sirven de modelo hoy. Cuando nos rodeamos de amigos responsables y con ideas afines, obtenemos la fuerza para mantenernos firmes en nuestras creencias, sin importar las presiones que enfrentemos.
EVANGELIO según san Lucas 21, 10-19
Jesús hablaba a sus discípulos acerca de su venida: Se levantará nación contra nación y reino contra reino. Habrá grandes terremotos; peste y hambre en muchas partes; se verán también fenómenos aterradores y grandes señales en el cielo.
Pero antes de todo eso, los detendrán, los perseguirán, los entregarán a las sinagogas y serán encarcelados; los llevarán ante reyes y gobernadores a causa de mi Nombre, y esto les sucederá para que puedan dar testimonio de mí.
Tengan bien presente que no deberán preparar su defensa, porque Yo mismo les daré una elocuencia y una sabiduría que ninguno de sus adversarios podrá resistir ni contradecir.
Serán entregados hasta por sus propios padres y hermanos, por sus parientes y amigos; y a muchos de ustedes los matarán. Serán odiados por todos a causa de mi Nombre. Pero ni siquiera un cabello se les caerá de la cabeza. Gracias a la constancia salvarán sus vidas.
Reflexión:
Jesús, en este pasaje, va perfilando su final y desea advertir a sus discípulos. Lo más duro lo señala Jesús cuando pone el dedo en la llaga y diciendo que nuestros propios padres, familiares y amigos nos traicionarán. Algo que él vivió en primera persona con Judas Iscariote. Es el pago a la valentía de trasmitir a los demás lo que uno ha recibido como una gracia gratuita. Porque, aunque uno decida libremente y por amor entregar su vida, lo cierto y verdad es que siempre hay otro que es el que decide la hora y el lugar. Y eso duele mucho. “Si mi enemigo me injuriase, lo aguantaría; si mi adversario se alzase contra mí, me escondería de él; pero eres tú, mi compañero, mi amigo y confidente, a quien me unía una dulce intimidad: Juntos íbamos entre el bullicio por la casa de Dios” (salmo 54). Es el antiguo amigo y confidente, el que sabe todo de uno, el que tiene poder para destruirlo.
El seguimiento del Reino, termina siendo una propuesta incómoda para quienes ponen su confianza y seguridad en sí mismos. Frente a las persecuciones que sufren los que son fieles a la verdad, Jesús invita a no tener miedo, a poner su confianza en Dios que no abandona a sus hijos. Aunque haya incomprensiones y seamos juzgados, no desistir de hacer el bien nos dará garantía de esa constancia fruto de una fe sincera.
Afirmaba el Papa Francisco: «Ésta es la gracia que debemos pedir: la perseverancia. Y que el Señor nos salve de las fantasías triunfalistas. El triunfalismo no es cristiano, no es del Señor. El camino de todos los días, en la presencia de Dios: ése es el camino del Señor. ¡Vayamos por él!». Para ello continuemos orando, como nos lo pidió este Pontífice, por el Jubileo 2025, Peregrinos de Esperanza:
Señor, Padre que estás en el cielo, la fe que nos has donado en tu Hijo Jesucristo, nuestro hermano, y la llama de caridad infundida en nuestros corazones por el Espíritu Santo, despierten en nosotros la bienaventurada esperanza en la venida de tu Reino.
Tu gracia nos transforme en dedicados cultivadores de las semillas del Evangelio que fermenten la humanidad y el cosmos, en espera confiada de los cielos nuevos y de la tierra nueva, cuando vencidas las fuerzas del mal, se manifestará para siempre tu gloria.
La gracia del Jubileo reavive en nosotros, Peregrinos de Esperanza, el anhelo de los bienes celestiales y derrame en el mundo entero la alegría y La Paz de nuestro Redentor.
A ti, Dios bendito eternamente, sea la alabanza y la gloria por los siglos.
Amén.
Tomado de:
- Folleto La Misa de Cada Día.
- https://www.eucaristiadiaria.cl/dia_cal.php?fecha=2025-11-25
- Libro La Buena Noticia de Cada Día
- Diario Bíblico 2025. Misioneros Claretianos.
- https://oracionyliturgia.archimadrid.org/2025/11/26/no-nos-podran-contrarrestar-ni-contradecir/
- https://www.franciscanos.org/oracion/cantico01.htm
- https://www.evangelizacion.org.mx/evangelio-de-hoy
- https://oracionyliturgia.archimadrid.org/2025/11/26/no-nos-podran-contrarrestar-ni-contradecir/
- https://evangeli.net/evangelio/dia/2025-11-26
- https://www.iubilaeum2025.va/es/giubileo-2025/preghiera.htm
Palabra de Vida Mes Noviembre. «Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios“. Mt 5, 9 https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida/
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Noviembre 2025 2025.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.