- 2Sam 7, 1-5. 8b-12. 14a. 16
- Sal 88
- Lc 1, 67-79
Los libros de Samuel narran acontecimientos fundamentales en la historia de Israel que marcaron un cambio total en la dirección del pueblo. De una confederación tribal que funcionaba a partir de decisiones tomadas por la familia, el clan o la tribu, el pueblo pasó a ser una nación con un poder político centralizado en la persona del rey. El protagonista de este momento es sin duda David. Asentado el poder y establecida su sede en Jerusalén, ahora se hace necesario conservarlo. Nuestro texto es conocido como la profecía de Natán, también como la promesa mesiánica. El oráculo tuvo gran repercusión en la historia política y religiosa del pueblo de Dios, puesto que aseguró la continuidad de la dinastía davídica en Judá.
La palabra clave del testo de la primera lectura es el término bayit, que en hebreo tiene un doble significado: casa (templo) y familia (dinastía). David ha querido construir una bayit (templo) al Señor, será Dios el que construya una bayit (dinastía) a David. La promesa a David y a su descendencia es incondicional. El evangelista Mateo, en el Nuevo Testamento, muestra en la genealogía de Jesús, que Él es descendiente de David, el Mesías esperado
Estamos por terminar el tiempo de Adviento, esta noche es Nochebuena y mañana es Navidad, es momento para reflexionar. ¿Sentimos ya su presencia? ¿Hemos preparado el corazón para el encuentro?
Hoy hemos proclamado parte del salmo 88, un salmo largo con un llamamiento claro y definitivo, Señor eres poderoso y fiel, cumples las promesas que haces, como lo hiciste con David.
Tu amor es firme y tu fidelidad eterna, por eso “cantaré eternamente tus misericordias, Señor.
“Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su pueblo», acabamos de leer en el testo del evangelio, y es que tras el nacimiento de Juan el Bautista, a Zacarías se le soltó la lengua y, movido por el Espíritu, se puso a alabar bendiciendo a Dios. Su cántico –conocido como el Benedictus– lo repite desde tiempo inmemorial la Iglesia entera cada mañana a la salida del sol, en el rezo de Laudes. Es además, el cántico evangélico que nos prepara ya de forma inminente para la venida del Señor en la Navidad. «El Señor ha visitado y redimido a su pueblo»: así se resume en una frase el impresionante Misterio que mañana vamos a celebrar. Nuestro Dios ya no es un Dios lejano, perdido en la inmensidad de su trascendencia infinita. Todo lo contrario. Él se ha hecho cercano, uno de nosotros, y se ha aproximado a nuestra humilde condición. Él nos ha visitado a nosotros, que tanta necesidad teníamos de su redención. Esa visita del Señor es descrita por Zacarías como «una fuerza de salvación» suscitada en medio de su pueblo. A partir de ahora, la salvación de Dios tiene un nombre y un rostro concretos: Jesucristo.
El cántico de Zacarías nos invita a reflexionar en lo importante que es la conciencia histórica de la salvación. Pensemos por unos momentos que el mismo Dios ha visitado nuestra tierra, nuestra vida, nuestras propias casas.
La Navidad no es simplemente una fiesta sino un acontecimiento salvífico de Dios, que tiene que ser parte de nuestra propia historia. Dios nos visita, para darnos el verdadero sentido de la vida, del amor, del trabajo; para sacarnos de las tinieblas del pecado, del consumismo, de nuestro propio egoísmo que nos cierra y que nos impide darnos cuenta de lo importante que es Aquél que también camina conmigo.
La Navidad es la celebración de la luz que hoy hay en nuestros corazones, y que hace que la vida sea totalmente distinta. Dentro de lo agitado que pueda ser este día, démonos unos momentos para hacer conciencia en nosotros, este paso de Dios en nuestra vida, busquemos en nuestro corazón esta luz, démonos cuenta que Dios verdaderamente, a lo largo de nuestra vida, ha hecho historia en nosotros.
Que Esta Nochebuena nos encuentre con el corazón expectante y gozoso ante la venida del Mesías, el Señor.
Propósito
Celebrar con un espíritu auténticamente cristiano esta Noche Buena y que meditemos hondamente en el significado y en el sentido profundo de lo que estamos celebrando.
Tomado de:
- Folleto La Misa de Cada Día
- Libro Busco Tu Rostro, autor Carlos G. Vallés
- https://oracionyliturgia.archimadrid.org/2024/12/24/hoy-sabreis-que-viene-el-senor-y-manana-contemplareis-su-gloria-2/
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/24-12-2016/#:~:text=Lectura%20del%20segundo%20libro%20de,Señor%20vive%20en%20una%20tienda.»
- https://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/index.php?i=24-12-2024
Palabra de Vida Mes Diciembre: “ No hay nada imposible para Dios” (Lucas 1, 37) https://ciudadnueva.com.ar/diciembre-2024/
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Diciembre 2024.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.