- Stgo 4, 13-17
- Sal 48
- Mc 9, 38-40
Hoy en la liturgia nos invita a no querer ser autosuficientes, sino a saber que todo lo que hagamos es en nombre del Señor.
El apóstol Santiago es un predicador concreto, va al grano, su carta es una crítica a las deviaciones que se estaban dando en la vida de las primeras comunidades cristianas, y que siguen estando presentes en la actualidad, pues muchos creen que todo lo pueden y que piensan que son capaces de conocer hasta los más profundos secretos de la vida y gobernar el universo a su antojo, olvidándose de las reglas y principios básicos que Dios mismo ha creado.
Es un pasaje que nos urge a la dependencia y confianza en Dios y a reconocerlo verdaderamente como el rector de todo lo creado, sin el cual nada se puede hacer. Jesús decía a sus discípulos: “sin mí nada pueden hacer” Y hoy nos va a recordar algo muy elemental, pero que muchas veces se nos olvida. Nosotros no somos los dueños de nuestra vida, ni los organizadores de nuestra historia. Dios tiene un plan para nosotros, desde la eternidad hay un diseño de Amor sobre la humanidad y el mundo, y nuestro empeño tiene que estar orientado a descubrir ese plan e intentar adecuarnos a él. Sin embargo, cada día somos espectadores de un mundo que no tiene a Dios en cuenta y que ambiciona más y más en todos los campos.
En este Evangelio, Jesús nos invita a tener cuidado para no usurpar un lugar que no nos corresponde: el de jueces. Naturalmente tendemos a pensar que aquellos que no comparten nuestras opiniones o nuestras formas de actuar están equivocados, pero Él nos recuerda gentilmente que esto no es verdad.
Hagamos las cosas de Dios, dejemos que Dios haga milagros. Ninguno tenemos el monopolio de las acciones de Dios, pero sabemos que Dios quiere que todos se conviertan y lleguen al conocimiento de la verdad. “El que sabe cómo hacer el bien y no lo hace, ese está en pecado”. Nosotros sabemos hablar de Jesucristo, hacer las obras de misericordia, anunciar la salvación con obras y palabra.
Mientras nosotros nos detenemos a observar lo externo y, especialmente, los errores de los demás, la mirada de Cristo penetra hasta lo más profundo del corazón: las intenciones, los deseos, las pasiones. Ante Él todo se muestra claro y como es, sin dejar de lado los errores, ni las limitaciones. Por eso, es Él y sólo Él quien puede realmente juzgar a los demás.
Sin embargo, la petición de Jesús no se detiene allí. No basta con abstenernos de formular juicios sin fundamento alguno, sino que nos invita a pensar bien de los demás; y aunque no es siempre fácil, ante los ojos de Dios tiene más mérito
Nos explica el Papa Francisco: “Tenemos necesidad de fortalecer cada vez más las raíces de nuestra esperanza, para que puedan dar fruto. En primer lugar, la certeza de la presencia y de la compasión de Dios, no obstante el mal que hemos cometido. No existe lugar en nuestro corazón que no pueda ser alcanzado por el amor de Dios. Donde hay una persona que se ha equivocado, allí se hace presente con más fuerza la misericordia del Padre, para suscitar arrepentimiento, perdón, reconciliación, paz.”
El Salmo, nos invita a reflexionar que la profundidad del misterio de la vida del hombre sobre la tierra nos es para pensarla, sino para cantarla; no puede expresarse con ecuaciones , sino con mística; no es algo para ser estudiado, sino para ser vivido.
Acepto el enigma de la vida, Señor. Me fío de tu entender cuando falla el mío y pongo mi vida y la de todos los hombres en tus manos con alegría y confianza. Esa es mi manera práctica de mostrar en mi vía que Tu eres Señor de todo y de todos.
Textos Consultados:
- Folleto La Misa de Cada Día
- Libro Busco Tu Rostro. Autor Carlos G. Vallés
- https://oracionyliturgia.archimadrid.org/2024/05/22/echar-demonios-y-buenas-obras/
- https://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/index.php?i=22-05-2024
- https://es.catholic.net/op/articulos/69587/cat/331/uno-que-hace-milagros-en-mi-nombre-no-puede-luego-hablar-mal-de-mi.html#modal
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
Palabra de Vida Mes de Mayo 2024. “Quien no ama, no ha conocido a Dios porque Dios es Amor.” 1Jn 4, 8
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Mayo 2024.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.