https://youtu.be/4H9VB-HuBYw
- Hch15, 21-31
- Sal 56
- Jn 15, 12-17
La liturgia de hoy nos invita a amar como lo hizo Jesús. Con un amor basado en la luz y guía del Espíritu Santo, un amor que es compasivo y tolerante, como los muestra el texto de la primera lectura en que en la presentación del envío de Judas y Silas con Pablo y Bernabé a Antioquía les dice: “El Espíritu Santo y nosotros hemos decidido no imponerles más cargas que las estrictamente necesarias.” Esta rotunda expresión impacta en el corazón de los destinatarios del primer Concilio… y en cuantos seguimos leyendo la Escritura y encontramos este relato. Sólo con una fe firme, joven, fiel y segura pueden hacerse afirmaciones de este calibre. Son las palabras alentadoras del amor que escucha la vida del otro, que la acoge y la dignifica. Jesús dignificó y devolvió la belleza esencial, acogiendo, escuchando la vida y perdonando a quienes se le acercaban a lo largo del camino.
A nosotros se nos pide ser testigos de la resurrección en este siglo XXI, testigos creíbles, que lleven con la vida la mejor carta, la carta del amor, de la compasión, la carta de la verdad, la carta del perdón y la misericordia. Esa carta que solo podremos escribir cuando seamos tan libres que nada ni nadie nos impida entregarnos “nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos”. No es fácil dar la vida, solo quienes se han sentido heridos por el amor de Dios pueden contagiar el mundo de esa misma herida. Contra este virus solo existe una vacuna: la oración, “de modo que lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo dé”.
Un amor como el de Dios Padre que como afirma el Salmista es “más grande que los cielos” Los cristianos estamos llamados a ofrecer una palabra alentadora, a mirar el mundo y la historia como una maravillosa revelación del Amor de Dios.
Es por eso que una de las cosas más reconfortantes y que animan nuestra esperanza, es el hecho de que la Iglesia es dirigida y sostenida por el Espíritu.
Es una institución formada por hombres pero cuya fuerza y diligencia no provienen de la debilidad humana, sino del poder de Dios. Es por ello que a pesar de que ha habido épocas de gran oscuridad y tempestad en la Iglesia, la luz y la fuerza del Espíritu no la han dejado naufragar. Por eso estamos seguros que cuando se trata de fe y costumbres, en el seno de la Iglesia volverán a resonar la palabras que hoy hemos escuchado, en el texto de los Hechos: “El Espíritu Santo y nosotros.” Esta es la garantía de que caminamos en la verdad y hacia puerto seguro.
“El Señor Jesús ha resucitado, afirma el Papa Francisco, el Señor Jesús te ama y ha dado su vida por ti; resucitado y vivo, está cerca de ti y te espera cada día. No debemos olvidarlo nunca. Jesús nos dice: “Ámense los unos a los otros como yo los he amado”. Es amando como se anuncia al mundo el Dios que es Amor: no por el poder de convencimiento, nunca por la imposición de la verdad, y menos por la fijación de alguna obligación religiosa o moral. Se anuncia a Dios a través del encuentro entre personas, cuidando su historia y su camino. Porque el Señor no es una idea, sino una persona viva.”
Jesús te ha dicho cuál es el requisito del amor, de dar fruto: «si el grano de trigo no cae en tierra y muere queda él solo; pero si muere da mucho fruto» (Jn 12,24). Jesús te invita a perder tu vida, a que se la entregues a Él sin miedo, a morir a ti mismo para poder amar a tu hermano con el amor de Cristo, con amor sobrenatural. Jesús te invita a llegar a un amor operante, bienhechor y concreto; así lo entendió el apóstol Santiago cuando dijo: «Si un hermano o una hermana están desnudos y carecen del sustento diario, y alguno de vosotros les dice: ‘Id en paz, calentaos y hartaos’, pero no les dais lo necesario para el cuerpo, ¿de qué sirve? Así también la fe, si no tiene obras, está realmente muerta» (2,15-17).
«Si buscas un ejemplo de amor: Nadie tiene más amor que el que da la vida por sus amigos. Esto es lo que hizo Cristo en la cruz. Y, por esto, si Él entregó su vida por nosotros, no debemos considerar gravoso cualquier mal que tengamos que sufrir por Él» (Santo Tomás de Aquino)
Bibliografía
- PildorasdeFe.com
- https://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/
- http://webcatolicodejavier.org/evangeliodeldia.html
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
- https://oracionyliturgia.archimadrid.org/2022/05/20/viernes-de-la-v-semana-de-pascua/
Palabra de Vida Mes de Mayo 2022
“Os doy un mandamiento nuevo: que os améis los unos a los otros» (Jn 13, 34) https://www.focolare.org/espana/es/news/2022/05/01/mayo-2022/
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Mayo 2022.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.