- 1 Tim 3, 14-16
- Sal 110
- Lc 7, 31-15
Hoy el Señor en la liturgia nos confronta con nuestra realidad de vida, pues mientras algunos, como le escribe San Pablo a Timoteo, a sabiendas de que se han dejado seducir por el Amor de Dios y por eso el Apóstol le indica cómo deben actuar en la casa de Dios vivo, que es la Iglesia; otros como lo vemos en el Evangelio han puesto obstáculos en el camino.
Pablo le pidió a Timoteo que asumiera el gobierno de la Iglesia de Éfeso, fundada en su tercer viaje, nombrándole obispo de ella. Una Iglesia que tiene, en el momento en que se escribe esta carta, un cierto recorrido; y en la que poco a poco, junto a la consolidación del mensaje de Cristo, también se extienden algunos errores.
Pablo, por sus palabras, aunque espera volver pronto a Éfeso, quiere dar algunas instrucciones a Timoteo sobre cómo ejercer su ministerio en la Iglesia.
¿Y qué es la Iglesia para Pablo? Para responder a esta pregunta utiliza dos imágenes: la Iglesia es a la vez “casa de Dios y columna-sostén de la verdad”.
La imagen de casa, nos recuerda al mismo tiempo la idea de familia y de edificio. La Iglesia, la comunidad cristiana, es al mismo tiempo familia y templo, en donde Dios se hace presente. Un edificio espiritual, un templo humano, habitado por el Espíritu Santo de la que los cristianos somos piedras vivas. Una casa-familia unida por la fe en asamblea para dar culto a Dios y testimonio de Cristo.
Pero la Iglesia, es también “columna y base de la verdad”. Y así como las grande columnas de los edificios antiguos, hacen que estos sean firmes y sólidos, la Iglesia es la que sostiene, guarda, cuida el mensaje de la verdad, que es Cristo, el “misterio que veneramos”; esta es la misión de la Iglesia en el mundo: cuidar y transmitir el Misterio de Cristo al mundo.
Dios ha querido confiar el depósito de la fe y de la revelación a la Iglesia, para que todo el que se acerque a ella beba siempre de la fuente de agua pura, no adulterada. No nos dejemos llevar por el camino fácil de la duda y de los que nos proponen una vida más cómoda al margen de la Escritura y de la sana interpretación dada por el magisterio de la Iglesia.
En el Evangelio de hoy, Jesús hace una crítica a quienes, cerrados en sus ideas y creencias, son incapaces de abrirse al Espíritu de Dios que va hablando a través de personas y acontecimientos. Y lo hace comparándolos con quienes al oír a unos niños tocando la flauta, no son capaces de bailar, o con quienes al percibir la aflicción de estos mismos niños, no pueden llorar. Es decir, que la actitud de cerrazón, les impide acoger, comprender, sentir, abrazar la realidad en su profundidad y por tanto la Vida. Esa Vida, con mayúsculas que es fuente de sentido, de alegría, de libertad, en definitiva de salvación y que se manifiesta en Cristo.
Afirma el Papa Francisco: “…el ‘pueblo creyente’ entiende y acepta la salvación traída por Jesús. Salvación que al contrario, para los jefes del pueblo se reducía en sustancia a cumplir los 613 preceptos creados por su fiebre intelectual y teológica.
Ellos no creen en la misericordia ni en el perdón: creen en los sacrificios. Misericordia quiere, no sacrificios. Quieren que todo esté bien acomodado, bien ordenado, todo claro. Este es el drama de la resistencia para la salvación.
También nosotros, cada uno de nosotros tiene este drama dentro de sí. Pero nos hará bien preguntarnos: ¿Cómo quiero ser salvado? ¿A mi manera? ¿Con una espiritualidad que es buena, que me hace bien, pero que está fija, tiene todo claro y no hay riesgo? O del modo divino, o sea en la vía de Jesús, que siempre nos sorprende, que siempre nos abre las puertas a aquel misterio de la omnipotencia de Dios, que es la misericordia y el perdón. Nos hará bien pensar que este drama está en nuestro corazón.”
Sin duda alguna los santo Andrés Kim Taegon, presbítero; Pablo Cheng Hasang y compañeros mártires, a quienes recordamos hoy y que murieron en las persecuciones del siglo XIX, cuando el cristianismo llegó y se expandió en Corea y gracias a la labor de evangelización de laicos coreanos que se vio reforzada por el envío de sacerdotes misioneros fueron víctimas a causa de la fe y como nos dice el evangelio reconocer al Señor.
“Que la Gracia de Nuestro Señor Jesucristo, el Amor del Padre y la Comunión del Espíritu Santo, estén siempre con ustedes”. Ef 13,13
Fuentes:
- Folleto La Misa de Cada Día
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/santos-andres-kim-pablo-chong-y-ccmm/
- https://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/index.php?i=20-09-2023
- https://es.catholic.net/op/articulos/6277/cat/331/actitud-de-los-publicanos-y-fariseos.html#modal
Palabra de Vida Mes de Setiembre 2023
“Día tras día te bendeciré, y alabaré tu Nombre sin cesar” (Salmo 145, 2). https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida/#:~:text=Septiembre%202023&text=%E2%80%9CD%C3%ADa%20tras%20d%C3%ADa%20te%20bendecir%C3%A9,(Salmo%20145%2C%202). https://ciudadnueva.com.ar/julio-2023
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Setiembre 2023.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.