- Sir 48, 1-15
- Sal 96
- Mt 6, 7-15
Que se alegren los justos con el Señor, nos invita a proclamar el Salmista hoy que la liturgia, nos presentan a dos grandes ejemplares de compromiso y entrega: Elias y Eliseo. Y culmina con la oración de todos los cristianos. El Padrenuestro.
Hemos recibido un llamado a alegrarnos y hacer que los demás se alegren, que ella sea señal y prueba que estamos a gusto con Dios, la Creación, los hombres que él creo y la sociedad. Lograr que en nuestra vida y mostrar en nuestro rostro la felicidad que viene de servir al Señor, como lo hicieron Elías y Eliseo, quienes siempre estuvieron a realizar los que El les pedía.
Durante toda su vida Elías vivió con la libertad de los Hijos de Dios, para hacer siempre y en todo lo que Dios le pedía, siéndole siempre fiel, sin dejar penetrar en él el miedo paralizante. ¡Cuánto amaba Elías a Yahvé!, lo demostró luchando contra corriente, denunciando la impiedad de los reyes y defendiendo el honor de Yahvé ante los falsos profetas.
Dios hizo subir junto a si a Elías y lo erigió en “reserva de mesianismo” al final de los tiempos, había de volver para preparar la visita de Yahvé.
Eliseo, fue elegido por Dios para transmitir su mensaje sin temor a la condenación, al juicio del rey o al rechazo del pueblo, advirtiéndoles que debían dejar la vida de pecado. Con ello daba continuidad a la obra que Elías había comenzado, siguiendo enseñando al pueblo los caminos de Dios.
La vida de Eliseo, profeta santo de Dios, sus virtudes morales y espirituales, su visión, su fe y acción, son dignas de atesorar y aplicar a nuestras vidas.
Sus milagros tenían como fin manifestar su autoridad de profeta y de presentar al pueblo el Dios viviente.
Que los profetas Elías y Eliseo nos ayuden a superar la mediocridad, en la que podemos estar anclados, para, pareciéndonos un poquito a ellos, dar gloria a Dios con nuestra vida.
El Papa Francisco ha señalado que: “La oración del Padrenuestro ( del que nos haba en evangelio de hoy), contiene siete peticiones. En las tres primeras, que se refieren al ‘Tú’ de Dios, Jesús nos une a él y a sus más profundas aspiraciones, motivadas por su infinito amor hacia el Padre. En cambio, en las últimas cuatro, que indican el ‘nosotros’ y nuestras necesidades humanas, es Jesús quien entra en nosotros y se hace intérprete ante el Padre de esas necesidades”
El Papa Francisco explica que, aquí está el matriz de toda oración cristiana – diría de toda oración humana – que siempre está hecha, por un lado, de contemplación de Dios, de su misterio, de su belleza y bondad, y, por otro lado, de sincera y valiente petición de lo que necesitamos para vivir, y vivir bien. “Así, en su sencillez y esencialidad – señala el Pontífice – el Padre Nuestro educa a los que le oran a que no multipliquen palabras vanas, porque – como dice el mismo Jesús – vuestro Padre sabe lo que necesitamos antes incluso de pedírselo”. Cuando hablamos con Dios, afirma el Papa, no lo hacemos para revelarle lo que tenemos en nuestro corazón, ¡Él lo conoce mucho mejor que nosotros! Si Dios es un misterio para nosotros, nosotros no somos un enigma a sus ojos. Dios es como aquellas madres que sólo necesitan una mirada para comprender todo sobre sus hijos: si son felices o tristes, si son sinceros o esconden algo.
En este sentido, el Santo Padre ha querido explicar que, el primer paso de la oración cristiana es la entrega de nosotros mismos a Dios, a su providencia. Es como decir: “Señor, tú lo sabes todo, no hay necesidad de hablarte de mi dolor, sólo te pido que estés aquí a mi lado: tú eres mi esperanza”.
Hemos de insistir en la petición al Señor de su gracia para superar tantas cosas menudas que a veces hacen difícil mirarnos como hermanos. Dejar que el Espíritu Santo impulse nuestro corazón a estar pendientes de nuestros hermanos. Es un problema de facilidad de trato que supera toda barrera, toda diferencia, porque es evidente que hay muchas cosas que nos hace diferentes: nuestro modo de ser, nuestro modo de actuar, porque cada uno “es de su padre y de su madre”. Hemos de aprender a llevar los unos las cargas de los otros (Ga 6,2). Y el rezo habitual del Padrenuestro nos lleva por esos caminos.
Textos Consultados:
- Folleto La Misa de Cada Día
- Libro Busco Tu Rostro. Autor,Carlos G. Vallés
- https://www.cope.es/religion/hoy-en-dia/vaticano/noticias/papa-francisco-este-verdadero-significado-del-padre-nuestro-20190227_362398
- https://oracionyliturgia.archimadrid.org/2024/06/20/todos-vosotros-sois-hermanos-2/
- https://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/index.php?i=20-06-2024
- https://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/index.php?i=20-06-2024
Palabra de Vida Mes de junio “El Reino de Dios es como un hombre que echa la semilla en la tierra: sea que duerma o que se levante, de noche y de día, la semilla germina y va creciendo” (Marcos 4, 26 – 27)
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Junio 2024.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.