?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
https://youtu.be/Nn5zrZNX0os
- Re 4, 42-44
- Sal 144
- Ef 4, 1-6
- Jn 6, 1-15
Hoy en que se da inicio a la primera Jornada Mundial de los Abuelos y de las Personas Mayores, el mensaje del Papa Francisco, así como con la liturgia podemos reflexionar acerca de cómo Dios se sirve de elementos humanos, para alimentar nuestra fe.
En la primera lectura vemos como en la lucha contra a idolatría, Eliseos fue validado por los milagros, construidos en cuatro constantes: respondían a una verdadera necesidad, partían de un gesto libre de generosidad, incluían la intervención del enviado de Dios y partían de la fe en el Señor.
El salmo nos invita en un grito de reconocimiento y acción de gracias a bendecir al Señor eternamente.
Es así como podemos contemplar, se forja en nuestro interior, tanto del amor humano como el amor sobrenatural, ya que tenemos un mismo corazón para amar a Dios y a los otros y Pablo en el texto a los Efesios, en donde está preso y sabiendo que esa comunidad tiene problemas de comunión y fidelidad a la doctrina, insiste en estos temas: un solo cuerpo, un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo.
Y es que generalmente, el amor va abriéndose paso en el corazón humano cuando se descubre el atractivo del otro: su simpatía, su bondad. Es el caso del «muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos peces» (Jn 6,9). Da a Jesús todo lo que lleva, los panes y los peces, porque se ha dejado conquistar por el atractivo de Jesús. Momento para meditar: ¿He descubierto el atractivo del Señor?
A continuación, el enamoramiento, fruto de sentirse correspondido. Dice que «mucha gente le seguía porque veían las señales que realizaba en los enfermos» (Jn 6,2). Jesús les escuchaba, les hacía caso, porque sabía lo que necesitaban..
Jesucristo siente un poderoso atractivo por mí y quiere mi realización humana y sobrenatural. Me ama tal como soy, con mis miserias, porque pido perdón y, con su ayuda, sigo esforzándome.
“Dándose cuenta Jesús de que intentaban venir a tomarle por la fuerza para hacerle rey, huyó de nuevo al monte Él solo» (Jn 6,15). Les dirá al día siguiente: «En verdad, en verdad os digo: vosotros me buscáis, no porque habéis visto señales, sino porque habéis comido de los panes y os habéis saciado» (Jn 6,26). Escribe san Agustín: «¡Cuántos hay que buscan a Jesús, guiados solamente por intereses temporales! (…) Apenas se busca a Jesús por Jesús».
Experimentamos entonces, como la plenitud del amor es el amor de donación; cuando se busca el bien del amado, sin esperar nada a cambio, aunque sea al precio del sacrificio personal.
Y hoy tanto a usted abuelito, abuelita, persona mayor, como a mí, hoy el Papa Francisco nos envía este mensaje: “Yo estoy contigo todos los días” (cf. Mt 28,20) es la promesa que el Señor hizo a sus discípulos antes de subir al cielo y que hoy te repite también a ti, querido abuelo y querida abuela. A ti. “Yo estoy contigo todos los días” son también las palabras que como Obispo de Roma y como anciano igual que tú me gustaría dirigirte con motivo de esta primera Jornada Mundial de los Abuelos y de las Personas Mayores. Toda la Iglesia está junto a ti —digamos mejor, está junto a nosotros—, ¡se preocupa por ti, te quiere y no quiere dejarte solo!
Soy muy consciente de que este mensaje te llega en un momento difícil: la pandemia ha sido una tormenta inesperada y violenta, una dura prueba que ha golpeado la vida de todos, pero que a nosotros mayores nos ha reservado un trato especial, un trato más duro. Muchos de nosotros se han enfermado, y tantos se han ido o han visto apagarse la vida de sus cónyuges o de sus seres queridos. Muchos, aislados, han sufrido la soledad durante largo tiempo.
El Señor conoce cada uno de nuestros sufrimientos de este tiempo…
Pero incluso cuando todo parece oscuro, como en estos meses de pandemia, el Señor sigue enviando ángeles para consolar nuestra soledad y repetirnos: “Yo estoy contigo todos los días”. Esto te lo dice a ti, me lo dice a mí, a todos. Este es el sentido de esta Jornada que he querido celebrar por primera vez precisamente este año, después de un largo aislamiento y una reanudación todavía lenta de la vida social. ¡Que cada abuelo, cada anciano, cada abuela, cada persona mayor —sobre todo los que están más solos— reciba la visita de un ángel!
A veces tendrán el rostro de nuestros nietos, otras veces el rostro de familiares, de amigos de toda la vida o de personas que hemos conocido durante este momento difícil. En este tiempo hemos aprendido a comprender lo importante que son los abrazos y las visitas para cada uno de nosotros, ¡y cómo me entristece que en algunos lugares esto todavía no sea posible!
Sin embargo, el Señor también nos envía sus mensajeros a través de la Palabra de Dios, que nunca deja que falte en nuestras vidas.
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p class=”p1″>Feliz día a todos los abuelitos que como yo, hoy celebramos con esos grandes tesoros que son los nietos que el Señor nos ha enviado y que seguramente han venido a iluminar nuestra vida, pero, sino también esa persona, o esa mascota que es tu compañero de vida. En esta bella edad de oro, celebremos hoy, pues el Señor nos invita como concluye el Papa Francisco en este mensaje a que “cada uno de nosotros aprenda a repetir a todos, y especialmente a los más jóvenes, esas palabras de consuelo que hoy hemos oído dirigidas a nosotros: “Yo estoy contigo todos los días”. Adelante y ánimo.”
Palabra de Vida Mes de Julio 2021
“Ten confianza, hija, tu fe te ha salvado” (Mateo 9, 22) . https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
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Recopilado por Rosa Otárola D, /
Julio 2021
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.