- Hch 2, 36-41
- Sal 32
- Jn 20, 8-18
¡He visto al Señor!, es el anuncio que hoy debe llenar nuestro corazón de esperanza y motivarnos a continuar nuestro camino de conversión, e invitar a otros con nuestro testimonio como lo hizo Pedro, pues él estaba realmente convencido de lo que decía. Para él, Cristo no había sido una filosofía, sino una persona real, alguien que le había cambiado la vida, de ser pescador de peces a pescador de hombres. No solamente sabía que había recibido el Espíritu Santo, sino que experimentaba su poder en él. Por ello cuando hablaba el mensaje iba cargado de la presencia de Dios, pues hablaba de su experiencia. Reconocer que Jesús ha resucitado, significa aceptar su vida y amor; significa dejarse transformar por él.
Las palabras de Pedro, en el día de Pentecostés, debieron tener una fuerza extraordinaria. Sin duda, fueron dichas con tal sinceridad y tal intensidad que, como dice el texto, “traspasaron el corazón” de sus oyentes. Palabras tan llenas de fuerza y tan bien dichas, que les llegaron al alma. Todo ese discurso debió ser tan impactante que sus oyentes se sintieron impelidos a preguntar qué tenían que hacer. Pedro los invita a la conversión
La Iglesia necesita hombres y mujeres que estén profundamente convencidos de la resurrección de Cristo y que lo testifiquen en sus oficinas, en sus escuelas, en sus hogares, viviendo de acuerdo al mensaje del Evangelio, y siendo valientes para dar razón de su fe cuando sea necesario. ¿Eres tú una de estas personas?
En estos días de la octava de Pascua, el Evangelio nos trae distintos episodios de las apariciones de Jesús resucitado. En cada uno se nos hace una revelación particular. En el evangelio de hoy, María Magdalena, entre llantos por la muerte de su Señor, va al sepulcro y no encuentra el cuerpo de Jesús. María Magdalena llora, hecha un mar de lágrimas. Necesita al Maestro. Sin embargo, le espera una sorpresa. Ella busca el cuerpo muerto de su Señor, y se encontrará con su Jesús resucitado, al que no reconocerá hasta que oiga de labios de Jesús su nombre. Y es que como nos ha dicho el Papa Francisco: “ Él estará siempre cerca de nosotros para corregir el rumbo si nosotros nos hemos equivocado.
“¿Por qué buscáis entre los muertos al que está vivo?” Esta pregunta nos hace superar la tentación de mirar hacia atrás, a lo que fue ayer, y nos empuja a avanzar hacia el futuro. Jesús no está en la tumba, él es el Resucitado, el Viviente, el que siempre renueva su cuerpo que es la Iglesia y lo hace andar atrayéndolo hacia Él. “Ayer” es la tumba de Jesús y la tumba de la Iglesia, el sepulcro de la verdad y la justicia; “hoy” es la resurrección perenne a la que nos impulsa el Espíritu Santo, que nos da plena libertad.»
María, al sentirse llamada por su nombre, reconoce al que lo ha pronunciado, y, al momento, lo llama: «Rabboni», es decir: «Maestro», ya que el mismo a quien ella buscaba exteriormente era el que interiormente la instruía para que lo buscase”. A cada uno nos llama por nuestro nombre (cf. Is 40, 26). Y nos dice “no temas, porque Yo te he redimido, Te he llamado por tu nombre; tú eres mío” (Is 43,2). No nos conoce ni nos ama de modo genérico. El Señor ha querido mi existencia, he nacido y vivo porque Él me ama, y lo empiezo a descubrir cuando pronuncia mi nombre y me sé conocido del modo más profundo que pueda haber
Hoy, hay un llamado importante para todos, especialmente para las mujeres, en el sentido de Jesús se manifestó primero a las mujeres y con ello nos insta que nos vean como centinelas de la mañana que invitamos a buscar a Jesús, a pesar del dolor y de las muertes. Seguro que El saldrá a nuestro encuentro, nos llama por nuestro nombre y nos ayudará a comprender el sufrimiento de quienes buscan cambiar el rumbo de la historia.
Sin embargo, todo cristiano no es sino un testigo que manifiesta con su vida y con su palabra que Cristo sigue vivo porque ha resucitado. Es la misión que nos toca renovar en este tiempo de Pascua. Cuando todavía resuena en nosotros el testimonio vivo de quienes la vivieron y por él dieron la vida, debe llegar a nosotros esa necesidad. Cristo sigue vivo si tú y yo somos capaces de vivir coherentemente nuestra fe.
Desde entonces, anunciar a Jesús resucitado ha sido responsabilidad de todos los cristianos. Nos toca hoy a nosotros, aunque con frecuencia se nos olvide.
Trabajemos para que nunca desaparezca de nuestro horizonte esa luz que ha de iluminar nuestro camino. Ese ha de ser nuestro compromiso. Sigamos alegrándonos con la resurrección de Jesús y proclamemos la bondad de Dios cantando con alegría el aleluya que entona la Iglesia por todos los lugares.
¡¡Aleluya!!
Y como nos pidió el Papa, recemos por el Jubileo 2025, Peregrinos de Esperanza: Señor, Padre que estás en el cielo, la fe que nos has donado en tu Hijo Jesucristo, nuestro hermano, y la llama de caridad infundida en nuestros corazones por el Espíritu Santo, despierten en nosotros la bienaventurada esperanza en la venida de tu Reino.
Tu gracia nos transforme en dedicados cultivadores de las semillas del Evangelio que fermenten la humanidad y el cosmos, en espera confiada de los cielos nuevos y de la tierra nueva, cuando vencidas las fuerzas del mal, se manifestará para siempre tu gloria.
La gracia del Jubileo reavive en nosotros, Peregrinos de Esperanza, el anhelo de los bienes celestiales y derrame en el mundo entero la alegría y La Paz de nuestro Redentor.
A ti, Dios bendito eternamente, sea la alabanza y la gloria por los siglos.
Amén.
Tomado de:
- Folleto La Misa de Cada Día.
- Diario Bíblico 2025. Misioneros Claretianos.
- https://www.iubilaeum2025.va/es/giubileo-2025/preghiera.html.
- https://es.catholic.net/op/articulos/14702/la-aparicin-a-mara-magdalena.html#google_vignette
- https://oracionyliturgia.archimadrid.org/2025/04/22/jesus-a-cada-uno-nos-llama-por-nuestro-nombre-2/
- https://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
Palabra de Vida Mes Abril: “Yo estoy por hacer algo nuevo: ya está germinando, ¿no se dan cuenta?” (Is 43, 19) https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida/
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Abril 2025.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.