LITURGIA DE LA PALABRA
Introducción:
Terminamos el año litúrgico, reflexionando en los valores que hicieron de Jesús, un verdadero Rey, así es, hoy celebramos la Solemnidad de Cristo Rey y las lecturas de este domingo giran en torno a Su Reinado. Reinado que el Papa Francisco en el 2022, nos explicaba no vemos a un rey como nos imaginamos, que Él es todo lo contrario. “No está sentado en un cómodo trono, sino más bien colgado en un patíbulo. El Dios que «derribó a los poderosos de su trono» (Lc 1,52) se comporta como siervo crucificado por los poderosos. Está adornado sólo con clavos y espinas, despojado de todo más rico en amor; desde el trono de la cruz ya no instruye a la multitud con palabras, ni levanta la mano para enseñar. Hace mucho más: en vez de apuntar el dedo contra alguien, extiende los brazos para todos. Así se manifiesta nuestro rey, con los brazos abiertos. (…) Sólo entrando en su abrazo entendemos que Dios se aventuró hasta ahí, hasta la paradoja de la cruz, justamente para abrazar todo lo que es nuestro, aun aquello que estaba más lejos de Él: nuestra muerte —Él abrazó nuestra muerte—, nuestro dolor, nuestra pobreza, nuestras fragilidades y nuestras miserias. Él abrazó todo esto. Se hizo siervo para que cada uno de nosotros se sienta hijo.”
PRIMERA LECTURA del segundo libro de Samuel 5, 1-3
Todas las tribus de Israel se presentaron a David en Hebrón y le dijeron: “¡Nosotros somos de tu misma sangre! Hace ya mucho tiempo, cuando aún teníamos como rey a Saúl, eras tú el que conducía a Israel. Y el Señor te ha dicho: “Tú apacentarás a mi pueblo Israel y tú serás el jefe de Israel””.
Todos los ancianos de Israel se presentaron ante el rey en Hebrón. El rey estableció con ellos un pacto en Hebrón, delante del Señor, y ellos ungieron a David como rey de Israel.
Reflexión:
En este texto se presenta la unción de David como rey de Israel; se relata cómo las tribus del norte recurrieron al rey del sur, David, para gobernar no solo en Judá sino también en Israel. Tras la muerte de Saúl, estaban desesperados y buscaban en David a un “pastor del pueblo”, esta era la misión a él encomendada.
Este pasaje es profecía del verdadero reinado pastoral del Hijo de David, el Mesías Jesús. En el siglo I d.C., los judíos también esperaban a un rey que los salvara de la dominación romana.
SALMO RESPONSORIAL 121, 1-2. 4-5
R/. ¡Vamos con alegría a la Casa del Señor!
¡Qué alegría cuando me dijeron: “Vamos a la Casa del Señor”! Nuestros pies ya están pisando tus umbrales, Jerusalén.
Allí suben las tribus, las tribus del Señor, según es norma en Israel, para celebrar el Nombre del Señor. Porque allí está el trono de la justicia, el trono de la casa de David.
Reflexión:
Este es un himno de entusiasmo y alegría del peregrino al llegar al Templo de Jerusalén.
A nosotros se nos invita a vivir una experiencia profunda de convivencia con otros creyente, pues desde el bautismo se nos han encomendado tres misiones: ser Sacerdotes, Profetas y Reyes y por ello con el Salmista, por ello nos disponemos a cumplirla con alegría.
SEGUNDA LECTURA del Apóstol san Pablo a los cristianos de Colosas 1, 12-20
Hermanos: Demos gracias al Padre, que nos ha hecho dignos de participar de la herencia luminosa de los santos. Porque Él nos libró del poder de las tinieblas y nos hizo entrar en el Reino de su Hijo muy querido, en quien tenemos la redención y el perdón de los pecados.
Él es la Imagen del Dios invisible, el Primogénito de toda la creación, porque en Él fueron creadas todas las cosas, tanto en el cielo como en la tierra, los seres visibles y los invisibles, Tronos, Dominaciones, Principados y Potestades: todo fue creado por medio de Él y para Él.
Él existe antes que todas las cosas y todo subsiste en Él. Él es también la Cabeza del Cuerpo, es decir, de la Iglesia. Él es el Principio, el Primero que resucitó de entre los muertos, a fin de que Él tuviera la primacía en todo, porque Dios quiso que en Él residiera toda la Plenitud.
Por Él quiso reconciliar consigo todo lo que existe en la tierra y en el cielo, restableciendo la paz por la sangre de su cruz.
Reflexión:
San Pablo en este texto, nos da el motivo para ir alegres, somos reyes y el Señor nos hizo entrar en el Reino de su Hijo muy querido. El nos acerca al misterio profundo de Dios. Su proyecto de Amor es presentado como un reino de luz que trae salvación y liberación a oídos los pueblos.
Ese Reino, que viene de Dios, no es un reducto ajeno ni separado de la vida cotidiana. Lo que Jesús anuncia, y lo que Él mismo es, es el proyecto de Dios para la vida de la humanidad, para trasformar una historia de desencuentros y desdichas en historia de salvación. Es un proyecto que se dirije a todos y que va siendo acogido por los seguidores de Jesús, ese pequeño rebaño al que el Padre se lo ha regalado (Lc 12,32).
Vivir en el Reino es vivir la vida de cada día con el espíritu de Jesús: en intimidad con el Padre y sirviendo a los hermanos, particularmente a los que el mundo desprecia o presta menos atención: los pobres, hambrientos, forasteros, desnudos, enfermos y encarcelados.
EVANGELIO según san Lucas 23, 35-43
Después que Jesús fue crucificado, el pueblo permanecía allí y miraba. Sus jefes, burlándose, decían: “Ha salvado a otros: ¡que se salve a sí mismo, sí es el Mesías de Dios, el Elegido!”
También los soldados se burlaban de Él y, acercándose para ofrecerle vinagre, le decían: “Si eres el rey de los judíos, ¡sálvate a ti mismo!”
Sobre su cabeza había una inscripción: “Este es el rey de los judíos”.
Uno de los malhechores crucificados lo insultaba, diciendo: “¿No eres Tú el Mesías? Sálvate a ti mismo y a nosotros”. Pero el otro lo increpaba, diciéndole: “¿No tienes temor de Dios, tú que sufres la misma pena que Él? Nosotros la sufrimos justamente, porque pagamos nuestras culpas, pero Él no ha hecho nada malo”. Y decía: “Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu Reino”.
Él le respondió: “Yo te aseguro que hoy estarás conmigo en el Paraíso”.
Reflexión
Al meditar en este pasaje, San Lucas, nos lleva a algo más profundo y extraordinario que la simple crucifixión de un profeta. Por ello se llama la atención de cómo el pueblo “estaba mirando” y escuchando. Y comienza todo un diálogo y una polémica sobre la “salvación” y el “salvarse” que es uno de los conceptos claves de la obra de Lucas. Los adversarios se obstinan en que Jesús, el Mesías según el texto, no puede salvarse y no puede salvar a otros. Además está crucificado y ya ello es inconveniente excesivo para que el letrero de la cruz (“rey de los judíos”=Mesías) pierda todo su sentido jurídico y se convierta en sarcasmo. Está claro por qué ha sido condenado: por una razón política, acusado de ir contra Roma, en nombre de un mesianismo que ni pretendió, ni aceptó de sus seguidores.
Todo, en el relato, convoca a contemplar; emplaza al “pueblo” (testigo privilegiado de la pasión en Lucas) para que sea espectador del fracaso de este profeta que ha dedicado su vida al reinado de Dios, sin derecho alguno, y rompiendo las normas elementales de las tradiciones religiosas de su pueblo.
Por otro lado el relato nos lleva a el diálogo con los malhechores, especialmente con aquél que le pide el “paraíso”. Este lo invoca con su nombre propio ¡Jesús!, no como el de Mesías o el de Rey o incluso el de Hijo de Dios. Jesús” significa: “Dios salva” o “Dios es mi salvador”. Es una plegaria, pues, al crucificado, pero Lucas entiende que en todo aquello está Dios por medio. Es decir, que Dios no está al margen de lo que está aconteciendo en la cruz, en el sufrimiento de Jesús y de los mismos malhechores.
Solo un rey tiene el derecho y el poder de indultar a un reo. Si el mismísimo César hubiera indultado al buen ladrón y aquel se hubiera bajado de la cruz su vida habría seguido unos años más, igual de miserable que hasta entonces. Si después de su encuentro con Jesús el ladrón se hubiese bajado de la cruz, hubiese bajado un hombre nuevo y si hubiese vivido treinta años más, hubiese vivido una vida nueva, por que Jesús es un Rey que no solo tiene autoridad para indultar al reo sino que tiene poder para hacer de él un hombre nuevo, un hombre bueno.
La interpelación del buen ladrón como plegaria es para Lucas toda una enseñanza de que el crucificado es el verdadero salvador y de que por medio de su vida y de su muerte, Dios salva. Por tanto encontraremos salvación y salvación inmediata: “hoy estarás conmigo en el paraíso”.
Esta es una fórmula bíblica cerrada para expresar la vida después de la muerte. No sabemos cómo ha llegado a Lucas este diálogo de la cruz, pero la verdad es que es lo más original de todos los evangelistas sobre esta escena de la pasión. Jesús es verdaderamente Rey, aunque al margen de todas las expectativas políticas.
Festejamos, como nos invitó el Papa Francisco, a Jesús en quien ya se ha realizado el Reino al que el Padre nos ha incorporado amorosa y gratuitamente. Esto nos compromete, aquí y ahora, a modelar nuestras realidades personales y sociales en conformidad con su proyecto y sus valores. Y a esperarlo como realización plena de nuestro destino en su Paraíso.
Para que estemos dispuestos a asumir este reinado cuyo cetro es La Cruz y su misión el servidor de todos, sigamos orando como nos lo solicitó este Pontífice:
Señor, Padre que estás en el cielo, la fe que nos has donado en tu Hijo Jesucristo, nuestro hermano, y la llama de caridad infundida en nuestros corazones por el Espíritu Santo, despierten en nosotros la bienaventurada esperanza en la venida de tu Reino.
Tu gracia nos transforme en dedicados cultivadores de las semillas del Evangelio que fermenten la humanidad y el cosmos, en espera confiada de los cielos nuevos y de la tierra nueva, cuando vencidas las fuerzas del mal, se manifestará para siempre tu gloria.
La gracia del Jubileo reavive en nosotros, Peregrinos de Esperanza, el anhelo de los bienes celestiales y derrame en el mundo entero la alegría y La Paz de nuestro Redentor.
A ti, Dios bendito eternamente, sea la alabanza y la gloria por los siglos.
Amén.
Tomado de:
- Folleto La Misa de Cada Día.
- https://www.eucaristiadiaria.cl/dia_cal.php?fecha=2025-11-23
- Libro la Buena Noticia de Cada Día
- Biblia Latinoamericana
- Diario Bíblico 2025. Misioneros Claretianos.
- https://www.vaticannews.va/es/evangelio-de-hoy/2025/11/23.html
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/comentario-biblico/miguel-de-burgos-nunez/
- https://www.archisevilla.org/lecturas-de-la-solemnidad-de-cristo-rey-ciclo-c/
- https://oracionyliturgia.archimadrid.org/2025/11/23/el-malo-el-bueno-y-el-rey/
- https://www.iubilaeum2025.va/es/giubileo-2025/preghiera.html
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Noviembre 2025 2025.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.